Capítulo 36.

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Dean

Anoche fue una noche espectacular, primero la mamada y follada que me dió Gabrielle, la segunda por la cena que hizo Gabrielle, la tercera, por la camisa que me regaló, todo estuvo perfecto, cada día me enamoro más de mi lindo durazno.

Pero esta mañana todo se fue al carajo, cuando me llamó Robin y me dio la mala noticia que incendiaron una de mis tantas bodegas que tengo fuera de la ciudad, estoy que me lleva el diablo.

—Quien maldita se fue—dije gritando.

—No lo sabemos todavía Dean—dice mi amigo y continúa—pero dejaron esta nota.

Nota

Mi querido Dean vengo a quitarte las dos cosas que me pertenecen, suerte si me llegas a encontrar por que la necesitarás.

—Maldita sea, quién hijo de puta es—dije con furia.

—No será el maldito hijo de puta de Bastian—dice mi amigo.

—Lo más seguro que sea él, esa maldita rata de alcantarilla, se está escondiendo muy bien—dije furioso.

—Pero qué será la segunda cosa que le pertenece—pregunta mi amigo.

—No lo sé.

—Sabemos que la primera es el territorio, pero la segunda que diablo será—dice mi amigo.

—No sé, pero tenemos que estar alerta, pondré más seguridad en la mansión y en el colegio de mis hermanas.

—Albert, Adam—grite.

—Digamos señor—dicen.

—Quiero que refuercen la seguridad de la mansión y del colegio de mis hermanas.

—Sí señor enseguida.

—Otra cosa más.

—Investiguen si la escoria de Bastián tuvo algo que ver con esto y si ya salió de su maldito escondite.

—Sí señor.

                                         ♖
Estoy en el casino a revisando algunos documentos, pero no me puedo concentrarme la nota que dejó esa maldita persona no se me sale de la mente cuál es la segunda cosa que tengo y le pertenece, debo de averiguar si fue el maldito de Bastian que dejó la nota y qué es la segunda cosa de la que habla salgo de mis pensamientos cuando checo la hora en mi reloj Rolex.

Era hora de volver a la mansión para cenar con mis tres princesas ya que no pude desayunar con ellas. Dejó los documentos a un lado y me levantó de la silla salgo de mi oficina, al salir del casino, Albert me está esperando, abre la puerta del auto y subo.

Nos dirigimos a la mansión, estoy revisando un mensaje de Adam, que no encuentro al culpable que quemó mi bodega y el maldito idiota que dejó la nota.

—Señor nos vienen siguiendo—dice Albert.

Miro a través de la ventana y efectivamente una camioneta color negra nos vienen siguiendo.

—Albert acelera—ordenó.

Noto que la camioneta también acelera al mismo tiempo, saco mi arma de debajo del sillón del auto donde suelo dejar una por emergencia.

—Albert baja el vidrio.

Albert baja el vidrio del auto y empiezo a disparar, uno de ellos también empieza a disparar, cargo el arma y vuelvo a disparar y disparo a una de las llantas del auto y veo como el auto pierde el control.

—Albert detente—dije y Albert se detiene.

Bajo con Albert del auto y los dos hombres que nos seguían bajan de la camioneta y empiezan a disparar, regreso los disparos y mató al que me venía disparando, de pronto  siento un dolor en mi abdomen y escucho Albert disparar y mata al otro sujeto. Me tocó el abdomen, siento un líquido escurrir, el maldito me disparó.

Me escaparé antes de ser tuya. [En proceso].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora