Antes de empezar el capítulo, como siempre os quiero decir que espero que os guste, apoyadlo votando y comentando qué os parece.
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- ¿Y qué se supone que quieres añadir a un juego de cartas como el UNO? (digo algo cortante y vacilona).
- Se pueden hacer muchas cosas como por ejemplo: cada vez que alguien tenga que adquirir más cartas, ya sea con un +2 o +4 puede evitarlo con una verdad, si es un +2, o un reto, si es un +4. Es lo primero que se me ha ocurrido. También podríamos añadir que el ganador de la partida puede preguntar una verdad o proponer un reto a quien quiera. ¿Os parece bien? (pregunta Azazel sonriendo).
Arakiel asiente con la cabeza y ambos me miran esperando mi aprobación.
- Oh, vamos Ámbar. No me digas que tienes miedo (dice Azazel con un tono burlón).
- No tengo miedo idiota (le respondo mirándolo con algo de desprecio).
- Bien, pues entonces empecemos (sonríe Azazel).
Coge el tomo de cartas y comienza a barajarlas. Me quedo embobada observando como mueve con facilidad todas y cada una de las cartas resbalando elegantemente por sus dedos como si se tratase de una prenda de seda. Nunca fui capaz de barajar bien unas cartas, soy inútil ante esa acción tan simple y difícil a la vez. Me recuerda a la primera vez que me intenté atar yo sola los cordones. Simplemente fue un horrible desastre en el que no se como aparecieron mis manos enredadas a las zapatillas y papá tuvo que ayudarme para salir de ahí.
Empieza a repartir las cartas y justo antes de empezar, la puerta del baño se abre saliendo del mismo un Azariel con el pelo mojado y con una gigante nube de vapor a su espalda. Me quedo boquiabierta ante la escena que está pasando en estos momentos frente a mis ojos e intento volver a la realidad.
- ¿Vais a jugar al UNO? (pregunta Azariel).
- Sí, pero con alguna que otra modificación (responde Arakiel).
- Bueno, ya que he llegado cuando acabáis de terminar de repartir las cartas, voy a jugar con Ámbar esta partida si no os importa (dice Azariel sonriendo).
- Sin problema (respondo con una sonrisa).
Azariel se coloca detrás mía abriendo sus piernas para que quede entre ellas con mi espalda apoyada sobre su pecho. Me sonrojo ante el roce y la sensación de sentir como su pecho sube y baja con cada respiración.
Los chicos levantan sus cartas, yo levanto mis cartas y las miro. No me puedo creer que tenga tan mala suerte como para que no me toque ni siquiera un jodido +2 pero debo admitir que al menos me han tocado cartas de todos los colores, así que dentro de lo malo que podría ser, no es lo peor. Levanto la cabeza hacia arriba y veo a un Azariel mirándome que me guiña un ojo sonriente. Correspondo a ese gesto con una sonrisa.
- Vamos a ganar, no lo dudes princesa... (me susurra Azariel al oído).
- S-Sí, cla-claro que sí... (respondo algo nerviosa).
- Puedes empezar tú Ámbar (dice Azazel con una sonrisa mientras gira la primera carta del tomo poniéndola en el centro).
- De acuerdo (respondo).
Noto una mano sobre mi muslo derecho, observo que es la mano derecha de Azariel y me relajo.
Genial, 8 rojo. Sonrío. Ganaré esto como que me llamo Ámbar Morales Goldberg.
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Holaaa, espero que os haya gustado el capítulo de hoy aunque sea algo corto.
¿Será divertido el juego?
Nuestra pequeña Ámbar, va a jugar con fuego en el siguiente capitulo, avisados/as estáis. ¿Qué le deparará el futuro?
Comenten quién de los tres hermanos es su favorito hasta ahora😌.
Gracias por el apoyo❤️.
Pd: arriba dejo una imagen del juego para quien no lo conozca.
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Te doy mi vida (+18) - Miracles
RomansaÁmbar lleva colada de Jackson desde el instituto aunque nunca han estado juntos, ya que lo que pasaba entre ellos nunca se convirtió en algo serio. Está cansada de que su cabeza no pare de pensar en él. Ámbar se va de su hogar a conocerse a sí misma...