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Agni al sentir un aroma a Caramelo tan familiar tenso un poco sus manos y se quedo detras de la barra, serio sabiendo lo que se vendría. Escucho la campanilla de la puerta y una suave risita.

- Agni tesoro, cuanto tiempo sin verte ¿Cuanto a sido?-  escucho más de un par de pasos por lo que adivino que no vendría solo el dueño de su mal humor.

- 5 años ¿Que te trae por aquí Cael? No eres fan de las flores - respondió Agni en un tono serio mientras acomodaba algunas cosas de la barra. 

- ¿Que más podría ser? Vengo a ver que tal esta mi querido prometido - respondió Cael sin despegarle la mirada, antes de que Agni pudiera responder este le atrapo una mano - ¿Te has divertido lo suficiente juntandote con esta gentusa? te hemos dado un tiempo de libertad amplio, hasta dejamos que tuvieras más parejas, te perdonó por eso - dijo Cael saltando la barra y quedando frente a Agni - Ya fue suficiente de este jueguito tuyo, volvamos a casa - dijo mientras le acariciaba una mejilla con cariño.

Agni sintio que su desayuno se iba a devolver, no esperaba tener que ver a una escoria de esa categoria nunca más. Le aparto la mano de su cara sin cuidado y se sacudio sacando algun rastro de feromona que le dejara - No gracias, no estoyinteresado en volver a esa jaula que llaman casa, estoy bien así tal cual estoy - dijo firme levantando la cabeza hacía Cael. 

Pudo ver levemente como la cara de este cambiaba a una mueca de tristeza y decepción - Oh cariño, creo que no me entendiste bien - dijo dando un movimiento brusco y agarrando firmemente a Agni de la cara - No necesito tu permiso, es una ordén - agregó en un tono serio sintiendo el enojo salir de su cuerpo. 

Agni le tomo la mano firmemente con una expresión enojada, seguramente todo esto había asustado a posibles clientes que estaban fuera y eso significaba menos dinero - Creo que tienes los oidos sucios, dejame dejartelo más claro - dijo jalandole la mano a Cael dejandolo caer de rodillas mientras le sujetaba el cabello - Yo NO voy a volver a ese lugar, ni por ti, ni por mis padres, ni por nadie - dijo alejando a Cael tirandolo contra la barra - Ahora largo antes de que llame a la policía por los disturbios, pierdo clientes por su culpa - mencionólimpiandose las manos en su delantal.

Escucho los pasoa acelerados de alguien, seguramente algún acompañante que llevaría Cael - ¡¿Como te atrevez a tratar de esa forma al señorito?! - antes de que pudiera tocarle un pelo Agni libero sus feromonas, estaba molesto, esto era una gran forma de arruinarle el humor de un día tan hermoso. Su aroma inundo rápidamente la florería, haciendo que la mayoría de los presentes cayeran de rodillas y provocando el miedo en todos ellos, menos en uno, Cael, entre todos esos malditos era el único que aparte de asustado estaba excitado con esa actitud.

- Casi se me olvidaba este truquito tuyo, es una pena que los Chips tuvieran el hijo que tanto querían, un Omega dominante tan fuerte como tu, pero salieras defectuoso - dijo Cael retorciendose un poco desde el suelo. Agni intensifico sus feromonas, ahogando lentamente a esas personas, estaba enojado por todas esas palabras. 

Escucho varios quejidos y lloriqueos de algunos hombres y corto sus feromonas, se acerco a Cael y lo levando un poco del cuello de la camisa -Largo, tu y tus hombres no son bienvenidos en mi tienda, ni en mi vida - dijo tirandolo al suelo y camino para abrir una ventana. Los hombres como pudieron se fueron de ese lugar llevandose a Cael rápidamente.

Agni solto un largo suspiro, estaba más que claro que desde ahora en más lo iban a molestar, debía pensar en una forma de sacarselo de encima lo más rápido posible, porque cerrar su amada tienda o mudarse no era opción, no por falta de dinero sino por orgullo, un Alfa arrogante de ese tipo no le ganaría.

Lo que quedaba del día transcurrió de forma tranquila para todos, sin disturbios ni más malos momentos.

Al otro lado de la ciudad en una alta compañía estaba Jay esperando a Dan fuera de su oficina revisando algunas cosas en su telefono. La puerta se abrió tranquilamente y unas manos desde atras le abrazaron con firmeza la cintura - ¿Esperaste mucho? - una gruesa voz y un beso en el cuello lo sacaron de sus pensamientos. 

- No tanto ¿Todo listo? - dijo girando su cabeza para mirar al alfa detrás suyo, Dan asintió y sin despegarsele caminaron al ascensor, las oficinas afortunadamente ya estaban vacias y el personal de vigilancia nocturno estaba en un pequeño descanso. Entrando al ascensor Jay solto un suave suspiro - ¿Eres un niño de 5 años? Separate un poco - dijo removiendose un poco. 

- No la verdad, pero me gusta estar así - respondió Dan abrazandolo firme- Fuera por mi te llevaría cargando hasta el auto - dijo divertido mirando a Jay por encima de su cabeza - Eres todo un romantico cursi ¿Eh? - respondió Jay quedandose quieto rendido ante esos brazos.

- Solo por ti, disfruta el privilegió - dijo Dan sonriendo dejandole uno que otro beso en el cuello mientras bajaban hasta el estacionamiento. 

- Si el privilegió se empieza a poner duro yo no me haré cargo, primer aviso - mencionó Jay caminando al auto, Dan solto una risa bastante sonorá - Eres divertido, me gusta - dijo abriendole la puerta del auto. 

- Lo se lo se ¿Y a donde iremos a comer? - dijo colocandose el cinturón y mirando a su dirección. Dan se acomodó en su asiento - Comida Italiana ¿Te parece bien? - dijo dando rumbo al restaurante - Por mi bien, algo de pasta no me caería nada mal -  respondió Jay colocando algo de música durante el camino. Durante todo el trayecto Dan se dedicó a conducir en silencio disfrutando la compañía y aferrandose a una pierna de Jay.

Al llegar al restaurante Dan le abrió la puerta a Jay y llevando a este de la mano fue a pedir su reserva - ¿Comes apartado de la multitud? - preguntó Jay mirando la mesa - Normalmente no me gusta estar con demasiada gente - respondió Dan frotandole un dedo.

Se quedaron en su mesa mirando los menús - Me da curiosidad lo de hoy, normalmente Aaron trabaja incluso con menos información en sus casos ¿Ocurrió algo? - mencionó Dan mirando sobre su menú hacía Jay. Este se tenso un poco y lo miro bajando su menú - Si que eres curioso ¿Eh? Solo déjalo, a veces ni siquiera yo sé cómo trabaja Aaron - respondió acariciando su pie contra una pierna de Dan sin despegarme la mirada - Por ahora concéntrate en mi y en la cena - agregó con una sonrisita.

Dan sonrió suavemente y se dejó - Me parece una buena idea - dijo dispuesto a disfrutar de su cena romántica.

Durante el transcurso de la cena todo pasó con calma, las copas iban y venían y la comida era más que exquisita - Yo que tú no bebería tanto, por lo que vi tienes baja resistencia - dijo Jay mirando la tercera copa de vino que bebía Dan - Está es mi última copa tu tranquilo, es tierno que te preocupes - respondió Dan con una sonrisita mientras comía. Uno de los camareros se acercó para traerles los postres, Jay pego su mirada a este, era bastante atractivo y estaba casi seguro que tenía su edad. Miro de reojo a Dan y se le vino una divertida idea, esperaba estar en lo correcto o sería arriesgar su trasero y cosas gratis por nada.

- Disculpa ¿Eres soltero? - dijo Jay mirando al camarero con tranquilidad. Este se alarmó un poco por la presencia de Dan y respondió asintiendo con la cabeza, Jay sonrió divertido sin despegar su mirada - Te me haces lindo ¿Te puedo dar mi número? - dijo sacando un lápiz y removiendolo entre sus dedos, el camarero tímidamente acepto y se fue con el número guardado en el bolsillo. Jay soltó un suspiro juguetón y miro a Dan, el verlo sin reacción lo dejo algo curioso - ¿No tienes problemas con esto cierto? - dijo sacando un poco de pasta.

- Para nada, como dijimos, somos compañeros sexuales, eres libre de coquetearle y cogerte a quien quieras cuando quieras - respondió Dan comiendo su postre tranquilamente - Aunque, aún así con esos terminos - Dan levanto su mirada y miro a Jay a los ojos, este antes de poder preguntar algo tuvo que ahogar un gemido al sentir una presión en su entrepierna - Estoy celoso, que alguien más te vea de esa forma me vuelve loco - agrego Dan removiendo con cuidado su pie haciendo estremecer a Jay.

- Espero entiendas que si llegas a hacer algo con alguien más no tendré problemas, disfruta como gustes, pero soy alguien muy celoso, aunque no seamos nada, me da celos que alguien más te vea vulnerable, si algo llegase a pasar frente a mi, seré algo rudo contigo ¿Entiendes? - Jay asintió mientras mordía su cuchara para callarse, soltó un suave suspiro de alivio cuando sintió el pie salir lentamente de su entrepierna, ciertamente estaba en lo cierto, iba a ser divertido provocarlo.

Mi dulce girasol (Omegaverse)[HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora