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Durante casi todo el día la pareja se mantuvo descansando acurrucados en la cama, disfrutando del olor del otro y de la tranquila respiración del contrario al dormir, era una sensación inexplicable pero que a la vez, les reconfortaba.

 El sonido del teléfono de Aaron interrumpió toda la paz que estaba en ese cuarto, soltando un suave gruñido y moviéndose con cuidado de no despertar a Agni cogió su teléfono y contesto.

- ¿Hola?. - pregunto adormilado sin haber visto quien llamaba.

- ¡Aaron! ¿Dónde estas? ¿Estas bien?. - se podía escuchar la voz de Jay a través el teléfono con una notoria preocupación. Aaron se acomodo en la cama acurrucando a Agni.

- Estoy bien, tranquilo. Estoy en el departamento de Agni, lo eh, ayude con su celo. - dijo esto último en un tono bajo feliz y sonrojado por lo ocurrido. Jay a oírlo se quedo en silencio unos segundos, analizando lo que había escuchado.

- Entiendo, ¿Usaste la caja que te di?. - pregunto con más calma, feliz por su amigo y por los futuros chismes que podrían venirse.

- Si. - Aaron se quedo en silencio unos segundos - La usamos toda, incluso Agni uso unos que tenía aquí. - dijo con calma mientras acariciaba el cabello del omega.

- Valla y yo creía que yo era el caliente. - dijo Jay divertido - Me alegra que la pasaran bien, estaba preocupado que no llegaras a la oficina ya que nunca faltas, lo dejare como una falta e emergencia, a la siguiente dime más temprano para ayudarte. - dijo esto con una sonrisa feliz - Aprovecha tu día "libre", luego quiero detalles. -

Aaron sonrió levemente - Me parece bien, luego hablamos entonces. - Colgó la llamada y dejo el teléfono de lado, dedicándose en su totalidad a mimar a Agni entre sus brazos mientras admiraba cada centímetro e Agni, acariciando lentamente su rostro memorizando cada rasgo con sus dedos. Con mucho cuidado de no despertarlo le dio un suave beso, incrédulo de por fin tenerlo a su lado, acurrucándolo entre su cuerpo para mantenerlo caliente.

Agni simplemente soñaba como estaba acompañado por un gran tigre, peludo y amoroso, que lo llenaba de besos mientras lo acurrucaba para mantenerlo calentito, adormilado sonrió ante la tierna idea de que ese tigre fuera Aaron, tenía hasta un cierto parecido.

Al medio día Agni recobro su conciencia, despertando lentamente mientras se estiraba y sentía ese dolor de cadera que había mucho no sentía.

- Diablos, creo que me pase un poco ¿Estas despierto Aaron?. - pregunto adolorido masajeando su cadera mientras palpaba la cama, sintiéndola vacía, quedando helado - ¿Aaron?. - elevo un poco la voz, moviendo su cabeza a los lados tratando de ver su leve figura.

Al no recibir respuesta sintió como en sus hombros caía un valde de agua fría, tan fría que le hacía doler todo el cuerpo, de dentro hacía afuera, provocando a su corazón doler haciendo a este soltar algunas lagrimas, creyendo que había sido utilizado nuevamente por alguien "No me lo creo..¿Él realmente me utilizo solo para eso?" pensó, intentando no cuestionarlo tanto para no caer en un pozo oscuro de ansiedad y tristeza.

Antes de soltar algún sollozo escucho como la puerta del cuarto se abría - ¿Me llamaste? Estaba haciendo el almuerzo ¿No eres alérgico a nada no?. - preguntó Aaron entrando al cuarto donde, si Agni pudiera verlo, se daría cuenta que estaba solamente en pantalones junto a un delantal de cocina. 

Agni quedo en silencio mirando a su dirección - ¿Cómo amaneciste?. - pregunto Aaron ganándose frente a él, dándose cuenta de las lagrimas que Agni traía, alertándose y  limpiándolas con cuidado - ¿Qué ocurre? ¿Te duele mucho?. - pregunto preocupado abrazándolo con cuidado acariciándole la cadera - Perdóname no volverá a suceder, no llores por favor. -

Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora