𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔡𝔬𝔠𝔢

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Stormy ayudaba a Soos a poner los globos en las paredes. Stan había organizado una fiesta para ganar dinero fácilmente así que todos colaboraban con eso. Dipper y Mabel acomodaban los asientos y Wendy inflaba los globos.

—Hey, Stormy.— Dipper se acercó a la pelirroja y ella lo mira.— Hoy tenemos que hacer competencia de baile.

La chica frunció el ceño.

—¡Ni lo sueñes! Soy mala bailando.— dijo.

—¡Pero es para divertirnos! Yo tampoco soy buen bailarín.

Stormy bufó.

—Está bien, está bien.

—Dipper, Mabel, lleven estas hojas a las fotocopiadoras. Reparé esa cosa y quedó como nueva así que aprovechenla.— ordenó Stan y los hermanos se fueron.

Las horas pasaron y se hizo de noche. Stan llamó a todos para darles consignas.

—Bueno, gente divertida... y Dipper.— empezó a hablar el anciano.— Hablemos de negocios. Soos, por trabajar gratis y rogarme, te permitiré ser el DJ. Mabel, Stormy, ustedes trabajarán en la entrada.

—¿¡Qué!? Pero Tio Stan, esta fiesta es mi oportunidad de hacer amigos.— se frustró Mabel.

—Yo... yo puedo trabajar con Stormy.— se ofreció Dipper.

—Te advierto que si lo haces debes prometerme que te quedarás en la entrada con Stormy, no vas a poder escapar. Estarán toda la noche los dos solos.— lo señaló. Dipper se dio vuelta y miraba a Stormy que observaba con diversión a las bromas de Soos con las chicas. El pelinegro sonrió.

—Lo prometo.

Después de eso todos fueron a cambiarse para la fiesta. Stormy estaba en la habitación con Mabel. La pelirroja cambiaba con sus poderes la ropa que iba a utilizar y ninguna le convencía. Si, había adaptado las vestimentas de su dimensión por lo tanto quedaban en su memoria y eso hacía que apareciera automáticamente gracias a sus dones. Mientras tanto, Mabel que llevaba un top rosa con shorts y zapatillas elegantes para estar mas cómoda y bailar, miraba con curiosidad a su amiga.

Stormy se detuvo al encontrar un vestido rojo con brillitos pegado a su cuerpo arriba y abajo era suelto que llegaba hasta por debajo de sus muslos y unos tacones del mismo color no tan altos. Su cabello se puso un poco lacio y tenía maquillaje pero no tan llamativo.

Mabel le dio un silbido.

—¡Muy bonita!— se levantó la castaña con una sonrisa.

—Gracias...— rió un poco Stormy.— Bueno será mejor irme con Dipper.

Se fue de allí y bajó las escaleras para después salir viendo como Dipper acomodaba la mesa así sentarse y esperar.

—Hola, Dipper.— saludó y Dipper volteó.

—¡Hola Stor...— se calló al ver como estaba vestida. Por Dios, su amiga estaba muy linda.— ...My...— completó.

La mencionada se sentó a su lado y esperaron a la gente quienes no tardaron en llegar. La música empezó a sonar y notaban como bailaban a través de la ventana.

—Por favor tres boletos para entrar.— era una voz chillona. Miraron y eran tres chicas, pero la voz era de la rubia alta, cabello largo que llegaba hasta su cintura y un fleco. Su vestido era color violeta escotada mostrando su gran figura.— Y apurense.

Stormy enarcó una ceja y extendió su mano.

—Lamento decirte que no es gratis.

—¿Acaso no me conoces, pelirroja? Soy Pacifica Noroeste, la chica millonaria del pueblo.— presumió.

—¿Y eso te da derecho a entrar gratis? Por favor, dame el dinero y te doy el boleto.— la apuró y la rubia bufó. Le dio dinero y ambos le dieron los boletos. La chica se fue y Stormy miró a Dipper.

—Bueno, conocerás a muchas personas así.— rodeó los ojos el pelinegro.

Siguieron con su trabajo.

—Hola Stormy.— vieron a Eddie en la fila y la chica sonrió un poco.

—Hola Eddie, veo que decidiste venir por fin.— saludó la pelirroja mientras Dipper miraba a los dos.

—Si, aunque me hubiese gustado que estés allí adentro así bailábamos. No pensaba que ibas a trabajar en la entrada.— suspiró dando el dinero. Dipper con mala gana le dió el boleto.

—Veo que la fiesta está un poco alocada.— volteó Stormy.— Estaría bueno entrar por curiosidad nada más.

Eddie sonrió.

—Bueno, si tienes tiempo, podemos vernos allí adentro. Adiós.— se despidió y entró. Stormy miró a su amigo y el rápidamente supo que le iba a decir.

—¿Me puedes cubrir, por favor? Solo por unos minutos.— rogó con su mirada.

—Ahm, yo...— no sabía que decirle, sinceramente no quería que vaya ya que quería pasar tiempo con ella pero... ¿quién era él para decírselo? Suspiró.— Si, ve. Tranquila.— le sonrió forzadamente.

—Gracias.— le devolvió la sonrisa y la adolescente entró a la cabaña mirando como Mabel bailaba descontroladamente, a esa rubia que le había caido mal bailando elegante y a Eddie fumando apoyándose en la pared. Se acercó a el y el castaño sonrió de nuevo al ver que venía, y además por lo linda que estaba vestida.

Mientras tanto Dipper observaba la fiesta desde la ventana. Vió como su amiga reía con Eddie. Bufó queriendo entrar y quiso irse pero Stan lo atrapó entonces tuvo que quedarse recibiendo el dinero.

—Desearía estar en dos lugares a la vez.— comentó y un el viento chocó contra su rostro. Volteó viendo las hojas y sonrió teniendo una idea estupenda.

No podría fallar.








𝗣𝗢𝗪𝗘𝗥 ━━ 𝗱𝗶𝗽𝗽𝗲𝗿 𝗽𝗶𝗻𝗲𝘀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora