IT'S NOT YOU || KOOKV

NINETEEN

Retroceso en el tiempo.

Jungkook  y  Jongguk (cinco años)

Mientras su hermanito miraba la televisión con gran entretenimiento, el pequeño Jungkook se dedicaba a jugar con sus juguetes, en un rincón de la sala.

Ambos no eran los "mejores hermanos" mucho menos "los hermanos perfectos"

Tenían sus ciertas diferencias, y Jungkook lo sabía desde que tenía uso de razón.

No necesitaban que se lo dijeran, porque los hechos cotidianos hablaban por si solas.

Pero dejando de lado todo aquel caso no tan gustoso, el pequeño azabache se dedicó a jugar con sus muñecos de madera, llamados Gumi y Molo.

Sus mejores amigos y compañeros de juegos. Ya que aparte de ellos, no había nadie más...

— ¿Que haces?

De repente la voz de Jongguk llegó a los oídos de Jungkook, quien no demoró en levantar su mirada para encontrarse con la de su hermano mayor.

Y si, era el mayor por algunos minutos en nacimiento.

— Estoy jugando con Gumi y Molo —explicó el pequeño inocentemente, mientras levantaba sus muñequitos para demostrárselo— ¿Quieres jugar con nosotros?

Sus ojitos reflejaban un brillo y un toque único, con la esperanza de que su hermanito jugara con él.

Por lo menos una vez en la vida.

— Claro. —pidió Jongguk, estirando su bracito.

Y con una sonrisa dulce y emocionada, Jungkook no tardó en darle uno de sus muñequitos, sin saber las verdaderas intenciones malas que tenía su gemelo.

— Gumi está muy feliz—comentó el azabache, ignorando la mirada de indiferencia que recibía por parte del contrario— Él es muy listo, le gusta viajar en el carro del señor Tom, además le gusta jugar con Molo, su hermano... ¡Así como tú y yo!

— Ya lo veo... pero es muy feo.

Confundido, el pequeño Kook no pudo evitar sentirse mal.

Aunque no era la primera vez que se sentía así.

— ¿P-por qué?

Alzando sus hombros, con desinterés. Jongguk respondió.

— Es muy horrible, además solo es un trozo de madera. —se sinceró— Mejor hay que botarlo.

— Jongguk, no. —imaginando en lo que posiblemente haría, Kook se puso de pie listo para detenerlo.

Sin embargo, el otro fue más listo, y se dirigió a la ventana. Con pensamientos e intenciones malvadas en ese momento.

— ¡NO!

Vociferó el pequeño, cuando observó como su mayor terminó lanzando su muñeco más preciado y valioso a la calle.

— Ups... —expresó Jongguk, con cierto sarcasmo, evitando reír— Se me resbaló.

Dolido, triste y melancólico por todo lo que acababa de ocurrir; Jungkook se echó a llorar mientras tapaba su carita con sus manitas, listo para esconderse detrás de los sillones.

Él solo quería llevarse bien con su gemelo, a pesar de haber recibido humillaciones y malos tratos por parte de este último.

Solo quería un poco de afecto y cariño por parte de alguien. Pero para su mala suerte no había nadie quién lo consuele.

No había absolutamente nadie... Y eso a Jungkook lo dañaba y lo lastimaba demasiado.

¿Es mucho pedir cariño y amor a alguien?