Sol & Luna [ Muichiro X Kotetsu ]

Hogar

-¿Están seguro de esto? 

Kanamori tentó levemente aquella flor azul enrollada en la muñeca del bebé, sus grandes ojos negros, idénticos a los de su amiga se pusieron sobre él poco antes de que el pequeño ser se estirara , posiblemente buscando la mascara que tenia a un lado de su cabeza. Haganezuka estaba detrás de él, solo mirando por sobre su hombro en silencio. 

-Hey¡, no hables como si fuera peligroso

La mujer, cansada, estaba tendida en el futón a su lado , aunque parecía tener la suficiente fuerza para gritarle a su amigo, su esposo solo soltó una risa antes de que el menor regresara al bebé a sus brazos.

-Pues lamento no confiarme de algo de lo cual nunca nos haz hablado- Miro con reproche a la mujer , la cual pronto de incorporo para acercarse a su pareja e hijo.

-No creo que Kohona este tan loca como para hacer algo raro con el bebé- Haganezuka finalmente hablo hacia su compañero antes de volver a ver a la pareja- ¿Verdad?

-Claro que no- Pese a su actitud juguetona, Kohona mostro una mirada seria lo cual duro poco antes de que el bebé extendiera sus manos hacia ella, a lo cual rápidamente lo tomo y arrullo suavemente

Suspiro, seguía inquieto con respecto a cualquier cosa que incluyera ese lirio extraño, pese a que lo conocía desde hace años,  nunca recibió una sola explicación de que podía hacer, como mínimo, no era dañina o ponzoñosa al tacto pero luego de eso en realidad no sabía mucho más, a veces creía que Kohona se la comía o algo similar pero nunca estuvo seguro.

Suspiro, resignado , hoy como siempre, no tendría respuesta de nada.-Entonces.... ¿Al final que nombre le pondrán? 

La pareja se miro un momento con una sonrisa , la mujer solo sonrió mientras el hombre respondía. 

-Su nombre es Kotetsu 

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La puerta se abrió con un chirrido. Su mirada paso por cada parte del interior antes de disponerse a entrar, el silencio lo envolvió rápidamente después de cerrar la puerta detrás de él. Se quedo quieto ahí,  como si apenas razonara que es lo que debería hacer.

Pasaron algunos minutos antes de finalmente mover sus piernas para avanzar y adentrarse más al lugar, pese al tiempo que paso fuera, aun conocía a la perfección este lugar, aunque cuando se mudó gran parte de las cosas que le importaban se fueron con él, cosas como los muebles y uno que otro cuadro mantuvieron su lugar marcado con polvo y algunas ramas que indicaban que habían pasado un buen rato sin tener mantenimiento.

Sus pasos resonaban con facilidad por el lugar, recorriendo la sala mientras lo innundaban recuerdos con su padre en ese lugar. 

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