16.- Italiano

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Antes de empezar el capítulo, como siempre os quiero decir que espero que os guste, apoyadlo votando y comentando qué os parece.

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Nos montamos en la limusina de los chicos. Sigo sin poder creerme que esté montada en una. De pequeña muchas veces me imaginaba siendo famosa y pasando la vida de limusina en limusina, de avión en avión... Era algo que me llamaba la atención pero realmente no sé si sería algo que encajaría con mi estilo de vida. Miro por la ventana de la limusina con cristal opaco lo que hace que yo pueda ver desde dentro pero que no me puedan ver desde fuera. Me encanta California y no puedo negarlo. La playa, las personas, el ambiente... todo. 

Después de una media hora de trayecto en coche, en los que estuve más ausente que presente debido a que me estaba quedando dormida, como siempre, mientras que escuchaba a los chicos hablar sobre varias cosas a las que no les presté mucha atención. Noté que me movieron un poco suavemente. Abrí los ojos despacio y me encontré con los ojos azules de Azazel.

- Ya hemos llegado preciosa. ¿Esperamos un poco a que te despiertes del todo o vamos ya? (me dice Azazel sonriendo).

- No tengo problema. Vamos (respondo sonriendo).

Azazel me ayuda a salir de la limusina que es bastante baja y me agarro a su brazo para comenzar a caminar. Azariel se coloca delante de nosotros impidiendo que sigamos andando hacia el interior del restaurante. Apoya una rodilla en el suelo y me asusto pensando que va a hacer una locura. No creo que vaya a pedirme que sea su esposa, o la de los tres. No entiendo nada, espero que no por favor. De repente se ríe y comienza a colocarme bien el vestido que se me había subido un poco y estaba doblado. Me río y le regalo una sonrisa.

- Gracias (le digo).

- De nada. Por tu cara imagino que te pensabas que te iba a pedir matrimonio, pero todavía no es momento de eso princesa (me dice Azariel riendo).

- Idiota (le respondo mientras me sonrojo).

Veo que Azazel se está riendo. Agarro a Arakiel del brazo y tiro de él para que venga conmigo.

- Ya que parece que el único que no se ríe de mí es Arakiel, aquí os quedáis voy a comer con él que considero que se merece mi tiempo (les digo a los otros dos hermanos de forma engreída).

- ¡Oyeee! Es una broma (responde Azariel levantando su mano para indicarme que pare de andar).

- No es justo, yo sólo me reí (dice Azazel con la mirada al suelo y el ceño fruncido).

Empiezo a avanzar junto a Arakiel meneando mis caderas hacia el interior del restaurante "Guino's". Supongo que será italiano, así que han elegido bien digo mentalmente sonriendo. Entramos al restaurante con mesas cubiertas de manteles blancos muy elegantes y nos indican nuestra mesa que está al fondo, en un sofá rojo muy bonito. Me siento junto a Arakiel y veo como Azazel y Azariel vienen serios a sentarse uno a mi lado y el otro a su derecha. Observo como se acerca un camarero alto, guapo y delgado.

- Buenas, ¿qué quieren comer? (pregunta el camarero mientras me mira fijamente con una sonrisa).

- Spaguetti a la carbonara, gracias (respondo con una sonrisa mientras mi acento italiano sale a relucir).

- ¿Quiere algo más señorita? (me vuelve a preguntar el camarero con una amplia sonrisa).

- No, grazie mille - muchas gracias en italiano - (respondo con una sonrisa).

De repente noto miradas intensas y veo a los hermanos mirando al camarero con ganas de asesinarlo. Piden rápidamente lo que quieren, le dicen que se vaya a trabajar y deje de perder el tiempo. Me río al ver la escena.

- Sois como niños de verdad. Madurad (les digo riendo).

Me miran algo enfadados y no me responden. El camarero vuelve con los platos, le agradezco con una sonrisa y comienzo a comer mi plato. Joder, estaba riquísimo. Hacía tiempo que no comí una carbonara tan buena como esta. El tiempo pasa mientras comemos y nadie parece querer hablar. Acabamos, Azariel llama al camarero y le paga. Nos levantamos todos juntos en completo silencio y yo no entiendo nada de lo que está pasando. ¿Por qué están tan callados? Tampoco quiero hablar porque no sé si les va a molestar que lo haga. Entro en la limusina en silencio y en el camino de vuelta me quedo completamente dormida mientras escucho que están empezando a hablar de mí pero ya no consigo distinguir las voces ni tampoco lo que dicen.

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Holaaa, espero que os haya gustado el capítulo de hoy.

¿Qué piensan, qué les pasa a los chicos?

Nuestra pequeña Ámbar, no entiende lo que pasa pero pronto descubrirá que nada es un juego. ¿Qué le deparará el futuro?

Comenten quién de los tres hermanos es su favorito hasta ahora😌.

Gracias por el apoyo❤️.

Pd: arriba dejo la imagen del restaurante italiano.

Te doy mi vida (+18) - MiraclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora