IT'S NOT YOU || KOOKV

THIRTEEN

Semanas después.

Sus dedos se movían constantemente, mientras sus sentidos ignoraban la reunión en ese entonces.

Y las razones para estar así, tenían nombre y apellido... Jeon Jongguk.

— Y con este proyecto presentado, culmina la reunión. —la voz de Namjoon, hizo que el señor Song, dueño de la empresa, saliera de sus pensamientos más frustrantes.

Los aplausos no se hicieron esperar y varios de sus colegas se vieron satisfechos al ver que la reunión había sido todo un éxito, sobre todo muy convincente para los inversionistas.

Por otro lado el mayor, no perdió el tiempo y despidió a todas aquellas personas que fueron partícipes. No sin antes firmar unos documentos importantes, donde sellaba un trato de negocios con aquellos hombres de impecables trajes.

"Muchas gracias" "Hasta luego" fueron las palabras del hombre al momento de despedir a esos señores de suma importancia. Y claro también no podía faltar Namjoon a su lado, quien copiaba sus mismas acciones.

Todo pasó muy rápido, y tanto como el señor Song y el menor, se quedaron a solas en la gran sala.

— ¿Has visto a Jongguk? —interrogó el mayor, aprovechando que no había nadie.

— No, de hecho no lo veo desde ayer. —el peligris al igual que su jefe se veía pensativo y por varios motivos.

— Esta vez si se pasó de la raya. —frunció el ceño, tomando su teléfono para hacer una llamada, a quien sabe quién— Me va a escuchar cuando lo vea.

Sin embargo, cuando estuvo a punto de realizar la llamada, una presencia apareció en la sala. Captando la atención de ambos.

— Señor. —pronunció una mujer, que se encontraba en el umbral de la puerta.

— Dime.

— El señor Jeon está aquí, acaba de llegar hace unos instantes —avisó.

— ¿Donde está? —guardó el aparato, entre sus bolsillos.

— En la cafetería.

Y con esa información fue suficiente para que el mayor empezara a caminar de inmediato; no obstante, una voz lo interrumpió.

— ¿Que piensa hacer señor? —cuestionó el peligris, preocupado por lo que vaya a pasar.

— Lo que debí de hacer hace mucho tiempo. Despedirlo.

Sin nada más que decir; reanudó con su camino, dando pasos demandantes y pesados.

Namjoon, quien quedó atónito por algunos segundos, no dudó en seguir a su superior . Para evitar que algo malo sucediera.

— ¡Señor espere! —intentó detenerlo, pero nada fue posible ya que el mayor seguía caminando a pasos acelerados.— Tiene que pensar muy bien, en lo que va a hacer... Además Jongguk es de los mejores en esta empresa, no puede despedirlo.

— ¡Él no es Jongguk! —soltó sus sospechas, después de tenerlo retenido por varios días— Ese no puede ser mi hombre de confianza, no cuando ni siquiera se dió la molestia de dirigir alguna reunión, desde que llegó de su "dichoso" viaje.

— Señor...

— No trates de convencerme, Namjoon, porque no lo harás. —sentenció.

Bajó por las escaleras, ganándose las miradas de varios de sus empleados. Pero eso no le importó y siguió caminando en dirección hacia ese rubio.

Quien por cierto se encontraba tomando café, de lo más tranquilo.

— Jongguk —llamó, ya estando lo suficientemente cerca.