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—¿Vieron eso, chicos? Le borraron la memoria a Linda Susan.
—Debieron borrarle ese horrendo maquillaje.— rió Soos.
—¡Yo creo que se ve hermosa, Soos!— exclamó Mabel molesta.
—Lo que importa es su interior.— agregó Wendy.
—Hombres.— rodeó los ojos Stormy.
—Wow, están sensibles.— dijo Soos.
—Tus recuerdos estarán sepultados aquí, en el salón del olvido.— dijo el hombre y voltearon para seguir viendo. Notaron que escribía en un papel.
—¡Al salón del olvido! ¡Al salón del olvido!— repetían los demás.
—Lindo canto, amigos, ¿estuvieron practicando?— el hombre puso el tubo que llevaba la memoria de Linda Susan y lo colocó en el conducto, el tubo de vidrio fue hacia el lugar indicado.
Todos se despidieron y Dipper les hizo la seña a sus amigos para ingresar. El pelinegro y la pelirroja se acercaron al cofre y el chico tomó el arma.
—Increíble. Una sociedad secreta de malvados borra-memorias.— volvió a colocarlo y miró a Mcgucket.— Apuesto a que ellos le borraron la mente hace tiempo. Encontrar donde ocultaron sus recuerdos puede ser la clave para revelar los misterios de Gravity Falls. Muy bien, Soos, Wendy y Mabel... quédense aquí y vean que los hombres de togas no vuelvan.
—¡Genial!
—Stormy, nosotros y Mcgucket vamos a buscar el salón del olvido.— dijo y justamente cuando Soos estaba allí viendo el conducto, le chuparon la gorra.— ¡Sigan esa gorra!
Los tres corrieron siguiendo a la gorra de Soos. Salieron de la habitación mirando hacia arriba y doblaron para otro pasillo.
—¿¡Hay alguien ahí!?— oyeron y se detuvieron.
—¿Qué hacemos? ¿¡Adónde vamos!?— temió Mcgucket y siguieron corriendo en busca de un escondite.
Vieron una muestra y decidieron vestirse acorde a la decoración. Stormy hacía de la mamá y Dipper estaba arrodillado con ropa de un niño y Mcgucket una estatua.
Los hombres de toga se acercaron.
—Vaya, estos si estan mal hechos.— opinó.
—Juraría que oí a alguien.— dijo uno de ellos para después caminar lejos de los chicos. Cuando notaron que los pasos se alejaron y las voces también, dejaron de actuar.
Stormy salió y vió la gorra pasar.
—¡Ahí está, deprisa!— la pelirroja corrió primero y la siguieron.
Llegaron hacia donde el conducto iba en dirección hacia abajo y Stormy bajó. Los demás repitieron su acción.
Pisaron el suelo y vieron una puerta gigante con una X roja en el ojo. Se acercaron y Dipper la abrió con fuerza.
