LEJOS DE ERIS • FreenBecky •

DIECINUEVE

Al cabo de unos minutos salieron del invernadero con un pequeño ramo de flores amarillas que Becky había comprado y varios saquitos de semillas para la floristería. Llevaba un rato conduciendo cuando comenzó a hablar -Yo prácticamente vivía con mi abuela - dijo de pronto, como si en algún momento hubieran dejado esa conversación a medias. - No pasaba demasiado por casa cuando era adolescente, ya sabes. Tampoco ahora que soy más mayor, como puedes ver -

-¿No te llevas bien con tus padres?- preguntó Freen que se enganchó a aquella conversación salida de la nada apenas sin esfuerzo -

-No demasiado. Peor con mi madre supongo. Pero más triste con mi padre - suspiró. - Mi abuela sí que era importante. Le encantaban esas flores - dijo señalando con la cabeza al asiento trasero - bueno, las flores en general. Supongo que eso se lo pegó Patty. - sonrió al recordarlo

- ¿Eran muy amigas? -

- Eran inseparables. Iban juntas a todos lados. Patty pasaba más tiempo en casa de mi abuela que en la suya propia. - hizo una pausa en la que su ceño se frunció levemente - supongo que por eso se marchó cuando ella murió -

Freen observaba el perfil de Becky que por primera vez desde que la conocía tenía un semblante serio, rígido; casi doloroso. Lo que fuera que estaba sintiendo en aquel momento era lo suficientemente importante como para endurecerla y no quiso revelar su pasado familiar y conseguir hacerla sentir peor. Freen sintió que había muchísimo que no conocía de Becky, y que fuera lo que fuera aquello, quería evitar que le hiciera daño -Bueno, pero seguisteis en contacto ¿no? - preguntó Freen intentando que Becky volviera.

- Sí, claro. Nunca lo hemos perdido. Patty es mi familia ahora -

-También lo es para mí, en cierto modo - comenzó Freen - era la única persona a la que conocía cuando llegué aquí. De no haber sido por ella no sé dónde estaría ahora mismo -

- Me alegro entonces de que la encontraras - sonrió Becky.

El coche se detuvo en un entrante de tierra cerca de la carretera. Freen no se había dado cuenta pero habían salido de la ciudad y ahora estaban metidas en un camino de bosque que quedaba a unos diez minutos conduciendo. Becky se bajó y cogió el ramo de flores amarillas. Freen la siguió caminando durante unos minutos hasta que llegaron a un puente de piedra sobre un río. Era un puente pequeño y sin embargo Freen sintió cómo todo el vello de su cuerpo se erizaba mientras veía a Becky caminar sobre él.

Si los demonios de Freen hubieran tenido alguna forma seguramente una de ellas sería un puente. Pero eso era algo que definitivamente no estaba preparada para compartir con Becky.

-¿Vienes? - preguntó Becky desde el centro de aquella maciza estructura. Freen se había quedado algo rezagada.

- No me van mucho las alturas - mintió.

- ¿Debemos añadir eso a los fantasmas y los murciélagos?-

-Probablemente -

-Venga Freen ven, no está tan alto - dijo asomándose. Freen ahogó un grito llevándose las manos a la boca - Dios mío ¿Estás bien?-

- No te asomes, por favor - prácticamente fue un ruego.

- Vale, vale - dijo preocupada - Espera, mira. - la chica volvió sobre sus pasos hasta llegar a Freen. -Solo tengo que llegar al agua. Podemos ir por la orilla si lo prefieres. - Freen asintió - Está bien. - Miró directamente a los ojos de Freen que parecían los de un cachorro asustado. La necesidad de abrazarla era tan grande que Becky no sabía cuánto tiempo más iba a poder soportar esa agonía. - Vamos -

Comenzaron a caminar bajando la ladera de la montaña hasta llegar al río que serpenteaba tranquilo y silencioso. Freen aún estaba intentando recuperar el ritmo normal de su respiración bajo la atenta mirada de Becky. Solamente asintió como señal para que no se preocupara por ella, y entonces Becky se alejó unos metros agachándose en la orilla observando el agua correr durante unos segundos en los que inspiró profundamente.

-Hola abuela. Fíjate, hoy vengo acompañada - murmuró sonriendo - Es Freen, aunque bueno, tú ya la conoces. No sé si ella te recuerda, pero yo estoy segura de que también te quería como yo. Ella quiere a Patty, así que no tengo duda alguna de que también te quería a ti. Ha tenido algunos...problemas y bueno, tal vez nunca llegue a saber quién soy. Pero por ahora me basta con estar aquí. Espero que seas feliz allí arriba, o donde estés - Soltó el ramo de flores en el agua y vio cómo se alejaba. Los pasos de Freen sobre las piedras de la orilla del rio le dijeron que la chica se estaba acercando. -Hago esto cada año- explicó Becky - cada año que pasa y no está. Es mi forma de rendirle un homenaje. No suelo estar en casa para visitarla en el cementerio, pero me gusta pensar que el agua siempre llevará las flores donde ella esté. Que el agua siempre me llevará a casa-

Y fue instantáneo, como si su necesidad hubiera sido escuchada por el universo; la chica de ojos asustados tiró de su brazo para darle la vuelta y antes de que Becky pudiera apenas reaccionar, Freen la abrazó. 

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