CINCUENTA Y CUATRO

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En menos de cinco minutos Becky había alcanzado la puerta de la floristería. La carpa estaba bastante cerca, así que había decidido guardar los ramos de premio para los ganadores del concurso allí para evitar que estuvieran expuestos al aire libre más tiempo del necesario.

Giró la llave y entró al local aún intentando calmar su cuerpo después del torrente de adrenalina que había experimentado al cantar delante de toda esa gente.

- ¿De verdad crees que estoy perdida en el espacio? -

Becky ahogó un grito poniendo sus manos sobre su boca. Su corazón casi se sale de su pecho cuando escuchó la voz de Freen. - Dios mío, ¿tienes idea del susto que me has dado? - dijo Becky frotando su pecho, que parecía un tambor. Freen estaba tumbada sobre aquel colchón que aún permanecía en el suelo de la floristería.

- ¿Crees que estoy perdida? - volvió a preguntar.

- Me has visto actuar - afirmó Becky.

- Sí - contestó Freen sin levantarse del colchón. Estaba tumbada boca arriba, mirando al techo con ambas manos descansando sobre su barriga. -Ha sido maravilloso, Bec -

- Me alegro de que te haya gustado - Becky no tenía muy claro qué estaba ocurriendo en aquel momento, ni cómo debía dirigirse a Freen. De pronto todo era muy extraño - Freen...¿Qué estás haciendo aquí? -

- Supuse que vendrías después de actuar - contestó.

- Supusiste bien - el silencio era ensordecedor - ¿qué... - fue a preguntar, pero Freen la interrumpió - ¿Puedes venir aquí, conmigo? - preguntó la chica - ¿Te tumbarías un momento a mi lado? - Becky se quedó paralizada por unos segundos. Estaba realmente confusa.

- Supongo que sí - dijo vacilante - Está bien - se acercó hasta el colchón y se tumbó al lado de Freen en la misma postura que tenía ella, con los ojos fijos en la oscuridad del techo - Freen qué ocurre, qué estás haciendo aquí -

- He estado pensando mucho en todo esto. En ti, en mí, y bueno, en las otras tú y yo - dijo sin mover ni un músculo - Nada parece tener una explicación lógica, y lo peor es que no creo que podamos encontrarla jamás - suspiró - Me encantaría poder mirar por esa ventana que dice Patty que existe, y hablar con mi otra yo para preguntarle si de verdad todo ocurrió como pensamos que ocurrió, o si simplemente tú y yo estamos totalmente desequilibradas y esta es la manera en la que nuestro cerebro se ha protegido de la locura -

- No creo que estemos locas, Freen - intervino Becky - sé que lo que nos contó Patty es más digno de cualquiera de sus novelas de ciencia ficción que de algo que pueda siquiera asemejarse a la realidad. Pero yo tampoco he podido encontrar otra explicación coherente a lo que ocurrió aquella noche. Y tal vez no sé - parecía cansada de pensar en ello - tal vez no haya que buscarla -

Freen frunció el ceño -¿No quieres saber qué pasó? -

- Yo sé lo que pasó - dijo Becky - Sé que te conocí. A ti, o a otra tú, a estas alturas realmente me da igual. Sé que no morí. Sé que estoy aquí hoy, y sé que tú estás tumbada a mi lado como si te hubieran momificado - hizo una pausa - Sé que te echo muchísimo de menos. - suspiró - Y sé que te quiero. -

Freen giró por primera vez la cabeza para encontrarse de lleno con los ojos de Becky. Su estómago volvió a dar ese salto tan característico que se reservaba para cuando ella la miraba. - Te quiero, Freen - continuó - Estoy enamorada de ti. Y me da exactamente igual cuántas versiones tuyas haya en el cosmos, porque estoy completamente segura de que me enamoraría de todas ellas -

Freen sintió que aquel vacío que se había generado en su pecho empezaba a llenarse, como si una presa de agua se hubiera roto y estuviera inundando su interior. Becky la quería, y no sabía muy bien por qué, pero eso simplemente parecía funcionar. Tal vez el amor es suficiente para salvarse - pensó - Yo también estoy enamorada de ti, Bec - susurró. Y de pronto aquellos segundos de silencio empezaron a cargarse de electricidad.

- Bien...Hubiera sido terrible descubrir lo contrario en este momento - Dijo Becky sonriendo, repitiendo lo que le dijo Freen en su primera vez.

Agarró la camiseta de Freen por el pecho y la acercó a ella hasta que sus labios se encontraron por fin. Ninguna de las dos podría haber imaginado lo mucho que sus cuerpos se habían echado de menos. Si sus corazones lo habían hecho, no era nada comparado con lo que sus manos anhelaban el cuerpo de la otra; con lo que sus labios deseaban volver a recorrer cada rincón, con lo que sus lenguas ansiaban volver a reconocerse.

En menos de un segundo la mano de Freen estaba tras la nuca de Becky, haciendo tan intenso el beso que apenas podían respirar. Sus piernas se entrelazaron y Becky puso su mano en la cadera de Freen para apretarla contra ella. El gemido de Freen despertó lo más primitivo de Becky - Joder Freen - susurró sobre sus labios - no vuelvas a separarte de mí, por favor -

- No lo haré, Bec - volvió a besarla - No me iré -

El baile de besos se mezcló con el movimiento de sus cuerpos buscándose, intentando convertirse en uno solo. Las manos de Freen se colaron bajo el jersey de Becky que suspiró cuando sintió el calor de los dedos de la chica sobre su piel. Con un movimiento bastante ágil desabrochó el sujetador de Becky con una mano, provocando la risa de la chica sobre sus labios. Cuando Becky sonreía en mitad de un beso Freen siempre pensaba que podría morirse de ternura, y esta vez no fue diferente. - Te quiero tanto...- dijo Freen con su frente pegada a la de Becky - Tanto - volvió a besarla mientras Becky bajaba con su mano hasta el botón del pantalón de Freen para desabrocharlo.

-Tanto...- repitió Becky sobre su boca metiendo su mano a través del pantalón y la ropa interior para tocar a Freen - Tantísimo - dijo mientras se colocaba hábilmente en la posición que necesitaba para unirse a Freen por completo - Que podría hacer esto cada día de mi vida- dijo entrando en ella por fin.

El gruñido que sonó en el fondo de la garganta de Freen fue suficiente para que Becky tuviera la necesidad de apretar su cuerpo contra el muslo de la chica, que arqueando levemente su espalda se unió rápidamente al vaivén continuo que marcaba la mano de Becky enterrada entre sus piernas.

No dejaron de besarse incluso necesitando más aire del que estaban respirando, estaban tan unidas, tan conectadas que nada parecía hacerles falta en aquel momento para existir salvo el cuerpo de la otra. Los gemidos de Freen se intensificaron cuando Becky se separó de sus labios y atacó su cuello, bajando levemente el ritmo de su mano para torturarla durante unos segundos. Sonrió al ver la mirada de Freen con los ojos entrecerrados, pidiéndole más, y tras unos momentos de calma, como si fuera un descanso en el ojo del huracán, Becky volvió a devorar sus labios y a retomar el ritmo.

En su cabeza comenzó la cuenta atrás mientras sentía como ella misma estaba al límite, y aguantó estoicamente hasta que el temblor de las piernas de Freen anunció lo inminente, para dejarse ir con ella. Los gritos ahogados de las dos se fundieron mientras seguían unidas frente con frente, respirando el mismo aire, y la explosión las azotó a ambas sacudiendo todas las moléculas de su cuerpo. 



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LEJOS  DE  ERIS  • FreenBecky •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora