Gabrielle.
Había acostado a las chicas ya que Dean no llego de nuevo para la cena, a ese idiota no le importan para nada sus hijas y yo me estoy volviendo loca encerrada en esta casa, sin hacer nada, me dio un poco de sed y bajé a tomar agua a la cocina, escuché dos voces hablar y salí de la cocina para ver quién era, cuando veo salir a Dean con otro chico.
—Se nos hace tarde para llegar al bar—dijo Robin.
—Vamos.
Parece que irán a un bar a divertir, no dude en interrumpirlos.
—Irás a un bar—Dean voltea a verme.
—Si.
—Puedo ir, ya no soporto estar encerrada.
—No, puedes ir.
—¿Por qué?.
—No puedes salir de la mansión.
—Iré contigo, no me escaparé, si eso es lo que te preocupa.
—Tú trabajo está aquí en la casa recuerdas.
—Maldito idiota, me estás cansado.
—Esa boca.
—Vete al carajo.
Subí las escaleras muy molesta y me encerré en mi habitación, tomé mi teléfono y le marqué a Jolie, la última vez que le llamé le dije que le contaría todo.
#Llamada telefónica#
—Hasta que decides llamarme.
—Pudiste hacerlo también.
—He estado ocupada.
—Lo mismo digo.
—Ahora me contarás que está pasando.
—Si—suspiró.
—Qué te parece si vamos a un bar que acaban de abrir y me cuentas lo que pasa.
—Si, te veo en tu departamento.
—Bien aquí te veo.
#Fin de la llamada#
Abrí el pequeño clóset y busqué si había un vestido, encontré un vestido negro straple, en cuanto cubrían mis senos, también había encontrado unas zapatillas del mismo color, estaba por quitarme la pijama que tenía puesta, pero mejor pensé que como me escaparía, por la puerta no me puedo escapar por qué se encuentran los guardaespaldas y no me dejarán salir, en mi habitación había una ventana por suerte, la abrí y miré que estaba un poco alto, sin pensarlo aventé el vestido y las zapatillas, tenía miedo de brincar pero no lo pensé más y brinqué, me quité la pijama que traía puesta y me puse el vestido, cuando terminé de cambiarme puede tomar la cámara que se encontraba, sonreí y le saqué el dedo de corazón, caminé por el jardín que se encontraba atrás y al parecer no había guardias, caminé para buscar una salida y miré unos ladrillos me subí en ellos y volví a brincar, había logrado salir de esa maldita mansión que estaba enfadada de estar encerrada, llegué al departamento de Jolie y toque el timbre.
—Llegaste.
—Si.
—Pasa.
Entré al departamento.
—Te ves demasiado sexi.
—Tú no te quedas atrás.
—Me dirás qué está pasando.
—Mi madre y Abel debían dinero y si no pagan los iban a matar y a cambio de que no los matara me quede con el hombre.
—¿Por qué?, aceptas—bufó.
—Por qué era la única opción o pagarle el dinero.
—Cuanto es lo que debían.
—35,000 euros.
—Es mucho dinero.
Cuando le dije a Jolie la cantidad de dinero que debía mi madre y el imbécil de Abel se sorprendió tanto que casi se desmayaba.
—Lo sé, hablé con el hombre que solo pagaría lo de mi madre y le daría una parte y que me esperara con la otra, pero no quiso, así que acepté irme con él.
No le conté toda la verdad a Jolie, por qué se enojaría más de lo que ya estaba.
—Por qué no me pediste dinero, tengo algo ahorrado, puedo dártelo y que le pagues a ese hombre, para que no vivas con él.
—No Jolie, tú ayudas a tu madre y apenas te alcanza.
—Hubieras dejado que mataran a Abel, después de lo que te ha hecho.
—Lo sé.
—Lamentó lo que te voy a decirle, pero hubieras dejado que los mataran a los dos lo merecían.
—Jolie, no le puedo hacer eso a mi madre.
—Gabrielle a ella no le importas.
Lo que decía Jolie tenía razón, a mi madre no le importó y me di cuenta, el día que acepte quedarme con ese hombre.
—Jolie.
—Esta bien Gabrielle, ya no dire nada, debemos irnos en el camino me sigues contando.
Salimos del apartamento de Jolie y nos dirigimos al bar, al llegar había demasiada gente, fuimos a la barra.
—¿Qué quieres tomar?—me preguntó Jolie.
—Un martini.
Jolie pido dos martini y le seguí contando, lo que había pasado con mi madre.
—El hombre tiene dos hijas y soy la niñera.
—Con eso que te encantan los niños.
—Que sarcástica, pero una de ellas es una adolescente.
—Es guapo el hombre.
—Si es atractivo.
—Gabrielle, escúchame lo que te diré, por qué no intentas algo con él.
—No hablas enserio—bufé.
—Gabrielle, él ya tiene dos hijas y tú no quieres tener hijos, te ahorro el trabajo.
—Jolie no me gusta ese hombre y es mucho mayor para mi y aparte no me quedaré mucho tiempo, cuando tenga oportunidad me escaparé.
—Piénsalo.
—No tengo nada que pensar.
—Hay que olvidarnos de ese tema, venimos a divertirnos.
Seguí con Jolie en la barra tomando ya había perdido la cuenta de cuando martinis nos habíamos tomado, me estaba divirtiendo y me olvide de la vida de mierda que tenía, ya estaban asiendo efecto los martini, me subí a la barra y empecé a bailar, un tipo se me acercó y me agarró de la cintura y empecé a bailar con el, cuando siento como alguien me toma de la mano.
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Me escaparé antes de ser tuya. [En proceso].
RomanceGabrielle es una chica común y corriente, su madre para salvar su vida y la de su actual esposo, hacen un trato con Dean el mafioso ma poderoso de Francia.