Capítulo 15.

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Gabrielle

Habíamos llegado a la mansión después de estar algunos días fuera. Bajamos del auto y entramos, estaba muy cansada por el viaje solo quería ir a dormir, estaba por despedirme, cuando las hermanas Moreau le dicen a su hermano que tienen hambre y me ofrecí a prepararles algo de cenar.

—Tengo hambre—dice Amelia.

—También yo—le sigue Alice.

—Le hablaré a Francis, para que nos prepare algo—me imagino que Francis también está cansado y interrumpió.

—Puedo prepararles algo sencillo.

—Gracias Gabrielle, iremos a cambiarnos—dice Alice.

—Bien les hablaré cuando esté lista la cena.

Las hermanas Moreau suben a su habitación, mientras yo voy a la cocina a prepararles algo de cenar, habro el refrigerador y pienso que es lo más rápido que puedo hacerles, se me ocurre hacerles un delicioso sándwiches como los preparaba mi padre, tomó las cosas que necesitaba para preparar los sándwiches, empiezo hacerlos, espero y les guste a Alice y Amelia, nunca había preparado para alguien más, bueno solo en una ocasión que prepare algo para Jolie y para mi, pero de ahí a nadie más le he preparado algo, solo había preparado tres uno para las hermanas y uno para mi, al idiota de su hermano no le iba invitar de mis deliciosos sándwiches, no tardó mucho en prepáralos, cuando entra Dean a la cocina.

—Gabrielle, mis hermanas comerán pizza, para que no prepares nada—dice Dean entrando y me siento un poco triste.

—Está bien—ahora que are con los otros dos sándwiches me pregunté.

—Creo que llegue algo tarde—el idiota sonríe como si se estuviera burlando de mí, no lo soparto más.

—Si, pero no importa, a ver qué hago con ellos.

—No te preocupes, yo me los comeré—definitivamente no puedo que Dean se los como prefiero tirarlos antes que dárselos.

—No, los tiraré a la basura, no te preocupes—dije y él se acercó a tomarlos pero no lo dejó.

—No puedes hacer eso Gabrielle la comida no se tira ni se desperdicia—hasta que por fin estoy de acuerdo con Dean, pero no puedo dejar que los coma.

—Hoy are una excepción.

—Por qué no quieres que los coma—pregunta, no puedo decirle la verdad y continuó—hay alguna razón.

—Si.

—¿Cual es?— pregunta y no me puede callar y termine por decírselo.

—Me he prometido a mí misma, que al único hombre que le cocinaría sería a mi futuro esposo—al decir eso me sonrojo y me siento la persona más ridícula, Dean hace un movimiento rápido y me quita el plato.

—Con más razón me los comeré—dice y trato de quitarle el plato pero es inútil, veo cuando le da la primera mordida—están deliciosos, son los primeros sándwiches que pruebo así de deliciosos—hago una mueca y pienso será verdad lo que me está diciendo.

—Gracias—dije, no sé por qué le estoy agradeciendo y me siento a la otra esquina de la barra para estar lejos de Dean para comer mi sándwich.

—¿Quieres jugo de naranja?—me pregunta Dean.

—Si por favor—Dean me da un vaso de jugo y le agradezco.

Parece que a Dean le gustaron los sándwiches que había preparado, por qué no dejó nada en el plato y se veía muy feliz, me pregunté este hombre será bipolar.

Me escaparé antes de ser tuya. [En proceso].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora