TREINTA Y OCHO

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-Vaya, vaya. Veo que no pierdes el tiempo ¿eh? -

-¡Nam! - Freen casi gritó su nombre - ¿Pero qué haces aquí? - dijo saltando prácticamente a sus brazos, cosa que dejó totalmente perpleja a la chica. - Pero, pero - parecía confusa - No lo entiendo ¿Qué haces aquí?-

- Hola a ti también ¿eh? ¿Cuánta cafeína has tomado, Freen? - dijo Nam sonriendo.

-Solo un chocolate, pero parece que tengo cinco años y ahora estoy histérica - dijo moviendo las manos como quitándole importancia - Pero pasa, pasa - se hizo a un lado - ¿Me vas a decir qué haces aquí? -

- Pues que me han adelantado una semana las vacaciones, y he dicho pues nada me vuelvo con mi amiga Freen que sospecho que tendrá novedades que contarme - la miró con los ojos muy abiertos.

- ¿Novedades? - dijo mirando distraídamente a su alrededor - pues poca cosa ¿eh? no te creas-

-¡Vamos Freen! ¡Que te acabo de ver besándote con Miss Floristería! - Nam aplaudió sonriendo - Heng tenía razón-

- Espera, ¿Cómo que Heng? -

-Nada, una larga historia -

-Pero-

-Pero nada, ahora mismo estás contándome absolutamente todo -

-¿Hablas con Heng sobre mi? - preguntó intentando procesar que Nam estaba allí, y que sabía cosas.

-Pues claro que hablamos de ti Freen, de qué más quieres que hablemos - dijo su amiga mientras se acomodaba en el sofá. Freen la siguió.

-Pues no sé, cuando estuviste aquí me pareció que vosotros...-

- Tampoco fue para tanto. De hecho casi siempre estábamos hablando de ti - Freen levantó las cejas - pero vamos a lo importante. Rebecca. Habla-

- Es que no sé qué quieres que te diga - dijo sintiendo como el calor le subía por las mejillas - ya lo has visto -

- Sí pero sinceramente, eso no me ha parecido un primer beso - sonrió - así que venga, desde el principio -

Freen le contó, en una versión ligera y evitando describir con detalle cómo se sentía cada vez que Becky la rozaba, lo que había ocurrido desde que la dejaran en el aeropuerto hacía unas semanas. Nam la escuchaba intrigada, entusiasmada, y sobre todo feliz. Feliz de ver cómo su amiga estaba por fin regresando de aquel recóndito lugar en el que llevaba años escondida.

-Estoy tan contenta por ti Freen - dijo por fin con los ojos vidriosos - De verdad. Ni te lo imaginas -

- A ver...tampoco hemos hablado demasiado de lo que ha pasado. No sé qué piensa ella, o qué quiere. O si es que quiere algo más - se sinceró. El móvil de Freen vibró de pronto sobre la mesa y la pantalla se iluminó. La chica echó un vistazo sin poder evitar sonreír.

- Ajá. Quince minutos después de dejarte. - señaló el móvil - Ya veo que ella no está para nada interesada en ti - dijo Nam intentando contener la risa ante la expresión de Freen mientras esta leía el mensaje de Becky.

-Solo me escribe para decirme que ha llegado a casa -

- Ya...claro. ¿Puedo leerlo? - levantó las cejas.

Nam era así. Siempre había sido así y era una de las cosas que Freen adoraba de ella. Se conocían a la perfección, y Nam sabía dónde estaban los límites de Freen. Freen, por su parte, sabía que Nam ni siquiera los tenía - Digo, si solamente te está informando ¿no? Es para saber si tengo que preocuparme de que vaya a romperte el corazón o no -

Freen se rio y le tendió el teléfono suspirando. No podría negarse ni aunque se lo propusiera.

- Ya estoy en casa. Aunque bueno, después de haberte tenido aquí, ahora todo parece extrañamente vacío. Estoy deseando verte. Espero no parecer una loca y una cursi pero hubiera querido besarte hasta dormirme. Buenas noches, Solo Freen. - Nam leyó el mensaje en voz alta mientras Freen cerraba los ojos y apretaba los labios intentando que la tragara la tierra en aquel momento. Abrió despacio un ojo esperando encontrarse con la mirada de Nam, que suspiró mientras dejaba el teléfono sobre la mesa - Vale, creo que debería preocuparme más de que tú le rompas el corazón a ella.

-¿Has dejado a Freen en casa? - preguntó Patty cerrando el libro que se estaba leyendo y dejándolo sobre su regazo.

- Sí, ya está allí - contestó Becky que sabía que aquella era la primera de una tanda de preguntas por parte de la anciana. - Sé que me vas a preguntar un millón de cosas, pero es que-

- Rebecca está bien, no pasa nada - dijo la anciana suspirando - Sabía que tarde o temprano pasaría esto. Solamente quiero que recuerdes lo que hablamos -

- Lo sé, lo sé. Lo recuerdo. No debo contarle a Freen que yo la conocía antes de llegar aquí - susurró - Hoy ha pasado algo, de hecho - recordó- No sabría explicarte qué, pero algo le ha pasado cuando ha entrado a cambiarse de ropa en el baño - la anciana dejó el libro en la mesa y la miró, instándola a continuar. - No sé qué ha ocurrido, pero estaba bien y de pronto la he escuchado gritar. He salido corriendo hacia el baño y la puerta estaba cerrada, pero podía oírla llorar y decir cosas que no he logrado entender - bajó la mirada al suelo con preocupación - estuvo casi diez minutos así; un poco más y echo la puerta abajo. Y después salió y no quiso hablar del tema. Como si nada hubiera ocurrido.-

Patty miraba a la chica con una mezcla de preocupación y compasión que Becky no supo cómo identificar. Imaginó que sentía pena por Freen.

-¿Y dices que eso pasó cuando Freen se estaba cambiando de ropa?- preguntó finalmente.

- Sí...¿Pero qué tiene eso qué ver realmente? - Becky estaba confusa.

- Nada, nada. Solamente estaba intentando hacerme una idea de la situación - dijo pensativa - Pero bueno...¿Quieres hablarme entonces de qué ocurre entre vosotras? - preguntó al fin. Becky se puso nerviosa de pronto.

- Eh... - balbuceó - no sé, quiero decir, no sé si hay un nosotras o qué.-

-Bueno, a mí me lo ha parecido durante todo el día de hoy - levantó una ceja con una expresión divertida .

- Bueno...a ver. Puede ser que algo sí haya pasado - Becky no sabía ni dónde mirar ni qué hacer con sus manos - Pero tampoco quiero montarme películas de forma apresurada. Sé que Freen tiene sus tiempos -

- Yo solamente quiero que seas feliz Rebecca. Y sinceramente, creo que Freen también lo merece-

- Lo sé, lo sé - dijo moviendo la cabeza. - Por nada del mundo le haría daño -

- De eso estoy segura cielo - afirmó la anciana - solo ten cuidado, ¿de acuerdo?

- Lo tendré Patty, te lo prometo -

Becky se marchó a su dormitorio, estaba agotada y necesitaba dormir. Patty sin embargo se había desvelado tras su conversación con la chica. Sus miedos parecían estar haciéndose realidad, y como sospechaba, la cercanía entre Freen y Becky podría ser el detonante para que la memoria de Freen se activara. Seguramente eso es lo que había ocurrido en aquel cuarto de baño, y Patty estaba prácticamente convencida de que todo se desencadenó a partir de aquella camisa de cuadros que Freen llevaba puesta cuando hizo acto de presencia en el salón aquella mañana. Si la chica empezaba a recordar, era cuestión de tiempo que las preguntas salieran a la luz. Y eso, con Rebecca tan presente en su vida, podría desatar el más absoluto caos.



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LEJOS  DE  ERIS  • FreenBecky •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora