Enamorada del Jugador Estrella

Capítulo 43 - De vuelta

- ¿Y qué piensas estudiar?- me preguntó la mamá de Nick.

- Diseño gráfico- le sonreí.

- ¿Y eso te asegurará dinero?- continuó.

- Espero- le seguí.

- Yo también...- susurró más para si misma.

Por fin terminé de comer el postre.

- Nick... Creo que ya es demasiado tarde.- hablé.

- Lo es- afirmo su mamá.

- ¿Me podrías llevar?- y en ese momento le diría todo.

- Claro- afirmó algo ¿nervioso?

Me despedí de la mamá de Nick y salimos dirigiéndonos hacia su auto. El silencio era absoluto. Extrañamente, no daba más del sueño que tenía. Nick me abrió la puerta del auto y me senté. Él imitó mi acción.

- ¿Tienes sueño?- me preguntó.

- Un poco- mentí.

- Duerme, te avisaré cuando lleguemos- me dijo y le hice caso. Total, no perdía nada.

Y así, fue como apoyé la cabeza en el respaldar, lentamente todo se fue volviendo oscuro hasta que finalmente me dormí.

(...)

El ruido del agua en movimiento me despertó. Ya no me encontraba sombre el cómodo asiento, sino sobre unos trabajados brazos.

- Despertaste- me dijo ayudándome a pararme sobre el pasto.

- Esto no se parece a mi casa- continué.

- Te dije que sería una noche especial- me sonrió.

El reflejo de la luna estaba presente sobre el agua del lago.

Claramente estábamos de vuelta en el manto celestial. Nick se acercó más a mí pero lo detuve...

- ¿Qué pasa?- me preguntó.

Ni una palabra salio de mi boca...

- ¿Elizabeth?- continuó.

- Lo nuestro tiene que acabar- mentí.

- ¿Qué?- me preguntó confundido.

- Lo que escuchaste- le respondí.

- ¿Ya no me quieres?- continuó.

- No...- le respondí.

- ¿Por qué? Si hice algo para molestarte, dime pero por favor no me dejes- me pidió tomando mis manos, rápidamente me solté de su agarre.

- Yo lo he hecho- afirmé.

- ¿Todos tus sentimientos fueron una mentira?- me preguntó.

- Nunca existieron...- mentí.

Se acercó y me rodeó con sus brazos y me miró. Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

- Repitelo, mirándome a los ojos- me ordenó.

- No me hagas esto...- le pedí.

- ¿No puedes?- continuó.

- Lo nuestro solo trae problemas...- le respondí.

- Busquemos una solución... pero juntos- una lágrima brotó de su ojo. - Por favor...- y las lágrimas siguieron saliendo.

- No llores, Nick- continué y tomé su rostro.

- Elizabeth dime por favor qué hice mal- me pidió.

- Absolutamente nada- por fin dije la verdad en algo.