HISTORIAS DEL MBTI PARA LEER SI NO PUEDES DORMIR

CAPÍTULO 40

Es fin de año. ENTP nos ha invitado a la discoteca, pero pasará a recogernos después de las campanadas. La verdad es que no tengo demasiadas ganas de ir, pero quiero aprovechar el tiempo perdido con mi mejor amigo. Además, no puedo rechazar esta invitación. Me siento muy feliz al saber que ENTP nos ha invitado a INFJ y a mí en lugar de ir con ESTP.

— Venga, pon cualquier canal, rápido — oigo decir a mi padre.

— Este mismo. ¿Qué hora es? — pregunta mi hermano.

— Y cincuenta y nueve. Cariño, ¿me pasas mi bol? — pregunta mi madre.

— Vale, ahora son los cuartos — dice mi padre.

— ¡Mamá, que me falta una uva! — dice INTP paranoico —. Ah, no, aquí está.

— Ahora sí, las campanadas. ¿Listos? — pregunta mi padre.

Empieza la cuenta atrás. De momento, todos vamos bien. Mi padre se come las uvas de dos en dos. INTP está intentando hablar, pero no puede porque tiene que ir comiendo sus uvas.

Las campanadas han acabado.

— ¡Feliz año nuevo! — exclama mi padre.

— ¿Ya podemos abrir las bolsas de cotillón? — pregunta INTP.

— Sí. Feliz año nuevo a todos — dice mi madre contenta.

— ¿Cuáles son vuestros propósitos para este nuevo año? — pregunta mi padre.

— Los propósitos nunca se cumplen, ¿verdad? Pues... el mío es... dejar de procrastinar, ja, ja — dice mi hermano.

— El mío es... Pues la verdad es que no tengo ninguno — en realidad sí que tengo un propósito, declararme a INFJ, pero no puedo decirlo aquí delante de todos.

— ¿No tienes nada que mejorar, INTJ? — me pregunta mi padre.

— No. ¿Qué tendría que mejorar yo?

— Tus habilidades sociales — dice INTP de fondo mientras come turrón.

— Mira quién habla — digo riendo.

— Bueno, tu amigo tiene que llegar en seguida, ¿no? — pregunta mi padre.

— Sí.

— ¿Cómo es que hoy te vas a la discoteca? Tú nunca vas.

— Ya, es que...

— Qué buen amigo eres.

— No voy a bailar ni nada, estaré en la barra bebiendo agua y contemplando a toda la gente que está bailando felizmente disfrutando de sus patéticas vidas.

— Ay, hijo, qué cosas dices...

— Bueno, también estará INFJ. Seguro que ella no bailará demasiado, así que podremos conversar.

— Pero si a ti no te gusta charlar.

— Pero es que con ella sí. Con ella no tengo charlas casuales, ¿sabes?

— Interesante. INTJ, llaman a la puerta. Seguro que es tu amigo.

— Sí, es él. Bueno, me marcho.

— Adiós. Pásatelo bien.

— Adiós, hermano. No vuelvas demasiado tarde. Y no bebas alcohol.

— INTP, no lo haré. Además, es muy caro.

— INTP, no pasa nada. INTJ tiene edad para beber un poco.

— Pero no lo haré.

— ¿INTJ? ¿Ya te vas? Pues adiós — dice mi madre desde la cocina.

— Chao, INTJ. Venga, vete, vete.

— Vele, ya me voy.

Salgo de mi casa y me encuentro a ENTP esperándome con INFJ detrás.