Capítulo 30.

5.5K 332 43
                                    

Gabrielle

Anoche casi no puede dormir, no podía creer que me haya atrevido a besar a Dean, quedé como una tonta al decirle que era nuestro primer beso y no el tercero, no recuerdo que lo haya besado o en qué momento sucedió, ahora estoy muerta de vergüenza, que no me quiero levantara de la cama para ir a desayunar, ahora no se con que cara miraré a Dean.

Sé que me tengo que olvidar del beso, aunque no puedo negar que me gustó, pero ese imbécil no me puede gustar, pero como lo haré si lo veo casi todo los días maldita sea, salgo de mis pensamientos cuando tocan la puerta de la habitación y estoy rezando que no sea Dean, cuando estoy apunto de decir que entren se abre la puerta y entran las hermanas Moreau, corren hacia mí y me abrazan y respondo al abrazo.

—Gabrielle qué bueno que despertaste—dice Alice.

—Gracias por no permitir que nos hicieran daño—dice Amelia.

—Nunca dejaría que nadie les haga daño, así si mi vida corre peligro—dije con honestidad.

—Gabrielle te queremos—dice Amelia.

—Yo a ustedes—dije con sinceridad.

—Gabrielle, promete, que nunca te irás de nuestro lado—dice Alice mirándome a los ojos.

—Les prometo nunca irme de su lado.

—Si, no vuelvas a escapar y si lo haces llévanos contigo—dice Alice.

—Prometo no escaparme de nuevo.

—Lo prometes—dice Amelia.

—Lo prometo—dije.

Las niñas se separan de mí y cada una vuelve abrazarme nuevamente, mi corazón se siente feliz, nunca nadie me había querido de esta forma, desde hace mucho tiempo como lo hizo mi padre.

—Bueno Gabrielle tenemos que ir a desayunar para ir al colegio—dice Alice.

—Enseguida bajo a desayunar con ustedes—dije, aunque por dentro no quería bajar a desayunar pero lo tenía que hacer.

—No, descansa, ya le pedimos a Francis que te suba el desayuno a la habitación—dice Alice

Sentí un alivio que no tenía que bajar a desayunar con ellos y así no ver a Dean.

—Gracias.

—Nos vemos—dice Amelia.

—Suerte en el colegio—dije.

—Gracias—responden las dos y salen de la habitación.

Francis no tardó en subirme el desayuno.

—Que disfrute el desayuno señorita.

—Gracias Francis.

Empecé a desayunar, lo que había traído eran unos ricos hot cakes, con fruta picada, yogurt, una taza de té y un jugo de naranja, todo me lo termine, que termine súper llena.

Después de un rato Francis subió a recoger la charola donde me había traído el desayuno, antes de que Francis saliera de la habitación le pregunté.

—Me encuentro yo sola en la mansión—quería salir de la habitación, pero quería asegurarme que no hubiera nadie y menos Dean no quería encontrármelo.

—No  señorita, también se encuentra el señor Dean en su despacho, necesita algo señorita—dice Albert.

—No, solo preguntaba.

—Si es todo, me retiro señorita para que descanse.

—Gracias Francis.

Francis sale de la habitación, no sé qué hacer quiero salir de la habitación pero no quiero ver a Dean después de lo que pasó anoche lo quiero evitar, sé que será imposible evitarlo por mucho tiempo, pero mientras menos lo vea mucho mejor.




Me escaparé antes de ser tuya. [En proceso].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora