CAPÍTULO 64

36 4 4
                                    

— INFJ, tú delante.

— Vale. Ja, ja, yo tendré mejores vistas que tú.

No lo creo. Yo te estaré mirando a ti, así que mis vistas serán mucho mejores que las tuyas, pero no te lo voy a decir.

INFJ y yo subimos en nuestra barquita. El instructor nos da los remos y empezamos a remar.

— Oye, ¿qué quieres hacer? — le pregunto a INFJ.

— ¿Cómo que qué quiero hacer?

— Que si quieres un viaje en plan MRU o si quieres ir rápido hasta las rocas y luego quedarte allí parada.

— La segunda es mejor, obviamente.

— Pues vamos. Cuando yo reme por la izquierda, tú remas por la derecha y viceversa, ¿OK?

— Sí. 

INFJ y yo empezamos a remar hasta llegar a las rocas.

— Vale, ya estamos. Puedes parar.

— Tú, INTJ, esto cansa, ¿eh?

— Ya. Pero ahora ya podemos descansar.

— ¿Qué quieres hacer?

— No sé.

— Para empezar, me giro, que quiero ver tu cara, ja, ja.

— ¿Y ahora qué?

— No sé. ¿Quieres hablar sobre algo?

— No sé. ¿Tú quieres hablar sobre algo?

— Sí.

— ¿Y de qué quieres hablar?

— Pues no lo sé.

— Tranqui, INFJ, tenemos tres días para hablar.

— Ya. Oye, INTJ...

— ¿Qué?

— Aún lo siento por lo que pasó después de San Valentín.

— Ya te dije que no importa.

— De verdad, nunca quise ignorarte. Ya lo ves, ahora estoy hablando contigo y eso. Es que yo nunca he querido ignorarte y...

— INFJ.

— Perdón, ya me callo.

— Te preocupas demasiado por estas cosas. Te preocupas demasiado por la gente.

— Lo sé.

— Y eso lo admiro.

— Espera, ¿qué?

— Nada, que no sé cómo es que tienes esa capacidad para tener tanta empatía y conectar tan bien con las personas.

— Ah...

— Y esto te lo estoy diciendo porque yo soy un egoísta — le digo riendo —. Bueno, eso ya lo sabes.

— Puede que la gente te considere egoísta, e incluso que tú mismo te consideres egoísta, pero yo creo que no lo eres.

— Uy, sí que lo soy.

— Al menos no conmigo.

— ¿Pero qué quieres que haga contigo? ¿Cómo puedo ser egoísta con una chica tan empática? Es que me da penita, ¿sabes?

— Ya, claro. En serio, yo sé que tú no eres tan egoísta como dicen.

— Y yo sé que tú no eres tan buena persona como dicen.

— ¿Qué?

— Es broma. Faltaría más. Si tú no eres una buena persona, entonces yo ya soy un monstruo.

— INTJ, la gente dice muchas cosas de ti, pero en todos los años que he estado contigo he conocido una versión muy diferente de ti. Puede que la gente te perciba como alguien frío, insensible e incluso egoísta y arrogante, pero el INTJ que yo he conocido no es así. Bueno, sí, un poco. Pero a mí no me demuestra nada de esto.

— INFJ, ¿sabías que nadie me conoce mejor que tú?

— ¿De verdad?

— Sí. Y contigo me siento aceptado, totalmente aceptado. Porque tengo la certeza de que tú me aprecias por quién soy en realidad. Como me conoces tan bien, siempre has visto mi versión verdadera. Nunca he sido alguien que no era contigo.

— Como iba diciendo... INTJ es un egocéntrico. Siempre se encuentra hablando exclusivamente acerca de su persona. Y no deja hablar a las otras personas.

— ¿Qué estás diciendo?

— ¿No decías que eras todo esto? Pues te lo estoy recordando.

— ¿Te crees muy graciosa? ¿Quieres que empiece a decir todos los defectos tuyos? Espera, que me los pienso... Un momento...

— Venga, que no es tan difícil. Anda, insúltame. Di todo lo que te pase por la cabeza.

— Un momento, déjame pensar...

— Sé que tienes muchos insultos para mí, INTJ.

— Pues la verdad es que no. Te lo juro, estoy buscando insultos y defectos tuyos, pero no hay. Y créeme, yo tenía unas ganas de insultarte... — estoy intentando hacerle cumplidos sin sonar cursi, pero se me da un poco mal.

— No sé si tomármelo como un cumplido o como un insulto.

— Tómatelo como quieras. Me da igual. Te odio mucho, ¿sabes?

— Lo sé. Pero tranquilo, INTJ, ya no estaré allí para nada de lo que necesites. No estaré allí para entenderte.

— Pues vale.

— Vale. Em... INTJ.

— ¿Sí?

— Sabes que lo digo en broma, ¿verdad?

— Qué mona, ella. Ya te estás preocupando. Pues claro que es broma. Y lo que he dicho yo también.

— Por un momento me he asustado.

— Tranquila, no te asustes.

HISTORIAS DEL MBTI PARA LEER SI NO PUEDES DORMIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora