IT'S NOT YOU || KOOKV

FIFTEEN

Su respiración era tranquila y calmada mientras sus brazos apresaban a unos pequeños y delicados cuerpos. Sin ser consciente.

Sin embargo, no todo fue paz y tranquilidad ya que sintió unos hilos de cabellos rozar con su nariz, Jungkook por instinto frunció el ceño algo confundido.

Abrió sus ojos lentamente, para segundos después toparse con los rostros angelicales de los niños quienes lo miraban con inocencia.

— ¿Que hacen aquí? —cuestionó Jeon, tocándose la cabeza por el dolor que estaba sintiendo de tan solo moverse por algunos centímetros.

— Papito despertaste —los menores rodearon el cuerpo del mayor, abrazándolo.

— ¿Donde esta su padre? —preguntó otra vez.

Cabe decir que no se acordaba de absolutamente nada o bueno casi nada, ya que la bebida lo había embriagado en demasía.

— Está en la cocina —respondió uno de los pequeños, mientras observaba y escuchaba las quejas y jadeos del rubio.

— ¿Te duele mucho? —los deditos del niño rozaron el pómulo, provocando que el otro se alejara levemente.

— S-Si —Jungkook tomó la manita del pequeño con suavidad, para que no se sintiera mal por alejarse de su toque.

Segundos después se sentó debidamente, apoyando su espalda en el respaldo de la cama.

— Alguien de ustedes me haría el gran favor de llamar a su papá, porfavor.

— ¡Yo lo haré mi capitán! —Beomgyu se bajó de la cama rápidamente, tomando una posición de sargento al mando.

Jeon aunque no quisiera, soltó una leve sonrisa ante la acción inmediata del niño.

— Así se habla mi soldado, ahora ve y llámalo —continuó con el mismo tono que utilizó el menor.

El pequeño asintió con la cabeza y salió de la habitación, bajo la mira de ambos.

— Papá —pronunció el otro menor, gateando en dirección al rubio.

El mayor automáticamente le dió toda su atención, mientras lo recibía en su regazo, colocando al niño contra su pecho.

— Dime Byeong.

Durante su estadía en Seúl, Jungkook ha sabido reconocer a los hijos del doncel ya sea por el comportamiento o su aspecto físico.

Por ejemplo Beomgyu era el más activo y hablador de ambos; en cambio Byeong era mucho más tranquilo y curioso con algunas cosas.

— ¿Que te pasó en la cara? —preguntó inocentemente, mientras su manito tocaba levemente el rostro ajeno.

— Nada grave, solo me choque con un poste. —contestó, al mismo que se dejaba acariciar.

— ¿El poste te pegó? —el gemelo se vió sorprendido.

— Así es, y lo peor de todo es que ese poste era muy feo.

— El poste es muy malo —comentó a favor de Jungkook— Muy, muy malo. —la boquita del menor se formó en un tierno mohín, abrazando con mas ganas a su progenitor.— Nadie golpea a papá.

— Lo sé, cachorro, lo sé. —con sus dedos peinó los cabellos suaves y oscuros del menor.

— ¿Pero sabes una cosa?

— ¿Qué cosa?

— Yo puedo curar tu carita, con besitos mágicos. —propuso Byeong, mientras cruzaba sus manitas.