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Con el paso de las horas la gente fue llegando a ese lugar privado, entregando algunos regalos y palabras de apoyo a aquel camarada que ya se iba a su retiro. Comenzaron a llegar órdenes de comida y tragos - ¿Ya llegaron todos? - pregunto Jay ansioso por empezar todo.

- Creo que si - se escucho la voz del Sr. Dan detrás de Jay, haciendo a este dar un pequeño brinquito del susto y mirando en su dirección- ¡Jefe! así que si pudo venir - dijo embozando una sonrisa - Pues si alguien se va, mínimo debo darle palabras de apoyo - dijo el jefe apoyando una mano en el hombro de Jay.

El jefe agarro una lata de cerveza y la levanto - Por una buena vida y que nuestro compañero disfrute de unas buenas vacaciones de ahora en adelante, espero y puedas vivir en paz- dijo sonriendo amablemente mirando al mencionado fijamente con una pequeña maldad en sus palabras casi imperceptible. Todos  alrededor aplaudieron felices por las palabras y empezaron a beber a gusto. 

- Entonces ¿Cómo es que pudo venir? no es que me moleste pero me da curiosidad luego de todo el trabajo pendiente - dijo Jay sirviéndose un trago a el y Aaron. 

- Pues, digamos que quise pasar más tiempo con mis empleados, así que intente lo mejor posible por acabar mi trabajo lo más rápido  posible - dijo mirándolos tranquilo bebiendo de a poco - Bueno, es agradable compartir con usted - respondió Jay sonriendo dulcemente, tal parece que dejando de lado aquella apariencia aterradora de más de dos metros, era bastante amigable. 

Mientras pasaban las horas los tragos iban y venían, la comida apenas era tocada de no ser por Aaron, no era fan de el alcohol, mucho menos podía aguantar el beber tales cantidades a comparación de Jay - Hey no te excedas demasiado, que luego es un drama llevarte a casa borracho- dijo tomando el hombro de Jay con cuidado, haciendo que este reaccionara un poco y lo mirara - ¿Mm? Oh tu tranquilo, sabes que tengo resistencia al alcohol, esto apenas y me hace cosquillas - dijo divertido bebiendo un vaso por completo sin problema alguno.

Aaron soltó un leve suspiro y siguió comiendo mientras lo miraba - Como tu gustes - mencionó comiendo con calma.

- Entonces Jay, estoy interesado en relacionarme más con mis trabajadores - dijo el Sr. Dan mirándolo - ¿Te molesta si te "interrogo" un poco? - dijo tocándole la mejilla con un dedo de forma juguetona, el alcohol parece que ya le estaba pasando factura. Jay solo pudo soltar una risita que maravillo al mayor - Claro señor, responderé lo que guste - dijo siguiéndole el juego con diversión, le era divertido ver a su jefe emborracharse a gusto.

- ¿Eres soltero? No tiene que ver con la organización, pero para familiarizar - dijo dando un sorbo a su trago - Wow empezamos con preguntas fuertes eh - dijo Jay comiendo un poco de carne con entusiasmo - Soy soltero, digamos que aún no encuentro a mi hombre ideal - mencionó haciendo un puchero actuado. 

- Mm, entiendo, una lastima que alguien como tu sea soltero - Respondió el jefe terminando su trago para luego revolverle el cabello - ¿Y usted? Seria una lastima más grande que alguien como usted sea soltero, sin ofenderlo pero parece un imán de parejas - menciono Jay con una sonrisita - Supongo en ese caso que ambos somos una lastima para tener parejas - dijo sonriendo Dan a Jay mientras lo miraba directamente. 

Aaron los miraba desde el lado de Jay, no sabia como reaccionar ante toda esa interacción pero era más que obvio que el coqueteo estaba a flor de piel en esos dos, tal vez y prefería pensarlo así, todo era culpa de el alcohol - Voy un momento al baño y regreso - dijo pasando entre algunos de la mesa para ir al baño. "Tal vez debería llevarlo a casa, no es que no sepa cuidarse, ya es un adulto hecho y derecho, pero a este paso cualquier movimiento en falso podría causarle tiempo fuera o peor, que lo despidan " pensó en sus adentros Aaron, entro al baño y se remojo un poco la cara y mirándose al espejo, demoro un par de minutos en terminar de procesar todo, le era algo difícil pasar tanto tiempo con mucha gente, aun si eran sus compañeros, peor aún si veía a su casi hermano coquetearle tan libremente a su jefe.

Cuando regreso a la mesa pudo ver como ese par seguían hablando arduamente entre si, aún estando en la misma mesa pareciera que esos dos estaban en su propio mundo, soltó un suave suspiro y volvió a su lugar, no intervendría si algo no pasaba, solo se quedaría hay por Jay, para poder cuidarlo. Mientras tanto los demás invitados habían empezado un pequeño juego de cartas, donde apostaban pequeñas cantidades de dinero, uno que otro billete y entre su aburrimiento y la extraña sensación de estar entre un coqueteo entre su mejor amigo y su jefe, prefirió prestar atención a las jugadas. 

- Bien voy a mostrar la última carta ¿Alguien sube la apuesta? - dijo uno, al no tener respuesta mostro la última carta y se escucharon varios suspiros frustrados, al hacer esto uno de los individuos coloco su atención en Aaron y este aún estando ebrio pensó que seria buena idea intentar hablarle. 

- Hey Aaron, hablemos un poco mientras acomodan todo de nuevo - dijo el joven devolviendo sus cartas y sirviéndose un trago, el mencionado solo dirigió su mirada a este, normalmente no era mucho de palabras con alguien más que no sea Jay y eso casi todos lo sabían -  Sabes han estado llegando varias misiones nuevas, la mayoría a tu nombre, supongo que haces muy bien tu trabajo - dijo dándole un leve golpecito en el hombro en señal de orgullo, Aaron solo asintió tranquilo - Aunque sabes, llego una, bastante peculiar, no somos un tipo de caridad para los ricos, pero pagaron bastante por un pedido, aún no lo confirman pero seguro queda a tu cargo - dijo sonriente mientras bebía, Aaron lo miro sin mucha preocupación, ya estaba acostumbrado a todo tipo de pedidos - ¿Y que seria esta vez? Sabes que si se tratan de mujeres o niños yo no actuó aunque paguen bien, de eso se encarga otra sección - dijo dando una mirada firme al ebrio que tenia de compañero.

- Oh no no, no es ese tipo de pedido - dijo mirando el techo tratando de recordar - Por lo que me acuerdo, se trata de un chico joven, es algo conocido en la ciudad según entendí, tiene un negocio que sobresale bastante, sobre todo por su persona - dijo dando un bocado al picadillo sobre la mesa - Aunque es algo curioso, aun no tenemos nada confirmado pero informaron que era parcialmente ciego ¿Divertido no? - Dijo sonriendo - Si te llega a tocar ese caso, me pregunto como lo torturarías. 

Aaron estaba mirándolo fijamente, en sus pensamientos resonaba una sola persona ante esa descripción, pero le era mejor preguntar para asegurarse, tal vez así el miedo que tenia dentro de aquello se disiparía rápidamente - De pura casualidad ¿No te acuerdas del nombre del supuesto objetivo? - dijo apretando levemente sus manos mientras mantenía la mirada. 

- Si no mal me acuerdo era algo como Arnold, Ahri. No no, no era así - dijo pensando tratando de hacer por un segundo al lado el alcohol - ¡Agni, si si, así se llamaba! - dijo sonriendo para luego darle un largo sorbo a su vaso antes de acabarlo y terminando esa frase, Aaron pudo sentir como su garganta se secaba por completo, tratando de mantener la compostura de milagro el color no abandono su cuerpo, actuar de forma errática o alarmante dejaría muchas dudas de su persona ante todos los presentes. 

- Ya veo - Respondió de forma seca para luego dar, de forma inconsciente, un pequeño sorbo al trago de Jay sin este percatarse. Se sentía ahogado.

Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora