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Al llegar hacia abajo, se encontraron en una habitación abandonada.
—¡Wow!
—Es absurdamente cool.— comentó Eddie sonriente.
—Es un refugio nuclear o algo así. Debió pertenecerle al autor.— dijo Dipper caminando con Stormy.— ¡Esto es increíble! Es como si se preparara para el desastre. ¿Pero qué clase de desastre se necesita provisiones para más de sesenta años?
Stormy seguía contemplando el lugar con cierta curiosidad. Bajó su mirada y vió una lata abierta así que lo agarró y lo mostró a los demás.
—Miren chicos, esta lata fue abierta hace poco tiempo.— la dió vuelta viendo que se le salía una sustancia.
—El autor debe seguir vivo, aquí abajo.— supuso Eddie y miró detrás de Mabel.— Un momento...— se acercó y tiró el mapa que estaba pegado a la pared. Al hacerlo vió una puerta circular que decía NO ENTRAR. Eddie la abrió y sonrió.— Creo que sé donde puede estar.
Dipper bufó y entraron. Llegaron a una habitación extraña y pequeña con simbolos en uno de los cuadrados.
—Wow, ¿este lugar es del pasado o del futuro?— preguntó Stormy sin pisar el símbolo.
—Si, este cuarto da miedo.— respondió Eddie.
—No tanto como su historial de internet, ¿cierto?— bromeó Mabel empujando a su hermano, ocasionando que éste, sin querer, pise un símbolo.
La puerta se cerró y se selló. Los símbolos se pusieron rojos y la habitación comenzó a sacudirse hasta detenerse. Los cuadrados empezaron a acercarse a ellos.
—¿¡Qué pasa!?— gritó Eddie.
Los cuatro se pusieron juntos mientras gritaban.
—¡Las paredes están cerrándose!— exclamó Mabel asustada.
Eddie trató de detenerlo.
—¡Y no se detienen!
—¡Dipper!— Stormy corrió hacia el.— ¡Revisa el diario!
—¡Eso estoy haciendo!— exclamó el pelinegro buscando la página. Al encontrarla sacó la luz ultravioleta.— ¡Busquen estos cuatro símbolos! ¡Rápido! Todos presionen uno.— mostró.
Eddie golpeó un símbolo con su mano, Mabel apretó otro y Dipper también. Stormy buscaba el último y lo encontró, éste estaba a punto de taparse así que corrió hacia el y lo tocó con su dedo.
Una puerta se abrió.
—¡Corran por ahí!— señaló Mabel y lo hicieron.
A Eddie se le salió la chaqueta gracias al cierre de las paredes pero pudieron salir ilesos. Suspiraron aliviados.
—¡Si!— festejó Eddie.— Fue... wow... fue genial. Estuviste increíble ahí, Stormy.— le sonrió a la pelirroja y ella se sonrojó un poco.
