Ámbar lleva colada de Jackson desde el instituto aunque nunca han estado juntos, ya que lo que pasaba entre ellos nunca se convirtió en algo serio.
Está cansada de que su cabeza no pare de pensar en él.
Ámbar se va de su hogar a conocerse a sí misma...
Levanto la cabeza y veo a Azazel sujetándome para que no me caiga. Ámbar de verdad que no puedes ser más torpe, eres increíble.
- Gracias Azazel y lo siento, estaba huyendo de tus hermanos porque los he tirado al agua y creía que iban a venir a por mí (digo mirándolo a sus ojos con un azul igual de intenso que el agua turquesa cristalina de esta playa).
- No te preocupes y si has hecho eso es porque se lo merecen (dice sonriendo). Puedes venir conmigo si quieres, voy a seguir poniendo la música.
- Claro, con mucho gusto (respondo).
Camino junto a Azazel hasta donde está el ordenador con los 10 aparatos que lo acompañan. ¡Wow! No pensaba que fuera a ser un equipo de música tan grande pero al parecer es bastante complicado controlarlo todo según voy viendo a Azazel. Siendo sincera yo no sería capaz de hacer ni una sola canción teniendo que tener en cuenta tantos parámetros.
Miro el cuerpo de Azazel y me fijo en que tiene un león en el mismo lugar y el mismo brazo en el que Arakiel tiene el búho y que tiene un reloj en la misma mano y mismo lugar donde Arakiel tiene una rosa. ¿Tendrá algún significado entre ellos? Porque es mucha casualidad que tengan tatuajes en los mismos sitios del cuerpo.
Cuando Azazel sigue pinchando música mientras mueve la cabeza al ritmo de la música me doy cuenta de que tiene un tatuaje de una pluma detrás de su oreja derecha. Mmmm, eso sí que es interesante, ¿qué pueden tener los 3 tatuajes en común? Ámbar deja de darle vueltas puede que simplemente sea de esas personas que se hacen tatuajes porque le gustan y ya, no te empieces a comer la cabeza.
- ¿¿Hola?? ¿Ámbar? ¿Estás bien? Te llevo llamando un buen rato (dice Azazel).
- Perdona estaba pensando de forma muy intensa y cuando me pasa no me entero de nada de lo que pasa alrededor (digo riéndome un poco incómoda por haberlo ignorado).
- No pasa nada, te preguntaba de dónde eras, tu edad y qué estás estudiando. Si te parezco un policía con tanta pregunta también puedes optar por no responder si consideras que es demasiada pregunta (dice Azazel).
- Tranquilo jaja. Soy de Madrid (España), tengo 20 años y voy a comenzar Enfermería en la universidad de California. ¿Y tú? Debes responder las mismas preguntas o no sería justo (digo sonriendo).
Azazel se ríe y contesta: Claro jaja. Soy de aquí de California como mis hermanos, tengo 24 años y estudio Filología inglesa (me responde).
Ahora le vemos el sentido a la pluma que está tatuada detrás de su oreja.
- ¿Estas por acabar la carrera ya, no? (le pregunto).
- Correcto (responde Azazel).
- ¿Y tus hermanos? (pregunto).
- Creo que es mejor que le preguntes a ellos sobre eso, les gustará saber que quieres conocerlos (dice sonriendo).
- ¿Por qué no querría conocerlos?Parecen buenos chicos al igual que tú (respondo).
- Muchas personas dirían que somos lo contrario a buenos chicos pero como tú digas hermosa (dice guiñándome un ojo).
- Me apetece ir a bañarme a la orilla, ¿vienes? (le pregunto a Azazel).
- Claro, ve tú primero. Dejo la playlist puesta y voy en 5 minutos (dice sonriendo).
Asiento y bajo las escaleras de caracol hasta la orilla de la playa, me quito el vestido, las gafas y las chanclas quedándome en mi bañador negro.
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Empiezo a entrar al agua y cierro los ojos, sintiendo como las olas chocan contra mi piel, inspirando la tranquilidad y paz que me otorga este pequeño momento que es tan grande para mi estabilidad mental.
De repente escucho a varias personas gritar y me giro para ver qué sucede.
