LEJOS DE ERIS • FreenBecky •

CATORCE

El trayecto en coche hasta el aeropuerto fue bastante agradable. Nam y Becky se pasaron todo el camino hablando sobre temas inconexos. Realmente eran de ese tipo de gente que puede darle conversación a una piedra. Sin embargo Freen miraba por la ventanilla intentando controlar la inquietud que le estaba generando la idea de tener que volver sola con Rebecca en el coche los cuarenta y cinco minutos de camino de regreso.

Pararon el coche en la zona de salidas, y bajaron las maletas de Nam. Becky y ella se despidieron cordialmente con la promesa de volver a verse cuando Nam regresara, mientras Freen caminaba hacia la puerta acristalada de la terminal para despedirse de su amiga con algo más de intimidad.

- Muchísimas gracias por venir Nam. Ha significado muchísimo para mí, ni te lo imaginas - dijo Freen con un atisbo de emoción en los ojos. Lo de llorar tampoco lo llevaba demasiado bien.

-No me tienes que dar las gracias por venir a verte, tonta. A decir verdad en un mes tengo un par de semanas de vacaciones, y tal vez me anime a venir porque aquí pasan cosas interesantes- dijo mirando por encima del hombro de Freen para localizar a Becky que consultaba su teléfono apoyada en su coche. - Y con cosas ya sabes a qué me refiero - levantó las cejas.

- Nam no empieces otra vez...-

- Freen no seas cabezota y escúchame. No estoy bromeando ni intentando molestarte para variar. Te prometo que esta vez te digo de corazón que no creo que sea una mala idea que conozcas a Becky. -

- Bueno, ya la conozco.-

- Me refiero a que la conozcas Freen, y que le permitas a ella que te conozca. Tú ya sabes que yo soy un poco bruja y hay como una vibración extraña en el aire.-

- Una vibración extraña. Ya, claro. Deberías quitarle las pilas a lo que llevas en la maleta antes de guardarlo -

- Lo que tenía que haber hecho es dejártelo a ti en tu apartamento. - dijo riendo - aunque quién sabe, igual después de esta noche no te hace falta. -

- Nam...Eres imposible. -

-No querida, imposible eres tú. Pero te quiero muchísimo. Y me tengo que ir. Dos verdades incontestables. - Freen rio - Vamos Freen, venga. - le golpeó suavemente el brazo - Tienes la vida ahí mismo-

Y entonces Freen la abrazó. No era un abrazo efusivo ni con fuerza alguna. Pero Nam abrió muchísimo los ojos devolviéndole el abrazo con cautela ¿Sería posible que Freen estuviera regresando de donde quiera que estuviera perdida? -Te quiero Nam. - dijo Freen soltando sus brazos. Nam sonrió ampliamente. Asintió y se marchó con su equipaje hacia al control de seguridad mientras Freen la despedía desde lejos, y cuando la perdió de vista escuchó una voz muy cerca de su oído que la hizo sobresaltarse.

-¿Tienes planes para esta noche? - preguntó Becky

- No, la verdad es que no. ¿Vamos a cenar con Patty hoy?-

- No, no, de hecho es lo que iba a decirte. Patty va a estar fuera de la ciudad durante unos días y me pidió que la disculparas, que tendríamos que posponer la cena. -

- Ah, claro, no hay problema - contestó Freen sintiendo algo así como ¿decepción? - ¿Te gustaría ir a un sitio conmigo? - preguntó Becky de pronto y su cara decía que estaba preparada para recibir otra negativa.

En la cabeza de Freen resonó la voz de Nam: Vamos Freen, venga. Tienes la vida ahí mismo.

- Venga. Sí, vale - dijo Freen cogiendo aire -¿Sí? - Becky parecía sorprendida.

- Sí, vamos - Freen sonrió ampliamente, con la boca, con los ojos y con todo su cuerpo. Y Becky notó como si una manada de elefantes le bailara en el pecho. Dios mío, estaba en problemas. 

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