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Con los días todo fue raro y nuevo para Jay, todo su mundo dio un giro de 180° grados. Dan dejo de enviarle mensajes, lentamente cada vez iba respondiendo mas monótono y simple, dejo de abrazarlo y mimarlo, ya no tenia palabras de cariño ni le tomaba la mano, no mas charlas para provocarle enojo, no mas rosas y no mas 'conejito'.

Jay estaba sentado en su lugar, preparando informes antes de irle a dejar la comida a Agni, se distrajo mirando su celular y reviso nuevos mensajes, nada. Por mera nostalgia fue a lo antiguo de sus mensajes con Dan, viendo el amor y cariño que este podía entregarle, viendo los corazones y stickers que este le enviaba, apretó sus manos aguantando un pequeño nudo en la garganta de frustración. Se habia acostumbrado a que el actuara así, pero al fin y al cabo esto era lo que el quería, algo meramente sexual, sin sentimientos ni compromiso.

Aún así la boca le sabia amarga, la 'victoria' no sabia como el esperaba y sabia dentro de si, que habia sido egoísta con Dan, como Agni lo estaba siendo con Aaron. Soltando un suspiro desganado guardo su celular levantándose, yendo a fumar para recapacitar por todo.

 Encendiendo su cigarro se afirmo en el barandal de la azotea, mirando la ciudad, aquel lugar que escondía tanta maldad como hermosura, todo eso no le valía nada si no encontraba algo que lo hiciera feliz y lo mas cercano a ello estaba a kilómetros de él en una misión que aún duraría mes y medio.

Escucho como le enviaban un mensaje y rápidamente reviso si era Dan, error, era el tipo del baño, se habían puesto en contacto al día siguiente de eso y Jay pudo ver claramente como este tipo era un Alfa horrible, maltratador de mujeres y sobre todo, Omegas en general, le gustaba golpear animales y apostar hasta la última gota, le repugnaba la gente así y aún se recriminaba internamente el haber tenido sexo con alguien así.

Mirando su celular en silencio espero unos minutos a por Dan, recibiendo un pequeño mensaje de éste.

- "¿Sexo?". - leyó Jay, apretando el cigarro entre sus dedos.

-"Claro, le daré la comida al amigo de Aaron y voy". - respondió, viendo el pequeño lápiz en el chat dando a entender que estaba escribiendo.

- "Ok". - y se desconecto, dejando a Jay con un pequeño vacío y frustración.

Inquieto fumo dos cigarros y se fue en dirección a donde Agni, encontrando a este acostado en el sillón de la sala, acalorado sintiendo el azote de su celo.

Agni lo escucho y levanto la cabeza en su dirección, llevaba algunas horas así luego del desayuno y se estaba volviendo loco, masturbarse con el aroma de Aaron no le había sido suficiente, es más, lo habia desesperado incluso más de lo que ya estaba.

Jay se acerco preocupado - Ah mierda ¿Estas bien?. - dijo examinándolo por completo, podía verle los pantalones mojados y tanto temperatura como la mente la tenia en los aires.

- Iré por supresores, espérame aquí. - dijo levantándose para ir a la puerta. Antes de poder alejarse Agni le atrapo una mano. 

- No me dejes solo, por favor. - dijo Agni apenas cuerdo, descifrando que era Jay quien estaba con él antes de perder la cabeza.

Antes de poder alejarse Agni lo tumbo en el suelo, subiéndose sobre él liberando una gran cantidad de feromonas. 

Jay lo miro petrificado y sorprendido, podía sentir su pantalón mojarse por culpa de Agni, intentando levantarlo este jadeo por el contacto, tomándole una mano y dejándola en su miembro. Dejando a Jay mucho más perplejo.

- Tócame, por favor. - dijo frotándose sobre Jay, sin conciencia de lo que estaba haciendo. 

Jay trataba de levantarse sin lograrlo "¿Como es que este Omega tiene tanta fuerza?" pensó sin ver una salida sin lastimar al pequeño, mirando el estado en el que estaba sabía que debía hacer si quería dejarlo ir. Rogo en sus adentros que Aaron le perdonara si llegaba a enterarse de lo que haría.

Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora