34.- Juegos de seducción

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Antes de empezar el capítulo, como siempre os quiero decir que espero que os guste, apoyadlo votando y comentando qué os parece.

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Salgo de la ducha, comienzo a vestirme. Elijo un vestido color burdeos con unos tacones negros a juego que combinan mucho con la sombra de ojos de tonos oscuros que aplico en el párpado móvil de mi ojo difuminando hasta casi la ceja. Los labios los pinto de un rojo oscuro que se parece lo máximo posible al color del vestido.

Una vez acabo de arreglarme, preparo mi pelo en una coleta alta y echo perfume sobre mi piel

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Una vez acabo de arreglarme, preparo mi pelo en una coleta alta y echo perfume sobre mi piel. Me miro al espejo apreciando lo guapa que me veo en estos momentos. Hacía tanto tiempo que no me veía así, tanto tiempo desde que yo misma me lanzara piropos a la cara... Siento que poco a poco estoy mejorando, que poco a poco veo una imagen mía que es más cercana a la realidad de lo que yo antes creía. Yo soy así, no era toda y cada una de las cosas que pasaban por mi cabeza como cuchillos, cortándome todas y cada una de las superficies de mi cara y corazón. Pasé muchos días con esas ideas en mi cabeza y, este cambio, ha sido capaz de impulsarme a comenzar a borrarlas de mi memoria como la lluvia hace desaparecer las huellas en la tierra.

Llaman a la puerta y giro mi cabeza hacia ella, me acerco volviendo a esa actitud seductora que utilicé antes de entrar a este baño. Hoy se enterarán de lo que Ámbar puede hacer sobre ellos...

- ¿Sí? (pregunto sin abrir la puerta).

- ¿Estás ya lista, princesa? (pregunta Azariel con tono servicial).

- ¿Lo quieres comprobar Riel? (digo con tono sensual).

- Yo... Emmmm... Si quieres puedo comprobarlo princesa... (dice Azariel algo nervioso).

Sabía que se iba a poner nervioso con eso... Pobrecitos... No saben la que les espera hoy... Estoy contenta de que por fin hagas caso a lo que te susurro mentalmente, jaja.

- Ya salgo Riel, no te pongas nervioso cariño (digo entre risas).

Pongo el bolso sobre mi hombro derecho y abro la puerta del baño. Veo a los 4 hombres delante de mí, esperando a que saliera. Parece que están listos, pero tal vez no lo estén para lo que va a pasar. Quiero confiar en ellos en todas las facetas, así que hoy lo haré.

- ¿Nos vamos ya guapos? ¿O preferís estar mirándome durante el resto del día con la boca abierta? (les digo mientras miro a cada uno a los ojos).

Antes de que respondan salgo hacia el pasillo, caminando y moviendo mis caderas como si fuera una modelo en una pasarela. ¡Vamos Ámbar! Vamos a demostrar de lo que somos capaces cuando alguien nos gusta. Al menos hoy, la timidez y el nerviosismo que nos provocan, va a desaparecer. Aunque sea solo por unas horas...

Miro de reojo atrás de mí y noto a 4 figuras siguiéndome extrañados ante mi actitud cambiante, susurrando entre ellos para intentar comprender lo que está pasando. Me rio mentalmente de forma triunfal hasta que salimos de la universidad. En ese momento, me giro sobre mis pies mirando a los chicos de frente. 

- ¿Dónde vamos? (pregunto con una sonrisa).

- Pues podemos ir a la hamburguesería que te gusta tanto, si quieres, claro (dice Uriel mientras se acerca a mí y pasa uno de sus brazos sobre mis hombros).

- ¡Sí, hamburguesas! Muchas gracias, Uri (le digo mientras le lanzo un beso al aire).

- De nada, lo que sea por ti, Corazón (me responde Uriel con una sonrisa de lado).

Voy a comenzar a caminar cuando de repente siento una respiración en mi oreja derecha y antes de que pueda reaccionar, habla.

- Por cierto, estás preciosa... Qué pena que nos hayamos ido de la habitación... Creo que te hubiera gustado lo que tenía pensado... (dice Uriel con voz ronca).

- Tal vez no iba a ser la única a la que le hubiera gustado Uri... (digo mirándole a los ojos y boca de manera alterna).

Le miro de forma provocadora y él sonríe ampliamente, mientras que los 3 hermanos que vienen detrás de nosotros están algo molestos por el acercamiento que Uriel ha realizado. Me separo un poco de Uriel y dejo de andar mirando a los 3.

- No os molestéis, que me gustáis también idiotas (digo sonriente).

Me acerco a ellos y les doy un beso en la mejilla derecha a cada uno, dejando una marca de labial que parece un tatuaje. 

- Uppsss... Ahora estaréis marcados para que nadie se os acerque y no como la noche del concierto, ¿verdad? (les digo algo molesta).

- Pequeña, nosotros esa noche no estábamos con esas chicas para ligar, eran informantes de lo que pasaba en el infierno (dice Azazel sonriente).

- Bueno, pues por si acaso. No vaya a ser que alguna se plantee la idea de tener algo con alguno de "mis" chicos (digo algo nerviosa después de haber pronunciado ese pronombre personal de la primera persona del plural).

Intento disimular mi nerviosismo después de haber dicho esas palabras pero mi torpeza se hace presente y me tropiezo. Espero el impacto y siento como unos brazos me atrapan.

- Siempre te salvaremos princesa. Por cierto, estás muy linda... (dice Azariel mientras me acerca a él y me roba un beso lento pero intenso).

Hoy yo iba a intentar ser sexy pero, ¿alguien me explica cómo puedo serlo cuando tengo a estos hombres que me roban besos de la nada? 

Ámbar, respira... Tú puedes. Además, piensa que los hombres son bastante más manipulables cuando se trata de una mujer... Sobre todo si esa mujer saca sus dotes de seducción... Conseguiremos que hoy no dejen de tener la boca abierta...

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Holaaa, espero que os haya gustado el capítulo de hoy. Ayer no actualicé porque estoy ocupada con exámenes, pero hoy ya no os fallo.

Nuestra pequeña Ámbar empieza a mostrar sus armas... ¿Qué le deparará el futuro a Ámbar? Seguiremos resolviendo preguntas en el capítulo de mañana ;)

Gracias por el apoyo❤️.

Pd: arriba dejo una canción que me ha recordado a este capítulo.

Te doy mi vida (+18) - MiraclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora