EIGHT

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— Aquí tienes. —ofreció un capuchino, el pelimorado.

— Gracias.

— Ahora sí cuéntame tus problemas. Sabes que estoy para escucharte y aconsejarte —tomó asiento, para empezar con la conversación.

En ese momento Taehyung no pudo evitar soltar un suspiro con cierta preocupación y frustración. Desde hace días atrás tuvo el deseo de desahogarse con alguien. Y Hoseok, su amigo, era la persona indicada para hacerlo.

— Se trata sobre Jongguk.

— ¿Que pasa con él? —se acomodó debidamente.

— Está muy raro últimamente. Siento que ya no es él mismo después de ese viaje que realizó a Daegu. —comenzó diciendo, al mismo tiempo que removía su bebida.— Llámame loco si quieres, pero tengo mis sospechas de que tiene una amante.

Hoseok abrió los ojos abruptamente, hasta el punto de casi escupir su café, al escuchar la última frase.

— ¡¿Pero que cosas dices?! —exclamó sorprendido, sin llamar la atención de los niños que estaban jugando en alguna parte de la cafetería.

Taehyung se molestó consigo mismo, sin embargo no podía dejar de pensar en eso que lo tenía muy inquieto en estos últimos días.

— Es lo que pienso.

— Verdaderamente estás loco —el pelimorado negó con la cabeza varias veces, sin intención de apoyarlo— Jongguk es un esposo, que toda mujer o varón deseara tener a su disposición.

— Pero no es él mismo ¿Me entiendes? —paso una mano por sus cabellos oscuros, al sentirse frustrado.

Aún sin apoyarlo, Hoseok lo miró para responderle.

— ¿En que aspecto?

El menor bajó la cabeza un tanto apenado. A veces sentía que se estaba comportando como una persona frágil que se quejaba por todo.

— Ya no lo hacemos. —murmuró.

— ¿En que sentido?

Taehyung cerró los ojos, fastidiado.

— Tú sabes muy bien a lo que me refiero. —solo bastó para que sus ojos avisaran por sí mismo.

Hoseok quedó boquiabierto, entendiendo la referencia.

— Oh, ya entiendo —enseñó una sonrisa nerviosa— Pero eso se soluciona fácilmente, solo utiliza tus encantos y ya.

— ¿Y crees que no lo hice? —respondió rápidamente— Hoseok, lo intenté varias veces, pero simplemente no se deja.

— Debe de estar estresado por el trabajo. No le insistas. —trató de convencerlo. Con la intención de que no se haga ideas malas en la cabeza.

— Hoseok —llamó con pesadez— Llegó de viaje hace dos semanas y nada de nada ¿Entiendes eso?

— Pero...-

— Pero nada Seok, nada. —refutó— Solo está de cariñoso y mimoso con los niños. Y conmigo... —cerró los ojos nuevamente al no querer completar la frase.

Dándose cuenta de la desesperación y frustración por parte del pelinegro, Hoseok intentó tranquilizarlo para después aconsejarle, sabiamente.

— No te hagas tanto enredo por eso —empezó— No hay que desanimarnos, mucho menos llegues a pensar sobre alguna infiedelidad por parte de él.

— Es que no sé... —aun estando con sus ánimos por los suelos, observó a sus hijos jugar con los carritos y muñecos de plástico.

— Tae. —Hoseok lo tomó de las manos para que lo mirase— Vamos hacer que tu pasión sexual con Jongguk no se vaya por los suelos. Además ya sé cómo ayudarte. —le enseñó una sonrisa cómplice.

IT'S NOT YOU || KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora