LEJOS DE ERIS • FreenBecky •

VEINTE

El tiempo es una cosa curiosa. A veces pasa lento; tanto que no parece avanzar. Como esas clases de última hora en las que mirabas el reloj y podrías haber jurado que el minutero iba hacia atrás. Otras veces sin embargo, el tiempo vuela y se escapa entre tus dedos como si intentaras agarrar la arena más fina de la tierra. Y otras veces el tiempo simplemente se detiene durante unos instantes. Ni el sonido del agua, ni el rumor lejano de la carretera, ni los pájaros; nada. Ni siquiera se escuchaban las piedras bajo sus pies porque se habían quedado totalmente inmóviles.

Los brazos de Freen rodeaban el cuerpo de Becky a la que había tomado completamente por sorpresa, apretándola contra ella, descansando su barbilla sobre el hombro de la chica que tardó un poco en reaccionar al abrazo; sinceramente no se esperaba que Freen iniciara ningún tipo de contacto físico, y aquella certeza sumada a las ganas tan enormes que ella tenía de que lo hiciera provocaron una disonancia en su mente que la dejó aturdida.

Cuando por fin reaccionó, separó sus brazos de su cuerpo y los llevó a la espalda de Freen, y apoyó su mejilla sobre su hombro respirando el olor de la larga cabellera morena que se movía levemente con la brisa del río. Freen notó cómo las manos de Becky presionaban levemente su espalda, y apretó aún más su abrazo, girando un poco su cabeza para esconder su rostro en el pelo de Becky.

No tenía ni idea de lo que estaba haciendo, y aquel comportamiento era de lejos lo más inesperado y espontáneo que había hecho en años. Algo dentro de ella la empujó, y no solo eso, es que ahora le impedía por completo romper aquel contacto con Becky que su cuerpo parecía haber deseado desde el primer día que aquellos ojos marrones se chocaron con los suyos.

Freen respiró profundamente, absorbiendo su olor, y la chica sentía cómo se le erizaba todo el vello con la respiración de Freen tan cerca de su cuello.

-Prométeme que no vas a asomarte a ningún puente - dijo Freen de pronto. Aquello agarró a Becky tan por sorpresa como el abrazo.

- Pero Freen qué...-

-Tú sólo prométemelo-

Becky hizo una pausa antes de contestar. Aquella petición no podía ser una casualidad, pero en aquel momento podría prometerle a Freen que le bajaría la luna estando completamente convencida de que podría conseguirlo.

- Está bien. Te lo prometo - dijo por fin. Hizo otra pausa, esta vez más larga, sin mover ni un sólo músculo por miedo a romper aquel contacto - Freen - la chica hizo un sonido invitándola a continuar - ¿Podrías prometerme algo tú también? - un nuevo sonido de asentimiento - Prométeme que no vas a desaparecer- Aunque parecía imposible que pudieran estar más cerca, Freen apretó el abrazo aún más, y Becky suspiró; aquello estaba escapándose de su control. - No desapareceré - susurró cerca de su oído - Te lo prometo -

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