El amor no existe hasta que llega

36 - Mar Mediterráneo

—Siguiente pregunta. ¿Plato favorito?

Ivan suelta una carcajada.

—Bonnie, tus preguntas son demasiado simples, me lo estás poniendo muy fácil para ganar.

Le golpeo el muslo con el puño cerrado. Ivan suelta una exclamación, quejándose.

—¿Quieres contestar?

—Bucatini all'amatriciana. Es un plato muy romano que siempre se ha cocinado en mi casa. Yo soy muy fan de la comida picante y de la comida italiana desde que soy pequeño, y esto une las dos cosas.

—¿Cómo son los bucatini? ¿Como los macarrones de siempre?

Ivan niega con la cabeza y aparta su mano de mis hombros para explicarme con los dedos cómo es la pasta de su plato favorito.

—Son una especie de espagueti pero tienen un hueco dentro. Algo como el resultado de mezclar espaguetis con macarrones. Son estrechos y largos como los espaguetis pero tienen un hueco dentro como los macarrones. La salsa se hace con guindilla y aceite picante. Está buenísimo.

—Me está entrando hambre, Ivan, el salmón de la cena no estaba muy bueno.

Ivan ríe.

—Algún día te cocinaré bucatini all'amatriciana.

—¿Cocinas? —pregunto, consciente de que los ojos me brillan de emoción.

—No. Sé hacerlo pero lo hago poco. Prefiero la comida de mi madre. En Roma nunca me dejan ayudar en las cocinas del hotel de mi padre, así que tengo que conformarme con lo que me pongan.

—¿Cocinas pero no lo haces?

Ivan chasquea la lengua.

—Me gusta cocinar y de vez en cuando he cocinado, pero no lo hago con normalidad.

—A mí me encanta la repostería. Y además se me da muy bien. Sé hacer un bizcocho de cookies increíble —presumo.

Ivan levanta una ceja y yo me muerdo el labio inferior.

—Pues algún día comeremos bucatini all'amatriciana y de postre bizcocho de cookies.

Cuando termina de hablar se inclina para besarme. Y yo sonrío por la idea de ese "algún día" que me promete.

—¿En qué pueblo de la costa de España pasarás el resto del verano? —pregunta cuando ya nos hemos separado.

—En Mijas, Málaga. Mis abuelos compraron una casita allí cuando se jubilaron y todos los veranos nos reunimos la familia en Mijas. Me encanta porque me paso el verano en la playa con mis primas, que son gemelas, y una vez cada dos veranos viene también mi primo Marc, aunque mi relación con él no es muy buena. Es ocho años mayor que yo, así que se lleva mejor con mi hermano Fran que conmigo —explico.

—Nunca he estado en Málaga.

—Algún día vendrás —digo, sonriendo y levantando una ceja—. ¿Con quién te sientes más unido dentro de tu familia?

Ivan se pasa una mano por la barbilla, pensativo.

—Uhm... Creo que con mi madre, aunque con mi padre me entiendo mejor. Supongo que somos muy iguales, tenemos la misma forma de pensar. Mi padre era un fiestero, por mucho que quiera esconderlo. El Gran Fabio Colaianni era el dueño de la noche de Roma en su época. A Giulia Benzi me siento más unido porque vivo con ella, supongo.

Termina encogiéndose en el sofá. Si lo conozco tan bien como creo, estoy segura de que piensa en la manera en la que lo ha fastidiado todo con su actitud este último mes que pasó en España.