Capítulo 7.

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Dean.

Salí de la mansión junto con Robin, Gabrielle quería venir con nosotros, pero obviamente no la iba a traer, ella se había quedado muy enojada por lo que le había dicho.

Íbamos en el auto y creí que Robin no iba a preguntar sobre el tema de Gabrielle.

—Ahora me vas a decir por qué diablos aceptaste a la chica.

—Quiero hacerla pagar.

—Que te hizo, que quieres qué pague—Robin pregunta curioso.

—Vomito mi auto y mis zapatos.

—Estás bromeando verdad.

—Crees que me gusta bromear-lo voltea a mirar con el ceño fruncido.

—Creo que hay otra razón.

—Quiero saber la verdad, de por qué ella le tiene respeto a la que no es su madre.

–Me estás diciendo que la señora no es su madre.

—Exacto, debo de averiguar qué fue lo que pasó.

—Solo la quieres proteger o hay algo más.

—Si crees que hay algún sentimiento por ella, estás equivocado, crees que tengo tiempo para enamorarme, eso solo es una pérdida de tiempo-ceño fruncido le contesté.

—Veo lo contrario.

—No digas estupideces y su hubiera algo, solo sería sexo de una noche, como las demás chicas, nada más.

—Mejor ya no digo nada.

—Si es mejor que te calles.

Aveces Robin decía cosos de más, siempre llevaba sus pensamientos a otro lado y eso me molesta, cree que tengo tiempo para enamorar, si no tengo tiempo para mis hermanas, cree que tendré tiempo para alguien, no iba a negar que lo que quería con Gabriella solo es sexo, quiero nalguiar ese enorme durazno y undirle mi polla en su coño y en su delisiciosa boca, anque cuando me insulta no es tan deliciosa, de solo pensar como la quiero tener de todas las maneras posibles, la verga se me pone dura, creo que esta noche tengo que follar con alguien, lo necesito.

Llegamos al bar y entramos, todo se encontraba en orden, había más gente de la que imaginé todo estaba saliendo como imaginé, nos sentamos en la zona vip y como es de imaginar Robin invitaría a chicas para pasar el rato, como le solemos hacer.

Estaba sentado en la zona vip, acompañado de mi amigo Robin y dos rubias, una de ellas iba a sentarse en mis piernas, cuando mi mirada fue directamente hacia la barra del bar y veo a Gabrielle, arriba de ella bailando y como un chico la toca de la cintura, para pegarla hacia él y empezar a bailar, aprieto mi mandíbula y me levanto furioso a ver tal escena, me dirijo a si la barra, la toma de la mano, ella voltea y se sorprende al verme, la subo a mi hombro, para salir del bar.

—Oyes bájame, te aseguro que se me ve todo el trasero.

—Si lo hacen, les vuelo la cabeza.

—No creo que seas capaz.

—Quieres comprobarlo.

—Eres un idiota.

Salimos del bar y la subo al auto.

No sé cómo carajos salió de la mansión, si tengo la mejor seguridad de Francia, creo que esta chica me dará dolores de cabeza, no quiero imaginarme cuando crezcan mis pequeñas hermanas.

Cuando subí al auto, la tomó de los brazos.

—Te dije que no podías salir de la mansión.

—Te di la opción de traerme y no quisiste.

Me escaparé antes de ser tuya. [En proceso].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora