𝗣𝗢𝗪𝗘𝗥 ━━ 𝗱𝗶𝗽𝗽𝗲𝗿 𝗽𝗶𝗻𝗲𝘀

2T. 𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔱𝔯𝔢𝔦𝔫𝔱𝔞 𝔶 𝔰𝔢𝔦𝔰

Todos abrieron sus ojos como platos al ver a Bill.

—¡Oh, no! Es Bill, ¿cierto? ¿No es lo qué están pensando?

Stormy frunció el ceño molesta oyendo su risa.

—Esto es más que perfecto. Cerebrito sabía que el zodiaco no funciona si solo alguno se toma de la mano. Y mejor aún, reunieron a todas las amenazas a mi poder en una y es muy fácil para destruir.— tiró fuego haciendo que el zodiaco se borre.

Luego Bill amarró a los gemelos mayores.

—¡No!— gritó Stormy.

—¡Oigan! ¿Quieren ver qué pasa con sus amigos cuándo no se llevan bien?— preguntó Cipher.

—¡Hey, bajalos ya!— gritó Mcgucket.

—¡Haz ido muy lejos, Cipher!— exclamó Gideon.

—¡Si! ¡No te tenemos miedo!— siguió Wendy y sacaron sus armas.

—Pero deberían.— chasqueó sus dedos e hizo que los demás quedaran inconscientes con sus ojos amarillos. Stormy, Dipper y Mabel se horrorizaron al ver como el triangulo los transformaban en carteles.— Ya es muy tarde para tus amigos, Stanford.— señaló y amarró a Stormy llevandolo con ellos, mientras que encarceló a Dipper y Mabel.

—¡Sueltanos, idiota!— ordenó Stormy.

—Oh, al fin habló mi segunda mayor enemiga. Qué lástima que no podamos pelear, hubiera sido fantástico verte destruida.— la miró.

—Sé por qué me pusiste en la burbuja, Bill. Porque si tú no consumieras casi todos mis poderes, yo te hubiera destruido. Es por eso que el Raromagedon está aquí.— dijo.

—¿Crees que soy imbécil para no saber lo qué tú eres, Stormy? De todos modos sé que no soy el único asesino aquí en tierra.— rió macabramente y miró a Ford.— Aún puedes salvar a tu familia. ¡Última chance! ¡Dime como hacer universal al Raromagedon y libero a los chicos!

—¡No, no lo hagas!— gritó Dipper.

—¡Bill hace malos tratos!— agregó Mabel y Bill se acercó a ellos.

—No juegues conmigo, estrella fugaz. ¡Yo lo veo todo!— al terminar de decirlo Mabel le tiró aerosol y Bill se cubrió adolorido.— ¡Agh! ¡No otra vez! ¿¡Por qué siempre haces eso!?

—¡Bien hecho, calabaza!— felicitó Stan y las cuerdas los soltaron a los tres, haciendo que calleran al suelo.

Stormy aprovechó la distracción al igual que los chicos quienes hicieron más grande la jaula para salir y tiró una bola roja de escarlata hacia el tirandolo lejos. Sus manos dolieron y se hicieron más violetas.

—¡Corran! ¡Nos encargaremos de Bill!

—¿¡Qué!? ¡Es suicida esa misión!— dijo Ford.

Los dos salieron corriendo para llamar la atención de Bill.

—¡Dipper, Mabel!— intentó correr hacia ellos pero cayó al suelo debilitada. Stan la levantó preocupado.

—¡Iremos nosotros!— dijo Ford y los dos quisieron ir a por ellos, pero Bill los detuvo con sus poderes.

—¡No tan rápido! Ustedes esperen aquí.— los encerró en una jaula.— Tengo unos adolescentes que debo convertir en momias.

Bill se fue con un color rojo perturbador y brazos amarillos.

Stormy se sentó debilitada mientras Stan y Ford rogaban que se detenga. Luego, estos dos se sentaron al lado suyo.

—¿Qué te sucede?