𝗣𝗢𝗪𝗘𝗥 ━━ 𝗱𝗶𝗽𝗽𝗲𝗿 𝗽𝗶𝗻𝗲𝘀

2T. 𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔳𝔢𝔦𝔫𝔱𝔦𝔠𝔲𝔞𝔱𝔯𝔬

A medida que jugaban, Stormy se aburría. No había entendido las reglas y Dipper era el único que le ponía ganas.

—¿Por qué no mejor juegas con Soos?— interrumpió el juego.

—Porque está jugando al castillo con algunas personas.—respondió.

—Dipper, lo siento, no entendí el juego y me aburre. Solo a tí te gustan los juegos así.— dijo.

—¡Pero es divertido!

—Lo dudo.

—...Bueno, jugaré con Gompers.—se levantó agarrando el juego.

Stormy no pudo hablar porque Dipper salió.

Luego pasaron días hasta que apareció el jueves, un día antes del estreno de la temporada final de Patotective. A Stormy no le interesaba esa serie, le parecía algo aburrida y no tenía ningún sentido. Estaba muy aburrida.

La noche se hizo presente y las dos amigas estaban acostadas mientras Dipper estaba en el suelo escribiendo algo. Al parecer, estaba jugando a ese juego con Ford.

—Oh, vaya... entonces... si tuviera un dragón aquí y un fuego de tres llamas...—las chicas lo miraron con fastidio.

—Dipper, ¿vas a irte a dormir? Llevas horas diciendo cosas absurdas.— se quejó Mabel.

—Lo siento, chicas. Tengo que terminar este calabozo, va a dejar mudo al tio Ford mañana... ¡ya quiero ver la expresión en su cara!— justificó lo que estaba haciendo y Mabel rió nerviosa.

—Si... pasas mucho tiempo con el viejo Fordsy estos días, ¿no?

—No tienes idea. Sabía que el autor debía ser cool pero él es mejor de lo que imaginé.

Mabel suspiró y se dió vuelta para dormir al igual que Stormy. Después de unos largos minutos, Dipper apagó la luz y se acostó en su cama mirando a Stormy durmiendo.

Realmente extrañaba dormir a su lado, abrazados.

Suspiró y cerró los ojos.

Al día siguiente, ya todo estaba listo para ver la temporada final. Grenda había ido y tio y sobrina le agradecieron por acompañarlos. Stormy estaba con ellos viendo sus atuendos.

—Alguien se vistió de gala.— notó Stormy al ver a Stan muy apuesto.

—Es una gran noche.— se sacó el sombrero y lo puso en el pecho con tristeza.— Todos recordaremos donde estábamos cuando al Patotective le dispararon.— los tres miraron al suelo con tristeza y Stormy enarcó su ceja con diversión ante el dramatismo de ellos. El reloj sonó y sonrieron emocionados menos la pelirroja.

—¡Televidentes en posición!— los tres corrieron hacia la sala de estar pero se detuvieron al ver que estaba ocupado por muchísimas hojas cuadriculadas tapando la habitación y televisión, y a Ford con Dipper jugando al juego en el suelo.

Stormy se acercó y se sorprendió viendo todo.

—¡No! ¡Papel cuadriculado! ¡Destruyelo, destruyelo!— Grenda pisó las hojas.

—Dipper, ¿quieres por favor llevar esto a otro cuarto?— pidió Mabel.

—Ni lo sueñes. Nos quedamos sin espacio en el sótano y vamos por el récord mundial.— dijo Ford girando el dado.—¡Ahora lanzo!— tiró y le tocó un 32.— ¡32, si!

Dipper rió apuntándolo.

—¡Me atrapaste!

—¡Agh!— se quejaron los tres y Mabel tiró las palomitas.