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Se encontraban arriba donde estaba Soos y vieron una puerta.
—Bueno, limpiaba detrás de la biblioteca y ¡pum! una puerta misteriosa. Esta cabaña está llena de misterios.— contó Soos y puso el picaporte en su lugar. Abrió la puerta y entraron sorprendidos ante el nuevo sitio.
Parecía abandonado ya que habían telarañas y hasta una rata caminando por una alfombra.
—¡Woow!— se asombraron los tres. Stan prendió la luz y siguieron contemplando el lugar.
Stormy miró unos lentes y los tomó, estaba rajado el vidrio.
—¿De quién será esto?— preguntó y Stan se lo arrebató.
—Deben ser míos, no sé como habrán llegado hasta aquí.— respondió el anciano y la pelirroja lo observó un poco, después lo ignoró y siguió caminando.
—Tio Stan, ¿qué es este lugar?— interrogó Dipper después de leer la marca de la alfombra.
—Otro cuarto que tendré que limpiar ahora.— bufó Stan.
Stormy miró la llave y sonrió agarrandola.
—¡Problema resuelto! Me mudo aquí.— agitó la llave.
—¿¡Qué!?— gritaron al unísono los hermanos.
—¿Por qué quieres quedarte con el cuarto? Lo vimos al mismo tiempo.— se quejó Dipper y ambos se fulminaron con la mirada.
—Oh, un segundo...— Stan apareció y le sacó las llaves a la pelirroja.— Así que los tres quieren este cuarto... podría dárselo al que me agrade más de los tres.— se agachó y se desató los cordones de su zapato.— ¡Oh! Mi zapato está desatado...
Los tres bajaron e intentaban atarselos pero era imposible por el hecho de que estaban forcejeando.
Stan rió.
—¡A la cocina! ¡Lucha lucha lucha!— alentaba mientras trataba de caminar hacia afuera siendo sujetado por los tres adolescentes. Luego se soltaron y corrió hacia el lugar indicado.
Los tres intentaron perseguirlo pero Soos se pone en medio de ellos.
—No lo sé, chicos... este cuarto me da una mala espina. El desván es un lugar mucho mejor. Tal vez deberían valorar lo que tienen.— aconsejó y los tres se miraron para después empujarlo y salir corriendo hacia Stan.
[...]
Ya los tres estaban haciendo las tareas que le ordenaba Stan. El que tiene más puntos ganaba el cuarto.
Pero la que más estaba ganando era Mabel por su gentileza, segundo lugar iba Stormy y último era Dipper.
Ahora estaban cortando el césped y Mabel estaba arrasando de puntos por lo bien que lo hacía, y Dipper lo estaba haciendo aceptable mientras que a Stormy no le estaba yendo nada bien porque no sabía mucho sobre cortar el césped.
Al terminar Stormy suspiró viendo como Mabel le servía un omelet con la cara de Stan a su tío. Y la pelirroja aprovechó para servirle un jugo algo que le encantó al anciano por lo tanto le dió puntos a la chica, así que ahora estaba casi empatada con la castaña.
Decidió subir las escaleras para ir al nuevo cuarto y entró viendo a Dipper sacandose las zapatillas quedando en calcetines. Sonrió con arrogancia y carraspeó la garganta llamando la atención del pelinegro.
—Hey, no te pongas cómodo. Le serví un jugo perfecto a Stan y eso hizo que me gane puntos por lo tanto estoy a punto de empatar con Mabel.— el pelinegro se molestó y empezó a caminar alrededor de la alfombra.— Acéptalo, Dipper, ganaré el cuarto fácilmente. Date por vencido. ¿Qué dices?— extendió su mano.
—Digo que voy a ganar este cuarto como sea y cuando lo haga al fin voy a tener mi espacio y no voy a tener que compartir nada nunca más.— le chocó la mano y gritaron siendo empujados por algo sintiendo una corriente en su cuerpo.
Stormy abrió sus ojos y se sentó escuchando una voz femenina.
—Ugh, ¿qué pasó?— la pelirroja abrió sus ojos como platos al verse a ella misma frente suya.
—¿Dipper? ¿Por qué... por qué te estoy viendo con mi ropa? ¿Y mi... rostro?— se empezó a tocar la cara con sus manos.
Dipper que estaba en el cuerpo de Stormy se horrorizó viendo su ropa, su cuerpo y su cabello largo. Mientras que Stormy miró sus manos que eran de un chico y luego las subió tocando la gorra.
—¡No puede ser! ¡Estoy en tu cuerpo!— exclamó Stormy.
—¡Y yo estoy en tu cuerpo!— se miraron asqueados y empezaron a gritar.
Todo empezó a ser un caos, los dos estaban corriendo como si hubiesen visto un fantasma pero no era así. ¡Estaban en distintos cuerpos!
Entonces al terminar de asimilarlo se miraron en el espejo.
—Rayos... no no, esto tiene que ser una pesadilla.— se quejó Stormy mirándose como un chico.
—No puede ser... ugh, ¿cómo soportan las chicas teniendo... esto?
—¿Qué cosa?— lo miró y Dipper, en el cuerpo de Stormy, se sonrojó hasta las orejas y se apuntó a sus pechos.— Ah, se llama "sostén", Dipper.— rodeó los ojos.
—¡L-Lo sé! Es que estoy avergonzado por esto.— bufó y miró la alfombra. Se agachó y miró la marca para después darla vuelta.— "Alfombra de electrones". Los atomos intercambian electrones...— sacó el bolígrafo.— La alfombra debió generar una carga estática tan poderosa que intercambió las mentes, fue la electricidad estática.— empezó a apretar el pequeño botón el cual hacía que la punta del bolígrafo apareciera y desapareciera.— Podemos usarla para volver a cambiar.
Stormy le sacó el bolígrafo a Dipper y lo tiró molesta por el ruido.
—Ugh, que buena noticia. Si yo fuera tú sin dudas perdería el concurso.— planeó y se tapó la boca.
—Y si yo fuera tú y lo soy... ¡podría sabotearme a mí mismo! Stormy perdería sus puntos y el cuarto sería para Dipper.— la señaló.
—¡No!
—¡Oh Stan, siempre te he odiado!— gritó Dipper. Cuando intentó correr Stormy intentó detenerlo con sus poderes, pero de sus manos no salió nada. Miró sus manos confundida escuchando como Pines corría hacia abajo.
Luego miró viendo la pueta abierta.
—Oh, rayos.
Si Stormy no podía utilizar sus poderes en el cuerpo de Dipper... entonces Dipper podría tenerlos en su cuerpo.
