-4-

468 55 1
                                    

Por el otro extremo de la ciudad, ubicado en un gran edificio se encontraba Aaron, mirando constantemente el reloj de su mano mientras escribía los informes de las misiones que tuvo, siempre se colocaba ansioso los días que se dignaba a dejarle un regalo a Agni en su puerta, porque si, el era el dichoso admirador secreto que con tal de no ser descubierto debido a su vergüenza cambiaba ciertos arreglos de los ramos que compraba para no ser descubierto. 

- Estas algo ansioso ¿Hoy es un día especial también? - escucho una voz a sus espaldas desde otro computador - Algo por el estilo ¿Estuviste muy solo sin mi en la mañana? - dijo Aaron separándose un poco del computador para estirarse y girar para mirar a su compañero - Obvio que si, quizás con que suelta te estuviste revolcando, hombres así son todos - dijo un chico de forma dramática mirando a su compañero.

Aaron soltó un leve suspiro divertido - Jay si sigues actuando así realmente van a creer que somos algo - dijo levantándose para ir por un café, el mencionado hizo lo mismo y camino a su lado - ¿ Y no lo somos?¿Quién es el que cubre tu turno todas las mañanas para hacer quizás que y luego te ayuda con esos ramos raros tuyos? - menciono despechado - A este punto mínimo somos mejores amigos - dijo con una amplia sonrisa mientras entraban a la cafetería y pedían sus cafés.

- Y no te lo voy a negar - dijo tranquilamente Aaron mientras sacaba sobres de azúcar - ¿Alguna nueva misión que debas encargarme? - menciono mientras agregaba el azúcar a su café - Solo una, tienes la misión de venir conmigo y compañeros a comer y beber hasta no poder más en despedida de uno de los de mi sección - dijo Jay sacando algunos pastelillos mientras Aaron se llevaba el café de ambos - Me parece bien, terminando los informes podemos ir - . 

Camino a sus lugares de trabajo se cruzaron con un hombre bastante alto y fornido hablando con algunos trabajadores, este al percatarse de la presencia de estos dos se acerco alegremente - Jay, Aaron, mis trabajadores especiales ¿Qué tal todo?  Es un grato alivio verlos luego de un largo viaje de negocios - dijo con una sonrisa reluciente frente a ambos. 

- Todo bien Sr. Dan, es un placer tenerlo devuelta - dijeron ambos al unisonó inclinando la cabeza en señal de respeto - Jefecito, tendremos una junta con varios de mi sección en despedida de un miembro ¿Le gustaría venir? - dijo Jay mirando al Sr. Dan mientras comía un pastelillo - No creo poder ir, tengo papeleo e informes que hacer, pero gracias por la oferta - respondió sonriente el mencionado-  Que disfruten los pastelillos y la junta, con permiso - dijo dando rumbo a su oficina.

- A veces me sorprende lo sociable que puedes llegar a ser incluso con el jefe - dijo Aaron yendo a su puesto - Que puedo decir, es un pequeño don - dijo Jay con una sonrisita y la cara un poco manchada de crema - En fin, terminemos luego el trabajo de hoy para ir por esos tragos - menciono, para luego acomodarse en su silla, comenzando a teclear y rellenar formularios como si no hubiera un mañana.

En pocas horas el trabajo como los cafés y los pastelillos fueron terminados por lo que dispusieron ir a paso lento en el auto de Aaron camino al lugar de la junta - Me da curiosidad, no espero que me respondas obviamente pero ¿Quién es el chico al que siempre le compras flores? Se que son tus favoritas pero hasta yo si tuviera tendría un limite, incluso llegas tarde media hora exacta todos los días por ir a quien sabe donde este él - menciono Jay colocando música a bajo volumen para luego mirar a Aaron.

Este soltó un suave suspiro recordando aquella mañana parecida a todas las anteriores - Bueno, eres prácticamente mi hermano, a ti puedo contarte esto sin problemas- dijo pensando meticulosamente en las palabras que diría, demorando más de lo que le hubiera gustado - ¿Entonces? - dijo Jay interesado, ver de esa forma a Aaron le era divertido y a la vez interesante, pocas veces se le lograba ver de esa forma y era mucho más raro si se trata de personas en si.

- Olvídalo, no hay manera de contártelo sin sonar patético o infantil - dijo un poco avergonzado de no poder cortarle, lo que más hacia en esos ratos era coquetearle y hablarle de forma cursi a su forma, no podría soportar la idea de que alguien mas allá de Agni lo conociera de esa forma - Oh vamos, soy tu mejor amigo, dignidad conmigo ya no te queda, mucho menos debería darte vergüenza - dijo pensativo sacando una paleta de su bolsillo, para luego quedarse quieto procesando recién las acciones de su amigo - A no ser, que ese chico realmente sea importante para ti y que te guste de verdad - dijo con una leve mirada de asombro buscando confirmación en sus palabras. El sonrojo leve en Aaron y la mirada excesivamente pegada en el camino fue más que suficiente para que sus sospechas fueran confirmadas, Jay lanzo un gritito digno de adolescente quinceañera - ¡Espera espera, ¿Es en serio?! - menciono asombrado.

- Y yo que creí que serias un lobo solitario para toda la vida, wow, no me esperaba esa reacción de tu parte - cada palabra que decía Jay referente a eso, llenaba a Aaron más de vergüenza, se quería cubrir el rostro pero de hacerlo el auto podría chocar - Solo mantenlo en secreto, por favor, no quiero que nadie de la organización lo conozca o ubique, esto es un secreto de familia - dijo señalándolo con un dedo un poco amenazante mientras lo miraba fijamente.

-Entendido fiera, calma solo preguntaba, no tengo intenciones de arruinar nada, es más, me alegra que encontraras a alguien que te llame la atención - dijo feliz por su amigo - Con lo que te cuesta engancharte de alguien hasta le daría mi bendición a quien sea que sea - dijo soltando una risa y generando una pequeña sonrisa en el rostro de Aaron, tal vez en un futuro no tan lejano invite a Agni a salir, dar algún paso más allá de la rutina.

Logrando llegar al lugar casi de los primeros reservaron y acomodaron todo - Por favor, ninguna palabra de lo sucedido, ni siquiera al jefe, no se como reaccionaria la organización frente a ello, mucho menos nuestros enemigos si se llegan a enterar - dijo apretando un poco sus manos al tener ese tipo de pensamientos - Entendido, puedes confiar en mi, si es para que te coloques de esta forma y te preocupes a esta magnitud seré una tumba, no le contare a nadie y no hablare de este tema con nadie más que no seas tu - dijo Jay de una forma firme y seria, para luego suavizar su rostro sonriendo amigable y dándole algunos golpecitos en la espalda a Aaron - ahora a disfrutar un poco antes de que lleguen todos los demás - dijo relamiéndome los labios ante el aroma exquisito de la comida del lugar.

Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora