El amor no existe hasta que llega

44 - Epílogo. En medio de alguna parte

Ayer fue todo genial. La mejor parte del día fue esperar el barco de vuelta al crucero sentada junto a Ivan en un bordillo de la Plaza de San Marcos mientras nos reíamos de las palomas y de cómo se resbalaban del bordillo. Pillé a mi padre haciendo una foto mientras los dos reíamos a carcajadas, y me prometo imprimir la foto y colocarla en mi habitación.

Después de la excursión a Venecia, que se lleva la corona como mi favorita, les cuento a mis padres todo lo de Ivan. Bueno, todo lo importante. Les cuento que es de Roma y trabaja en el barco. También les cuento que forma parte de un castigo, pero que no sé por qué. Ellos me preguntan si vendrá a verme y yo les digo que espero que sí. Después mi madre me pregunta si dejaré a Jaime y que espera que lo haga después de las vacaciones, pero ni siquiera hace falta que le conteste. Y luego a mi padre se le ocurre la genial (genialísima) idea de que Ivan cene con nosotros al ser ésta la última vez que cenaremos a bordo, así que no tardo en arreglarme y en ir a por él.

Cenamos juntos, charlamos y reímos los cuatro juntos. Después mis padres se van a descansar y yo me voy con Ivan a su terraza. Me propone ir a nuestro sofá por última vez, pero el solo recuerdo de Bruno me atormenta. Él me dice que cree haber oído que lo han despedido, pero como no queremos arriesgarnos decidimos bajar a su camarote.

Lo peor ha sido la despedida. Nuestro avión a España salía mucho antes que el suyo, así que no hemos podido despedirnos en el aeropuerto, sino en mi camarote. Me ha dado un abrazo, un millón de besos repartidos por toda la cara y me ha prometido al oído que en menos de una semana lo tengo en la Costa del Sol.

No he llorado no porque no me lo haya permitido, sino porque Ivan me ha repetido mil veces que no lo hiciera.

Ahora estoy en el avión, observando las nubes y cómo las sobrepasamos. No debe de quedar mucho más de media hora para aterrizar y ya estoy deseando abrazar a mis primas y contárselo todo.

He cogido muchos aviones a lo largo de mi vida y he estado en muchos aeropuertos distintos. También me he ido mil veces de vacaciones con mi familia. A pesar de lo rutinario de mi situación, ésta es la primera vez que he tenido que despedirme de Ivan.

Me viene mi primer pensamiento de las vacaciones a la cabeza y de esa sensación de que estas vacaciones serían distintas desde el momento en el que mis padres me dijeron que nos íbamos de crucero. Hoy sigo pensando lo mismo, pero ahora no cuento los días para que acaben, cuento los días para volver a ver a Ivan.

N/a: Hasta aquí mi tercer libro acabado en Wattpad. ¿Quién lo diría? Ni yo misma, probablemente. No me voy a enrollar con agradecimientos largos. Sólo dar las gracias a mis votos de siempre y los comentarios de MarianoC_, lilitom y mis niñas de mi grupo de Whatsapp que son quienes más sufren cuando no subo. Gracias por seguirme, por leerme y por no dejar de hacerlo cuando me paso un mes o más sin subir. Espero que hayáis disfrutado y nos vemos en la segunda parte.

¿Pensabais que se acababa aquí? ;);)