EXTRA C3

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Con la llegada del amanecer, en la casa de Dan se comenzaba a sentir el aroma a desayuno fresco. Una tranquila pareja dormía en el dormitorio principal, un Jay adormilado hasta los dedos y relajado hasta su ultimo rincón estando en aquella cómoda cama mientras Dan lo llevaba observando desde hacia ya un corto tiempo.

Acariciando cuidadosamente el cabello de Jay para no despertarlo y notando los leves quejidos que este soltaba junto a unas cuantas feromonas, lo hacían sentir muy feliz, habia sido tiempo desde que anhelaba que esto pasara y lentamente Jay perdía ese olor a hospital.

A los minutos se escucho un leve golpeteo en la puerta acompañado de la dulce voz de Lily - Mi señor, el desayuno esta listo. - informo tranquila sin abrir la puerta pues prefería mantener esa privacidad.

- Entendido, bajare en unos minutos. - respondió Dan en un tono bajo que Lily pudo escuchar sin mucho problema, terminando por bajar para acomodar las ultimas cosas.

Dan miro a Jay y sonrió suavemente, acercando su rostro para besarle las mejillas y acariciarle el cuello y brazos - Es momento de despertar Jay. - dijo en un tono juguetón sin intenciones más allá de molestar. Extrañaba los espasmos y leves quejidos de Jay, había sido un buen tiempo desde la ultima vez que los escucho.

- 5 minutos más. - replico bajo Jay acurrucándose en el pecho de Dan y cubriéndose con la sabana, aún estaba somnoliento por los medicamentos y tratamientos, le llevaría un tiempo dejar todo eso.

- No no, el doctor fue claro, las comidas a tus horas. - dijo Dan sacando la sabana y subiéndose sobre Jay haciéndole cosquillas, haciendo a Jay pegar un salto y patalear por piedad mientras reía.

- Ya ya, maldición no me dejan descansar. - agrego Jay sujetándole las manos a Dan - Vamos antes de que se te ocurra otra forma de molestarme. - dicto Jay con una sonrisa adormilada, recibiendo un beso en la frente de Dan y levantándose de la cama a por una camisa.

- Estas más cariñoso y empalagoso que de lo normal. - agrego Jay mientras lo seguía con la mirada.

- Es inevitable, no tienes la mínima idea de cuanto te extrañe todo el tiempo que estuviste en ese hospital. - respondió Dan acariciándole una mejilla - En fin, bajemos, Lily odia que su comida se enfríe y no debes tomar tus medicamentos con el estomago vacío. - 

El par de "tortolos" bajo tranquilamente a por el desayuno, mientras Jay esperaba a por su café miro la urna en aquel mueble, le costaba asimilar que dentro de esa cosa estuvieran las cenizas de un bebe del que no conocía su existencia - Seria mas fácil si tiráramos esas cenizas. - Pensó en voz alta, notando casi al instante como Dan se tensaba un poco a su lado y dirigía su mirada a la urna.

- Yo, creo que aún no, sonare muy sensible pero le tengo cierto apego. - dijo algo apenado, sentía que para cualquier otro era tonto tenerle apego a las cenizas de un bebe del que no supo hasta luego de muerto, pero era importante para él y eso era lo único que importaba para él.

Jay lo miro en silencio unos segundos y soltó un suave suspiro - Esta bien, no te apresurare a ese proceso, pero si veo que te empieza a afectar demasiado yo mismo me hare cargo. - dijo tomándole un hombro hablando desde su preocupación.

Dan sonrió y coloco su cabeza en su hombro - Me parece bien, ahora come que luego tendremos visitas. - agrego, dándole de comer una tostada.

Lo que quedo de mañana transcurrió con tranquilidad, al menos en esa casa, desde otro punto de la ciudad una pareja sufría de las nauseas matutinas del embarazo.

Agni estaba prácticamente abrazado a la taza del baño vomitando mientras Aaron le acariciaba la espalda dándole consuelo - Lamento mucho que estés así. - dijo Aaron apenado siendo testigo desde primera plana de todo el sufrimiento que tenía Agni diariamente.

Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora