Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]

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Luego de una larga investigación, Aaron pudo encontrar información del tipo que hizo el encargo de Agni. Había encontrado mucho más de lo que esperada.

Tenía razón cuando en la mañana habia sentido esa leve sensación familiar hacía ese tipo problemático, estaba registrado como el encargado de esa solicitud, según la información que pudo encontrar, este era parte de una familia adinerada y vivía en los barrios altos de la ciudad, era un Alfa recesivo, bastante joven y por lo que pudo ver, por temas familiares y de tradición, tenía un compromiso con Agni desde hace casi 5 años, aunque por lo que ve nunca se pudo concretar. Era interesante lo que podía encontrar con un caso, un nombre y un poco de tiempo, agradecía en ese momento trabajar en ese tipo de agencia.

Por lo que podía deducir, si el compromiso llegaba a suceder, ambas familias junto a Cael tendrían un aumento de estatus y poder en esa sucia sociedad, ese pensamiento le daba un subidón de rabia enorme, el que ellos vieran a Agni solo como un objeto para obtener poder le enfermaba.

Aaron miro serio todos los papeles y registros resistiendo las ganas de ir detrás de él y toda esa gente de inmediato, ahora todo tenía un poco más de sentido, del porque la actitud de Agni hacía ese tipo, la leve resistencia e incomodidad a cuando querían hablar de temas familiares y más entendible que seguramente lo hablará solo con amigos de confianza. 

Soltando un suspiro de enojo se acomodo en su silla y preparó algunos archivos para los grupos de investigación, si quería que todo resultará bien debía pensar en cada minúsculo detalle, para preparar un pequeño grupo que vigilará tanto a Agni como a ese hijo de puta, debía prepararse para estar dos pasos por delante si quería que Agni tampoco se diera cuenta de todo lo que haría.

Mientras un enojado Aaron planeaba en silencio todas sus estrategias para detener todo lo sucedido y mantener a salvo al Omega, por los barrios altos una discusión se estaba formando dentro de una gran y lujosa casa.

- Te dimos el sencillo encargo de traer a ese tonto devuelta aquí ¿Tan complicado es hacerlo tú con tus hombres? - habló una señora canosa y vieja, arreglada y maquillada cual señora ricachona tratando de aparentar menos años.

- Madre no es mi culpa, ese tonto es resistente, aparte sus feromonas no es algo con lo que se deba tratar a la ligera, no por nada querían un compromiso entre él y yo desde un inicio - respondió Cael bebiendo un poco de vino - No me rendiré tan fácil, solo necesito algo más de tiempo para convencerlo y hombres mas fuertes - dijo mirando a la gente que se encontraba frente a él, pareciera que estuviera en un juicio, donde estaba en juego su futuro y sobre todo su cabeza.

- No es suficiente, los Chips están algo impacientes y frustrados con la noticia. Ya es suficientemente vergonzoso con que lo dejarás ir hace 5 años, está vez no debe repetirse - dijo un señor dejando firmemente una copa sobre una mesilla - Secuéstralo si hace falta, pero Agni Chips debe estar en esta casa a fines de mes a más tardar, si sabes lo que te conviene lo harás lo mas pronto posible ¿Cierto Cael? - agregó este en un tono firme mirandolo de forma amenazante.

Cael trago en seco bajando la cabeza para mirar el suelo, estaba aterrado - Si padre, daré lo mejor - dijo en un tono firme pero bajo - Más te vale, si el apellido Woods baja de estatus por tu culpa los azotes serán el castigo más amoroso que te daremos - dijo el padre. Cael trago saliva asustado por la amenaza, solo asintió a las palabras del mayor y cuando todos terminaron de hablar se levantó del sillón donde estaba, se despidió y salió de aquel lugar lo más rápido que pudo.  Saliendo de  ahí soltó un suspiro hondo y se cubrió el rostro pensando en como haría para arreglar toda la mierda que se podría venir.

- Mierda ¿Por qué debe ser todo tan complicado con ese chico? - dijo acariciando su frente estresado. Antes de que pudiera emprenderse camino a su auto escucho una risita burlona desde atrás de una de las plantas altas al lado de la puerta - ¿Debería sorprenderme al verte tan patético hermanito? - dijo un chico asomándose de forma sigilosa y elegante.