Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]

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'Narrado por Jay'

La verdad no me acuerdo cuando empezó todo, fue hace unos diez años aproximadamente, pero recuerdo claramente como y quién empezó todo el desastre que soy.

Había un chico, Alexander, no recuerdo su apellido pero recuerdo bien como ese hijo de puta podía jugar con la gente, incluyéndome, era un experto en la manipulación y en dar vuelta los problemas e inseguridades, muchas veces me hizo sentir que mis inseguridades eran una forma de buscar pelea con él. Claramente éramos de esas relaciones tóxicas, más por su lado evidentemente, terminábamos y volvíamos a cada rato, era la historia sin fin con giros argumentales más que predecibles.

En ese tiempo valla que era ingenuo, un polluelo indefenso, terco, tonto y que veía bondad en cosas que no la tenían. No seguía los consejos de mi único amigo real, estaba siempre rodeado de gente que me decía que así se veía el amor en esos tiempos, que tenía que quedarme hay por que esa era su forma de demostrarme lo mucho que me amaba y apreciaba, aunque toda esa gente quedaba opacada con la presencia de Aaron, a diferencia de mi él normalmente estaba solo, le gustaba estar así, yo era el niño odioso que lo molestaba en su tranquila soledad, supongo que luego de un tiempo el se acostumbro a mi y solo a mi, hasta que claro llegaste tu.

No sé cuántas veces Aaron me advirtió que ese chico no le daba buena espina y yo por amor ignoraba todas sus advertencias, era un idiota hasta los pelos. Se que el quería protegerme e hizo todo lo que estuvo a su alcance, agradezco mucho eso aún en este tiempo, pero tampoco podía encerrarme y aislándome del mundo, por muy malo que fuera todo él sabía que tenía que aprender esta lección por mi cuenta.

Como estaba acostumbrado a toda esa rutina y ese chico había sido mi primera pareja y mi primer todo, me construyó ese concepto de amor junto a los comentarios tontos de los demás pubertos,  creía que así se veía el amor verdadero en las personas, siempre trataba de convérsenme que él no era ese tipo de novio amoroso, que él simplemente amaba a su forma con todas las excusas por detrás. No me regalaba nada porque al final el amor no era material y el dinero era difícil de conseguir, al menos para eso porque para drogas, condones y alcohol siempre había, no me respondía mensajes para que me centrará en mis proyectos y así no me distrajera con él, realmente estaba cegado por ese idiota, dios ni siquiera estaba bien dotado, tenía el miembro más pequeño que esta en mi memoria, pero supongo que por amor también le decía que tenía el mejor pito del mundo y que me destrozaba cada vez que teníamos algo, cuando a veces ni la sentía.

Aún así ese chico me engañaba cada vez que podía, ni con todos mis dedos podría contar las veces que lo hizo y tuvo de excusa alguna droga o alcohol, o incluso algún chantaje diciendo que como estaba tan concentrado en mis proyectos lo dejaba muy solo y buscaba en cualquiera mi compañía, siempre decía que por eso buscaba chicos parecidos a mi, realmente era una mierda sin sentimientos ególatra y narcisista, siempre hacía quedar como que no le daba suficiente atención o no lo satisfacía lo suficiente en la cama.

Con el tiempo se le vinieron nuevas ideas para destruirme tanto física como mentalmente, tuvo la fantástica idea de prostituirme, según con el pretexto de que obtendría experiencia y al mismo tiempo lo excitaría viéndome. compensaría todas esas cosas si me dejaba vender como el objeto que quería que fuera.

Estaba casi seguro que buscaba cualquier hombre con ganas de follarse cualquier agujero joven e inocente, decía que le gustaba verme estar con otros hombres al mismo tiempo, pero cuando estaba en la cama con todo ellos nunca apartaba la vista del teléfono, nunca excepto para decirme que podía hacerlo mejor o irme como la vergüenza y zorra que era cuando gritaba la palabra de seguridad que siempre ignoraban, son incontables las cosas horribles que me hicieron algunos tipos, tuve que hacerme lavados de estomago y ni pensar en contarle mi infierno en vida a Aaron, porque tenía miedo que si perdía eso no le gustaría a nadie más, por lo usado y roto que estaba.