HISTORIAS DEL MBTI PARA LEER SI NO PUEDES DORMIR

CAPÍTULO 45

Se está acabando el primer mes del año. Hoy, INFP y yo celebramos nuestro aniversario de un mes de novios. Vamos a ir a un restaurante a cenar. Nuestros padres lo van a pagar, así que voy a pedir de todo. Estoy muy nervioso y feliz al mismo tiempo. Mientras yo esté fuera, mi hermano estará solo en casita.

Dentro de media hora me viene a buscar y aún tengo que arreglarme. Le he hecho un regalo. No sabía si tenía que hacerlo, pero INTJ me dijo que sí, así que yo le hice caso.

— INTP, ¿cómo vas?

— INTJ. Pasa.

— Espabílate, que viene enseguida.

— Ya lo sé.

— ¿Estás bien?

— Estoy estresado.

— ¿Dónde tienes el regalo?

— Encima de la mesita de noche. INTJ, ¿así estoy bien? ¿Demasiado repeinado?

— INTP, no hace falta que te arregles tanto.

— ¡Es que no sé cómo funcionan estas cosas!

— Así estás bien. Vas muy elegante, hermanito.

— Lo sé. ¿Demasiado?

— No, está bien. Coge el regalo y vayamos al salón a esperarla.

— Vale — digo saliendo de la habitación con INTJ detrás.

Una vez en el salón, INTJ se sienta en el sofá y yo me voy a esperar delante de la puerta. Parezco desesperado. Tocan el timbre. ¡Es INFP! Madre mía, madre mía. Ya es hora. Respira hondo, INTP.

— Hola, INTP. ¿Estás listo para ir a comer?

— Sí.

— Pues vamos.

— Vale. ¡No, espera! — se me ha olvidado coger el regalo. Me lo he dejado en el sofá.

— INTP, esto es... Te lo has dejado... Em... Adiós.

— Gracias, INTJ. Adiós.

— ¿Ya?

— Sí. Vamos.

Mi novia y yo salimos de la casa.

— INTP, tenía muchas ganas de celebrar nuestro aniversario — me dice contenta y me planta un beso en la mejilla.

— Yo también.

— Tenemos reserva a las ocho y media. Tenemos tiempo de sobras para llegar, así que podemos ir tranquilos — me dice sonriendo.

— Vale.

— INTP, dame la mano.

— Va-vale — sé que llevamos un mes siendo novios, pero no me acostumbro al contacto físico.

— Te quiero mucho, INTP. Vas muy guapo, ¿sabes? — dice separándose de mí para verme mejor. No estoy demasiado cómodo con esta ropa, prefiero una sudadera.

— Ya bueno... Y tú también estás muy... mona, ¿sabes?

— Ay, INTP, eres adorable — dice con una risita tierna.

Nos dirigimos al restaurante. Es muy elegante. El camarero nos enseña nuestra mesa.

— Gracias. INTP, ¿a que esto es muy bonito?

— Sí.

— ¿Qué vas a pedir?

— Aún no lo sé. No tengo mucha hambre, ¿sabes?

— Yo tampoco. ¿Y si pedimos un solo plato y lo compartimos?

— Vale. ¿Y qué quieres pedir?

— Algo con tomate. A los dos nos gusta el tomate.

— Mira este. Tiene buena pinta. Tomates rellenos con carne, verdura y salsa de tomate.

— Sí, este. Nos pedimos este. Vale, ahora tenemos que esperar al camarero.

— Em... INFP... No sé si dártelo ahora.

— ¿Es un regalo?

— Sí. ¿Quieres abrirlo ya?

— Sí, porfi.

— Toma. No es gran cosa, pero espero que te guste.

— A ver... ¿Qué será? Oh, INTP... Me encanta, es muy bonito.

— ¿Te gusta?

— Sí, claro. Necesitaba un diario. Este es muy bonito. Cómo me conoces — dice acercándose a mi cara para plantarme un beso en la mejilla —. Te quiero, INTP.

— No sabía que te haría tanta ilusión.

— Es que me lo has regalado tú. Bueno, me toca.

— ¿Tú también tienes un regalo para mí?

— Pues sí. Ya sé que tienes muchos de estos, pero este es más pequeño y te lo podrás llevar cuando vayas de viaje.

— ¡Un mini rompecabezas! ¡Me encanta! Muchas gracias.

— ¡Te ha gustado!

— Sí, mucho. Muchas gracias, de verdad. Yo también te quiero, INFP.

— Ay, INTP, eres adorable. ¿Cuándo vendrá el camarero?

— Allí está. Pronto vendrá.