— ¡Ah! — me despierto de golpe.
— INFJ. ¿Qué te pasa? Te estaba llamando, y tú no parabas de decir mi nombre. Y luego te has despertado. ¿Va todo bien?
— Todo era un sueño, un maldito sueño.
— ¿Qué te pasa? Parece que hayas tenido una pesadilla.
— Sí, era una pesadilla.
Todo esto ha sido un sueño. INTJ no se me ha declarado, y no lo hará nunca. Sé que todo esto lo he soñado porque en este viaje he notado a INTJ más... abierto conmigo. Ha hecho algunas cosas que no haría normalmente. Y mi subconsciente ya se estaba imaginando escenarios ficticios de nuestro futuro juntos. ¿Por qué he soñado esto?
Sé que INTJ ha hecho muchas cosas por mí, pero no lo ha hecho porque está enamorado de mí. Parece que sí, o al menos así lo ha interpretado mi inconsciente, pero yo sé que no es así. INTJ nunca se me declararía de esa manera. Para empezar, INTJ no se me declararía nunca. Y es imposible que lo haya hecho si ni siquiera sabía si yo también sentía lo mismo por él. Y tampoco lo gritaría por ahí.
Ya puedo olvidarme de casarme con él, comprarme una casa con él y tener hijos con él. Por cierto, mis hijos serían fantásticos si INTJ fuera el padre. Pero nada de esto pasará. INTJ es solo un amigo y nada más. Y nunca querrá nada más conmigo. Todo lo que he soñado es imposible. Es el sueño más surrealista y a la vez más realista que he tenido.
Debería dejar de intentar conquistar a INTJ, otra vez. Él nunca me querrá, y da igual lo que haga si al final nunca lo conseguiré. Estoy sufriendo demasiado por él. Y él ni siquiera se ha dado cuenta. Me gustaría que ahora mismo estuviera pensando en mí, que estuviera sufriendo por mí, pero no es así. INTJ no siente nada por mí, nada. Para él soy solo una amiga y nada más. Porque nunca seremos nada más. Ojalá pudiera compartirle esta inquietud ahora mismo, pero no puedo. No puedo declararme, es imposible. No quiero que me humille, no quiero estropear nuestra amistad y que se quede con ese recuerdo embarazoso de mí para toda la vida.
No quiero que me lo recuerde por Navidad, cuando hayamos quedado todos los amigos del instituto en casa de INTJ. Y digo que habremos quedado en su casa porque él es el que tiene más dinero, y, por tanto, una casa más grande. Y estaremos todos con nuestras familias hablando sobre cosas. Bueno, todos no. Yo no tendré una familia con nadie. Y allí estará INTJ, con su mujer y con sus hijos, contando la historia embarazosa. Y todos me preguntarán que por qué nunca quise casarme con nadie más. Y yo me levantaré de la mesa, gritaré que siempre he amado a INTJ, que siempre ha sido el amor de mi vida, y luego me iré llorando. Y al año siguiente, todos me recordarán este nuevo momento embarazoso.
INFJ, ¿qué dices? ¿Por qué te estás imaginando estas situaciones? No puede ser tan malo. ¿O sí?
— ¿Era muy chunga?
— ¿Qué?
— La pesadilla. Que si era muy chunga.
— Sí, mucho. INTJ, te quiero mucho. No quiero que nos separemos nunca — le digo abrazándolo fuerte.
— ¿INFJ?
— L-lo siento, INTJ.
— Parece que hayas estado soñando conmigo. ¿Qué has soñado?
— No tiene importancia. Es una pesadilla, no hace falta preocuparse por ello.
— Sé que tú le das importancia a los sueños. Como yo. Pero si no quieres contármelo, no me lo cuentes. Tengo más que suficiente con que me cuentes muchas otras cosas. Así que tienes derecho a ocultarme lo que quieras.
— ¿En serio? Gracias.
— INFJ, mira, ya hemos llegado.
— Es verdad. Veo a ENFP. Y a ESTP — digo emocionada.
— ¿Ves a INTP?
— No.
— ¿Y tus padres?
— Ah, míralos. Ellos también han venido.
— Mira, ahora veo a INTP y a mis padres.
— ¿Dónde?
— Ahí.
— Ah, ya los he visto.
— Venga, chicos, id saliendo. Poco a poco. ¡Que no chilléis, jolines!
— Venga, INFJ, vamos.
— Espera. INTJ, quiero decirte algo.
El autobús está casi vacío. Todos los alumnos están saliendo a ver a sus padres.
— Me lo he pasado muy bien estos días contigo, con ISFP, con ESFP, con ENTP, con ISFJ... pero sobre todo contigo. Hemos estado muy unidos estos días, ¿no crees?
— Sí.
— Este ha sido nuestro último viaje juntos y lo recordaré para siempre.
— Yo también.
— INTJ, ¿puedo decirte una cosa? Somos amigos desde hace mucho tiempo y nunca te has reído de mí. ¿Te reirías si te dijera que tú... — se lo voy a decir. Espera, ¿se lo voy a decir? Sí, allá voy.
— ¿Que yo qué?
— INTJ, yo... tú me... — venga, INFJ, tú puedes —. INTJ, me... me gusta este autobús — y otra vez no he podido decírselo —. ¿Tú crees que debería comprarme un autobús? No te rías de mí. Es que este es muy chulo.
— No me voy a reír. Un autobús es una buena inversión. ¿Pero para qué lo utilizarías?
Toca improvisar.
— No sé. Me gustaría poner muchas cosas: un jardín pequeñito, unas mesas de pícnic, un sofá...
— Estaría muy guay. Pero ahora que ya lo has contemplado, vámonos de aquí. Somos los últimos. Venga, INFJ.
— Sí, ya voy.
Algún día, INTJ, algún día..., supongo.

ESTÁS LEYENDO
HISTORIAS DEL MBTI PARA LEER SI NO PUEDES DORMIR
FanficNinguna persona que conozco posee conocimientos sobre el MBTI, así que cuando me aburro, escribo historias random sobre las tipologías para lectores desconocidos en Internet (el paraíso para los introvertidos). Solo aparecen 10 tipos de personalidad...