Dean
Estoy acostado en mi cama, sin poder dormir, esos pocos segundos que nos miramos a los ojos con Gabrielle, hizo que mi corazón latiera con fuerza, como jamás lo había hecho, ninguna mujer en mi vida había hecho latir mi corazón de esa manera como lo acaba hacer Gabrielle tan solo mirarme con sus hermosos ojos color grises, hizo que mi corazón latiera de esa manera, no entiendo qué es lo que me está pasando.
Debo apresurarme a quitarme esas malditas ganas que tengo hacia esa mujer, mi deseo sexual es tan grande, que desde que la conocí no he podido estar con otra mujer y eso que todavía no la poseo y eso me molesta.
Espero que cuando me la folle, mi corazón ya no lata como un adolescente enamorada, para hacerle sincero a mis veintiocho años nunca me he enamorado de ninguna mujer, tampoco es que haya tenido muchas novias, solo e tenido dos una de adolescente y otra cuando entré a la universidad pero rápido terminamos por qué me engaño y desde entonces yo he tendió nada serio con ninguna mujer, solo aventuras de una noche y es mejor así no hay sentimientos de ningún lado, no soy de demostrar mis sentimientos hacia las personas ese es uno de mis defectos decía mi madre, y yo bromeaba con ella y le dice lo había heredado de mi padre, nunca me ha importado.
Maldita sea solo cierro los ojos y me encuentro con esos hermosos ojos grises, mirándome de una manera tan dulce como lo acaba de hacer no hace mucho.
Mañana mismo le haré una propuesta a Gabrielle, ya no puedo esperar más. También debo de encontrar una manera de que mis hermanas ya no pasen tanto tiempo con Gabrielle, al final de cuentas ella se irá y nos dejará, sé que al principio dije otra cosa, pero nunca imaginé que se llevarían también y más por el carácter de mierda que tiene Alice al igual que el mío, pero me sorprendí cuando la traje a la mansión y Alice no dijo nada, ni le hizo malas caras como lo hacía con Adelyn.
Creo que de lo cansado que estaba el sueño me venció y caí en un sueño profundo.
♖
Después de dos años de buscar a la escoria de Bastian y no tener resultados en la búsqueda decidí que era tiempo que mis hermanas volvieran al colegio, no las iba a dejar desprotegidas, iban a tener suficientes guardaespaldas para que las cuidaran, por si Bastian por fin decidiera salir de su escondite como la rata que era y quería hacerles daño solo para joderme.Dejo mis pensamientos a un lado y me levanto de la cama y lo primero que hago es tomar una ducha de agua fría, me gusta como el agua fría cae sobre mi cuerpo, hace que me relaje.
Salgo del baño y opto por ponerme unos pantalones mergos, unos zapatos del mismo color y una camisa color gris, me peino por último me hecho perfume, salgo de la habitación y me dirijo a la habitación de mis hermanas toco la puerta.
—Adelante—dice Alice y entró.
—Ya se están arreglando—pregunté.
—Si nos falta poco, ya fuiste avisarle a Gabrielle— pregunta Alice.
—Apenas iré a avisarle—dije.
—Mientras tú vas a avisarle, nosotras terminamos de arreglarnos.
—No tarden—dije saliendo de la habitación.
Ayer antes que se durmieran les di la noticia que regresarán al colegio, mis hermanas estaban felices por la noticia, en cuanto se las di, me pidieron que fuéramos a comprar las cosas que necesitaran y acepté en llevarlas hoy, entre más rápido mejor, también me pidieron que Gabrielle nos acompañará, por qué la vez que salieron fueron de compras y se la pasaron genial.
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Me escaparé antes de ser tuya. [En proceso].
RomanceGabrielle es una chica común y corriente, su madre para salvar su vida y la de su actual esposo, hacen un trato con Dean el mafioso ma poderoso de Francia.