El tiempo pasó volando más rápido de lo que Dan hubiera querido, ya se iban a cumplir dos meses en que el accidente había ocurrido y aún le era difícil procesar todo lo que había ocurrido en la ausencia de Jay.
La empresa estaba en su mejor momento gracias al arduo trabajo de Aaron y junto a este se sumó la anulación de la enemistad entre Dan y William, formando una seudo alianza beneficiada por ambos lados.
Dan estaba camino al hospital llevando un hermoso ramo de rosas rojas, se había puesto a pensar en que momento se había acostumbrado a comprarle estás flores a Jay. Ciertamente no era fan de las flores y podría jurar que era levemente alérgico al polen de estás.
Recordando soltó una suave risita, al recordar el rostro de Jay sonriendo entre todas esas flores que le regalaba, esa imagen le encantaba y tal vez eso había sido la razón del porque esos regalos, las rosas resaltaban la belleza de Jay y lo hacía sonreír, cualquier cosa que hiciera feliz a Jay, Dan se lo daría.
Estaba seguro que ese pensamiento sería peor cuando despertara, teniéndolo a su lado lo mimaria dando hasta el último de gastar hasta el último centavo que tuviera. Le daría el mundo en bandeja de plata si así lo quisiera.
Entro en silencio a la habitación, cambiando las rosas del día anterior levemente marchitas.
- Buenos días amor. - dijo Dan acomodando todo y besando la mano de Jay con cuidado, estaba agradecido de que su condición mejorará, ya no tenía que verlo con un sin fin de tubos y medicamentos alrededor, solo un suero y algún que otro medicamento diario.
Sacando un libro nuevo de un bolso se sentó a su lado - Compre un libro nuevo, pensaba cambiar el enfoque, algo de romance no estaría mal, así al despertar se te ocurre algo. - dijo en un tono divertido sonriendo, quedando en un leve silencio que le dolía, le hubiera encantado ver a Jay sonrojarse avergonzado por esa idea.
Sujetando la mano de Jay apego su rostro a esta, acurrucandose un poco, extrañaba el tacto, la voz, todo. Quería tenerlo consciente a su lado aunque fueran unos segundos, quería besarlo y verlo tornarse un tomate en vida.
- Ay cariño, me haces tanta falta. - dijo afirmando su frente en su mano - Me gustaría que vieras todo lo que está pasando, todo está mejorando para la empresa y Aaron con ese chico están felices con los próximos cachorros. Igual y tu amigo aún no se da cuenta. - dijo en un tono burlesco y triste.
Soltó un suspiro apenado y besándole la mano se acomodó a su lado, leyendo el libro a gusto disfrutando del romance que desbordaba cada página mientras acariciaba la mano a su lado.
Mientras la triste pareja desconsolada estaba en aquella fría habitación de hospital, Aaron y Agni daban una vuelta luego de toda la pila de trabajo que Aaron tenía.
- ¿Esta rico?. - preguntó Aaron llevando las cosas del Omega mientras esté comía un enorme helado.
Agni asintió rápidamente, disfrutando del delicioso helado de chocolate que llevaba en sus manos, se sentía algo culpable por disfrutar de tan delicioso sabor, su vientre no dejaba de crecer, no se sentía merecedor de algo tan rico, aunque al menos esos pensamientos se iban cuando compartía con Aaron.
Mientras caminaban tranquilamente pasaron fuera de una tienda de bebés y Aaron tuvo el impulso de entrar a revisar todo, la inminente venida del cachorro lo tenía ansioso y quería estar preparado junto a todos los posibles gustos del bebé.
- Debo ver algo rápido, espérame sentado. - dijo dándole un beso a Agni dejándolo sentado fuera de la tienda, miraría rápido sin poner mucho en peligro a Agni.
Mientras Aaron entraba a revisar que cosas podría comprar al bebé, Agni disfrutaba de lo poco que quedaba de su delicia, aferrándose un poco a este, empezaba a tener nuevamente pensamientos negativos hacía si mismo, diciéndose gordo y que debería bajar de peso para no perder a Aaron.
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Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]
Fiksi RemajaAaron, un asesino reconocido como el segundo mejor dentro del bajo mundo, recibe constantemente misiones para eliminar personas de múltiples lugares. Por un pequeño "error" su próximo objetivo resulta ser el dulce chico con nariz de perro a cargo...