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Aaron sorprendido por todo lo que le contó Jay se acomoda en su silla - Entonces para resumir, ahora eres el compañero sexual del jefe, al cuál le gustas te durante casi 5 años y desde ahora te va a coquetear de todas las formas posibles para intentar conquistarte - dijo, más para si mismo tratando de creer todo lo que había pasado en menos de una hora.

- En efecto, todo lo que dijiste es correcto - respondió Jay, es una buena oportunidad para ver qué sucede y por mientras, disfrutaré del privilegió , las cenas y los mimos extra nunca están demás- mencionó sonriendo divertido. Aaron mirándolo solo pudo soltar un suspiro resignado - Mientras no coloques en peligro tu trabajo y tu vida por estar con él, no creo que allá problema - dijo girando en su silla quedando frente a su escritorio, pensando en sus adentros de los rápidos movimientos que hizo Jay a comparación de él.

Y dentro de todo lo que ocurría dentro de su mente se decidió por algo, el igual haría un movimiento rápido, había disfrutado de lo último sucedido con Agni y ya llevaba tiempo hablando con el, profundizar todo no podía hacerle daño a nadie, almenos hasta que el caso se confirmará.

Y desde ahí, el día transcurrió con más facilidad, el jefe casi no molesto de forma innecesaria y pudieron pasar las horas de comida con calma - Ahora que tú diste ese paso y lo que ocurrió en la mañana, yo también quiero arriesgarme un poco más - Jay lo quedo mirando con la boca llena, totalmente quieto atento a todo lo que dijera, era un evento casi único ver a su amigo tan decidido y enamorado a la misma vez.

Jay trago firmemente y lo miró- Entiendo ¿Algo en mente? - dijo bebiendo agua y mirándolo - ¿Tal vez una salida al cine?¿Llevarlo a caminar? No estoy acostumbrado a estas actividades amorosas, necesito tu ayuda - dijo soltando un suspiro y comiendo lentamente.

Jay feliz por su amigo en busca de ayuda sonrió - Tu tranquilo, veamos - saco su billetera y empezó a buscar - Hay un café por el centro que es muy bueno y si supongo que tiene buen gusto para eso, hazlo probar los rollos de canela y los chocolates calientes, son una delicia absoluta - dijo entregándole una tarjeta - Ocupa esto para comprar, soy cliente frecuente de hay - dijo sonriendo, estaba emocionado por ayudar en todo lo posible.

- Y si tu chico es muy introvertido o algo, se pueden reservar salas privadas en esos cafés, es bastante lindo, parece ambientado en jardín japonés - dijo recordando la última vez que fue, tal vez iría en otro momento.

- No es mi chico tonto - dijo Aarón, internamente feliz por lo que dijo a su amigo, guardó la tarjeta y sonrió levemente, estaba agradecido por toda la ayuda que estaba recibiendo - Muchas gracias Jay, realmente lo aprecio - dijo dándole su trozo de torta de frutas y limpiandole la boca manchada por exceso de comida, le era difícil expresarse con palabras por lo que prefería hacerlo con regalos y actos de servicio.

Jay sonrió amablemente - No hay de que, solo espero que mi mejor amigo no la cagué, si todo va bien espero poder ayudarte en las futuras citas, por si igual necesitas ayuda ¿Si? - dijo mirándolo tranquilamente y comiendo de a poco el postre. Internamente estaba emocionado de que el final del día llegará para poder saber de las acciones de su amigo, hace mucho quería ayudarlo a conocer a alguien, supongo que esto era mejor, le resultaba incluso tierno como estaba actuando.

Con el final del día Aaron se levantó y se despidió de Jay - Si todo va bien te lo diré - dijo nervioso acomodándose su traje y cabello, Jay río divertido ante esas acciones, parecía un adolescente yendo a buscar a su pareja al baile - Si si enamorado, si quieres te ayudo con la reserva, ya me conocen te mando luego los datos - Aarón asintió feliz y salió, rumbo a la florería, si se apresuraba llegaría a su hora de cierre.

A paso apresurado llegó, justo cuando Agni estaba guardando las últimas flores, tomo aire para sus nervios y entró, haciendo sonar la campanilla - Disculpe, la tienda ya está cerrada, si necesita algo tendrá que esperar a mañana - dijo Agni girándose en torno a la puerta, al sentir ese aroma familiar se sorprendió - ¿Aaron? - mencionó avanzando de a poco - ¿Que haces aquí? Normalmente no vienes tan tarde ¿Necesitas algo? - dijo quedándose frente al peli rojo, gracias a lo de la mañana su cuerpo estaba entre estallar de los nervios por todo lo ocurrido a derretirse y relajarse en el pecho de el contrario, ahora le generaba mayor relajación y hasta cierto punto lo sentía como un lugar seguro.

- No no, osea - pensó Aarón - Creo que si, digo si, necesito algo - dijo firme con un tono amable, Agni dejo su rostro en dirección al de él, sus mechones rojizos brillantes le ayudaban a orientarse entre toda su ceguera - Me gustaría invitarte a salir ¿Te parece si mañana vamos a tomar un café? - recién estaban empezando a acercarse de forma más "íntima", eso estaba por ahora mejor a decir una cita, por ahora.

Agni sonrió de oreja a oreja, feliz por la idea e ilusionado de todo lo que podría pasar - Me parece bien ¿Te parece si vienes por mi a las 4 y nos dirigimos a donde quieras? Voy a cerrar temprano - Aarón estaba emocionado, asintió rápidamente y le tomo un dedo - Me encanta la idea, entonces mañana vendré por ti - no podía contener su felicidad, tenía una sonrisa de bobo en la cara que nadie podría quitarle.

Agni feliz por todo se colocó de puntillas y lo besó en la mejilla - Excelente, en ese caso nos vemos mañana - el corazón de Aaron dio un salto de alegría, su mente era un revoltijo de muchas cosas y eso le impedía hablar o pensar, ese Omega era peligroso para cuando quería estar cuerdo.

- Si, que descanses Agni - dijo devolviéndole el beso, ambos estando como tomates maduros se retiraron de la tienda y Agni la cerro, sintiendo aún la presencia del alfa le logro atrapar una mano y con cuidado se la beso - Que descanses Aaron - dijo, para luego irse en un taxi directo a su casa.

Ambos desde sus puntos estaban vueltos locos y felices, por fin tendrían la oportunidad de conocerse y saber más a fondo, como es la persona que los ayuda en sus momentos dificiles, como es la persona que los hace sonreír cual tontos enamorados.

Desde la punta del edificio de enfrente a la florería, unos llamativos y a la vez apagados ojos grises miraban la escena en su totalidad, desde las sombras, algo empezaba a oler muy mal.

Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora