Antes de empezar el capítulo, como siempre os quiero decir que espero que os guste, apoyadlo votando y comentando qué os parece.
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Abro mis ojos y me asusto al ver los ojos azules de Azazel sobre mí.
- Buenos días Ámbar (me dice Azazel con voz ronca y muy muy sexy).
- Buenos días Azazel (respondo algo tímida).
- No es justo que solo les des los buenos días a Zel (dice Azariel molesto).
- Concuerdo con mi hermano, es injusto (dice Arakiel).
Sonrío y me giro para mirarles a los ojos.
- Buenos días Azariel y buenos días para tí también Arakiel (digo con una sonrisa). Voy a darme una ducha, así que si queréis podéis daros una también después de mí o os podéis marchar si lo preferís (digo mientras me levanto de la cama por la parte de los pies).
- Preferimos esperar a la ducha aquí (responden los tres al unísono).
- De acuerdo guapos. Ahora vengo, no se os ocurra buscar mi ropa interior ni cosas parecidas (digo señalando a Azariel).
- No lo había pensado, pero gracias por la idea (dice Azariel sonriendo).
Los dejo en el cuarto y entro al baño. Me desnudo y entro a la ducha. No puedo creer que haya dormido tan bien teniendo a los tres hermanos junto a mi durante toda la noche. Siempre me costaba dormir con alguien, incluso una de las pocas veces que Jackson se quedó a dormir conmigo, no fui capaz de conciliar el sueño pero con ellos es diferente. Me transmiten calma, paz y tranquilidad, justo lo que necesito en estos momentos. Creo que no fue mala idea contarles mi historia después de todo, tengo el presentimiento de que no me fallarán y de que estarán conmigo pase lo que pase.
Enciendo la ducha y pongo el agua muy caliente, como me gusta la sensación de las gotas calientes sobre mi piel. Cojo mi champú y comienzo a lavarme el pelo masajeando mi cabeza, sintiendo como el olor a miel invade mis fosas nasales. Mamá usaba este champú sobre mi cabello cuando era pequeña y a día de hoy lo sigo usando porque ese olor me relaja, me recuerda a mi infancia y me tranquiliza. Me enjuago el pelo y me echo el acondicionador de miel. Mientras hace efecto, cojo mi gel de coco y comienzo a frotar mi cuerpo. Soy una adicta a estos olores, me pasaría oliéndolos todo el día y no es broma. Una vez que acabo de enjabonar mi cuerpo, vuelvo a encender el agua caliente. Me calmo al sentir como el agua mezclada con la espuma baja por cada parte de mi cuerpo hasta que quedo completamente limpia. Cojo mi albornoz negro y me lo pongo alrededor de mi cuerpo haciendo un nudo en mi cintura y envuelvo mi pelo en una toalla para que se seque un poco.
Habrán pasado unos 30 minutos, cojo mi crema de rosas, mi secador y salgo del baño.
- Ya puede pasar el siguiente (respondo con una sonrisa).
- ¡Guau! Hasta así te ves guapísima (dice Azariel con una sonrisa y me guiña el ojo).
- Voy yo (dice Azazel con una sonrisa).
Le doy una toalla y me siento en la cama. Levanto un poco mi albornoz para echarme crema en las piernas y noto que Azariel y Arakiel siguen mis movimientos con sus ojos. Sonrío.
- ¿Me ayudan a echarme crema en la espalda? Es que no llego nunca bien y siempre me acabo dando por vencida (digo con una sonrisa tímida).
- Claro que sí princesa, a sus órdenes (dice Azariel con una sonrisa).
Se acerca a mí, coge el bote de crema de rosas, baja un poco mi albornoz y me echa la crema gentilmente por toda la espalda. Sus manos están calientes y su tacto es firme, suave y delicado. Sin decirle nada, noto que tengo algunas contracturas en el cuello, sube sus manos a mi cuello y ejerce la suficiente presión como para que desaparezcan sin hacerme daño.
- He notado que tenías contracturas en el cuello así que espero que no te moleste que lo haya hecho. Puedes ahorrarte el dinero que invertirías en un fisio ahora que me tienes a mí (dice Azariel entre risas).
- No me importa que lo hayas hecho. Al contrario, muchas gracias llevaba días con dolor en la parte superior de la espalda y ya no me duele (le respondo sonriendo).
- ¿Puedo secarte el pelo y de paso te lo peino? (me pregunta Arakiel).
- Claro que sí pero me estáis malcriando con todos estos buenos tratos (respondo riendo). ¡Oh mierda! Me quedé el peine en el baño. Azazel se está duchando y no le quiero molestar o incomodar (digo algo dubitativa).
- No te preocupes, no creo que le moleste que pases a por un peine (dice Azariel riendo).
- De acuerdo (le respondo).
Me levanto de la cama y llamo a la puerta del baño. Abro un poco con los ojos cerrados.
- Azazel, soy yo, Ámbar. Me quedé el peine, ¿puedo pasar a por él? (le pregunto).
- Sin problema pero no vayas a mirarme mientras me ducho. Aunque sé que puede ser una imagen irresistible pero mejor que lo veas en un futuro y en otras circunstancias (me responde Azazel de manera traviesa).
No le vuelvo a responder, después de esa respuesta no sé qué responderle. Noto que me he sonrojado pero entro con los ojos cerrados palpando la pared del baño y mirando hacia el lado contrario de la ducha. Abro el cajón y agarro el peine. Sin acordarme de que Azazel se está duchando me giro y abro los ojos viendo la silueta de Azazel y el agua cayendo sobre su cuerpo. Antes de que sea más tarde y vea más de lo que debería ver salgo del baño corriendo. Suspiro, menos mal que la mampara del baño estaba empañada y no veía bien su cuerpo.
Miro a los hermanos que me observan divertidos.
- ¿No habrás aprovechado que Zel se estaba duchando para verlo desnudo, verdad? (me pregunta Azariel curioso).
- No idiota, ¡cállate! (le respondo sonrojándome).
Le doy el secador y el peine a Arakiel mientras me siento en la cama. Enciende el secador y al pasar sus manos por mi pelo noto que tiene sus manos frías y que, al contrario que su hermano, su tacto es vacilante pero sigue siendo suave y delicado. Que me toquen el pelo, ya sea caricias o peinándome también me tranquiliza, tanto que hasta casi me quedo dormida cuando Arakiel seguía haciéndome cosas en el pelo. Menudas manos tienen Azariel y Arakiel.
Pues imagínate entonces cómo serían las manos grandes del papucho de Azazel.
¡Cállate conciencia! No es momento de que me recuerdes lo poco que acabo de ver hace unos minutos.
De repente la puerta del baño se abre. Un Azazel con una toalla negra enrollada a su cintura y con el pelo mojado aparece ante mi campo de visión.
- ¿Entonces te gustó el tour que hiciste sobre mi cuerpo de cabeza a pies? Bueno no sé si llegaste a los pies porque te quedaste embelesada en alguna parte que te llamó la atención (dice riendo).
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Holaaa, espero que os haya gustado el capítulo de hoy. Hice solo uno largo, mañana puede que suba uno o dos.
Nuestra pequeña Ámbar, está entrando en terreno peligroso con estos tres hermanos. ¿Qué creen que le deparará el futuro?
Comenten quién de los tres hermanos es su favorito hasta ahora😌.
Gracias por el apoyo❤️.
Pd: arriba hay una imagen del baño de la habitación de Ámbar.
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Te doy mi vida (+18) - Miracles
RomanceÁmbar lleva colada de Jackson desde el instituto aunque nunca han estado juntos, ya que lo que pasaba entre ellos nunca se convirtió en algo serio. Está cansada de que su cabeza no pare de pensar en él. Ámbar se va de su hogar a conocerse a sí misma...