Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]

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Con el transcurso de los días ya se les empezó a hacer rutinario el irse juntos al departamento de Agni, más de una vez este quiso invitar a Aaron a pasar, pero sentía que sonaba demasiado desesperado de su parte. 

Al menos así lo creía los primeros días, luego ya se colocó de meta invitarlo a pasar, sin ninguna idea en mente, solo poder lograrlo.

Tal vez este sería el día, mientras se colocaba su chaqueta para cerrar la tienda podía escuchar a Aaron afuera hablando por teléfono, con algo de curiosidad se apego a la puerta, le gustaba el chisme, eso nadie podía negarlo, seguramente fue una señora chismosa en su vida pasada.

- Todo esta bien, lo llevo a su casa ahora. - Agni podía escuchar una tenue voz a través del teléfono , sin poder distinguir que decía.

- Ya te dije que no tonto, no usare eso, apenas estamos a un mes de esto, no hare eso. - podía notar un claro tono de vergüenza en la voz de Aaron, no tenía que ser un adivino para saber a que se refería, pero tenia dudas de quien estaba al otro lado del teléfono.

- Bata Jay, iré a mi ritmo y sobre todo al de Agni. - un pequeño silencio - ¡No es ritmo de anciano! Es un ritmo totalmente normal. - podía escuchar una risa a través del teléfono.

Aaron soltó un suspiro avergonzado, Agni intuyo que con eso se cubrió parte de la cara rojo.

- Voy a colgar, que te valla bien en tu cita y no te olvides de esos papeles antes de irte. - pequeño silencio -Si si, yo igual te quiero tonto. - se escucho la llamada cortarse.

Agni se asomo por la puerta en dirección a Aaron, este lo miro y se acerco a acomodarle el abrigo - ¿Amigo tuyo?. - pregunto Agni con una sonrisita, sentía un pequeño nudo en el pecho con esa llamada, no le gustaba esa sensación, sabia bien lo que era todo eso, eran celos. 

- Si, de la infancia, trabajamos juntos desde hace mucho. - respondió Aaron llevando de la mano a Agni al auto, sintiendo un pequeño cambio en el olor de Agni, era, más intenso.

- Entiendo. - respondió Agni con su sonrisita subiendo al auto, era feliz sabiendo que Aaron tenía amigos, le preocupaba que al ser tan serio estuviera solo, aún así, sentía ese pequeño demonio dentro de si, esos  celos sutiles que aparecían de vez en cuando.

Mientras el auto partía al departamento de Agni, la conversación ya había sido anotada por un guardia de Cael y enviada a el mismo.

Este al recibir los informes no estaba pendiente del teléfono o no precisamente por ese lado. Desde el día que habia ido al bar recibía constantemente mensajes de un hombre, no recordaba mucho de esa noche debido al alcohol y la música, lo poco que le ayudo a recordar esa noche fueron las marcas salvajes y el notorio dolor en su cadera.

- ¿Sería peor para mi familia si se la metí a un desconocido o si me la metió un desconocido?. - dijo sin preocupaciones acostado en la parte de atrás de su auto a uno de sus hombres.

- Con todo respeto, creo que todo lo que haga hará sentir algo negativo hacia usted señorito. - respondió apenado su asistente.

- Cierto. - dijo respondiendo los mensajes y revisando los informes. Soltó un suspiro cansado y se sentó con firmeza - Preparen un auto y un grupo, cuando esos tortolos se separen quiero a Agni en el interior del auto camino a la mansión. El asistente asintió empezando a preparar todo. 

Mientras todo ese infierno era preparado para el Omega, la pareja de tortolos se encontraba en la puerta del departamento.

- Bueno, nos vemos mañana. - dijo Aaron besándole la frente a Agni.

Antes de que Aaron se alejara Agni le atrapo una mano - ¿Te gustaría entrar?. - pregunto Agni firme, con las mejillas rojitas por los nervios. 

Aaron al verlo sonrió enternecido - Claro. - dijo caminando y pasando a un lado de Agni - Con permiso.