Sol & Luna [ Muichiro X Kotetsu ]

Promesa

Al día siguiente, Kanamori ayudo a Kotetsu a preparar sus cosas para el tiempo que se quedaría con el pilar, principalmente su ropa y algunos juguetes. Una vez se sintiera más cómodo irían transportando las demás cosas importantes, como sus herramientas y a Yorichi zero, pero por el momento con eso debería bastar.

Tuvieron que presentarse con el señor Tecchin, Haganezuka y Kanamori los acompañarían hasta la finca pero debían volver más tarde. Kotetsu se inclino y se despidió ante el jefe de la aldea al igual que Muichiro. Una visita un tanto rápida pues los tutores del niño ya habían discutido previamente con él.

De camio hacia la salida pasaron por prácticamente toda la villa, entre comprando algunas cosas y despidiéndose de una que otra persona, si bien el niño no tenia muchos amigos en el lugar, al menos era alguien conocido, especialmente después de lo que hizo, algunos solo lo conocían por ser la pareja del pilar, eso era mucho más que un logro para un herrero en realidad, a si que a los demás habitantes no les pareció extraña la partida del menor, aunque aun era joven, técnicamente, Tokito podía sacarlo de ahí si así lo quería.

Era común que los pilares, y bueno, los cazadores en general se casaran jóvenes por su posible corta esperanza de vida, este no era el caso en realidad pero los adultos preferían que se pensara eso antes de hablar de más sobre los asuntos internos, tampoco querían ocasionar un desastre dentro de la villa lanzando acusaciones sobre todo de lo que se habían enterado últimamente, preferían hacer esto.... en silencio, al menos para que Kotetsu no tuviera mucho de que preocuparse.

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El camino hacía la finca del pilar fue un poco tardado, principalmente por que se detenían a cada rato para comprar cosas, al principio era entendible, pues no era como si Muichiro estuviera preparado para darle hospedaje a alguien más... con trabajo, los cazadores que tenia a su cargo obtuvieron una manta. Como era de esperarse, había mucha diferencia de entre tener a gente que ni si quiera recordaba su nombre y tener a su pareja en su casa.

Sin embargo, luego de detenerse en cada pequeño pueblo para comprar una u otra cosa, eso se volvió tedioso, claro que el pilar no le hizo mucho caso a las quejas de los adultos pero cuando Kotetsu le propuso concentrarse en llegar a la finca y, tal vez ir otro día al mercado cercano , Muichiro acato su petición enseguida.

Al menos logro que ya no se detuvieran , solo que Muichiro tomo al menor para llevarlo en sus hombros lo que quedaba de camino.

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La finca realmente se sentía fría, algo normal puesto que había estado deshabitada un buen tiempo, también había un poco de polvo y telarañas en una que otra esquina pero nada que no pudiera ser limpiado en algunos minutos.  Ginko finalmente hizo acto de presencia mientras ellos se encargaban de ello, empezó a gritar como  loca, aparentemente no le agradaba la idea de tener al niño dando vueltas por la casa. Muichiro tuvo que intervenir para calmarla, sorprendentemente, bastaron un par de caricias en su pecho para adormecerla y que se quedara en silencio, echada en su pequeña montaña de mantas que usaba como si fuera un nido.