HISTORIAS DEL MBTI PARA LEER SI NO PUEDES DORMIR

CAPÍTULO 49

Ya estamos comiendo. Está buenísimo. Puedo ver la cara de felicidad de INFJ. Está disfrutando mucho con la comida. También noto que está confusa. No sabe del todo cuáles eran mis intenciones. Yo me limito a comer y observar disimuladamente como come ella. Hace muy poco ruido al masticar. Es tan delicada... Veo cómo se van moviendo sus labios al masticar, esos labios pequeños y finos que tiene. Me encanta que se sienta especial conmigo. Nadie está diciendo nada, estamos demasiado ocupados devorando nuestros platos.

— INTJ, estás muy callado.

— Y tú.

— Ya. Es que... está buenísimo — dice sonriendo. Me encanta verla sonreír. No lo hace a menudo, solo sonríe así cuando está muy feliz, y hoy esa sonrisa está durando mucho.

— Tranquila, sigue comiendo.

— Has escogido un muy buen lugar, enhorabuena.

— Me alegro de que te guste tanto.

— Aunque... sigo sin saber por qué lo has hecho.

— Porque me apetecía, ya está — no le diré: "Verás, he hecho todo esto por ti, porque tú lo eres todo para mí, eres especial. Te amo, INFJ". Si ella no siente lo mismo por mí, no puedo permitirme pasar tanta humillación.

— Ya... Pero tú nunca harías algo así.

— ¿Tú qué sabes?

— Te conozco.

— ¿Y por qué pareces tan confundida ahora mismo?

— Es que... a veces me desconciertas. Eres tan misterioso y enigmático... De todas las personas que conozco, tú eres la más difícil de descifrar. Puedo leer a INTP mejor que a ti. Pero eso no significa que no te entienda, al contrario.

— Entiendo — me limito a contestar y dejo que siga hablando ella. Me encanta escucharla hablar. Pero ella no dice nada, me está mirando raro. ¿Será por mi cara de empanado que estoy poniendo ahora mismo?

— ¿Qué?

— Nada, INFJ, nada — ¿acaso no se da cuenta de lo genial que es?

— ¿Ya has acabado? ¿Tan rápido?

— Sí.

— Mira a todas estas parejas...

— Qué asco me dan. Son repugnantes. Que se vayan a celebrar su amor a otra parte.

— Ya, qué asco de gente.

— Ya.

— Ya...

— ¿Y... a ti... no te gusta nadie? Bueno, ya sé que no te gusta nadie. Por eso te he invitado hoy.

— ¿A ti no te gusta nadie, INTJ?

— No — digo mirando sus ojos profundos y brillantes, conteniendo mis ganas de confesárselo de una vez.

— Ya...

— Eh... INFJ, ¿te falta mucho?

— Tranquilo, ya casi estoy.

— Voy a pedir más agua.

— Vale, gracias.

De momento todo está saliendo bien. Tengo tantas ganas de declararme a INFJ... Pero sé que eso no es posible. Ella es la chica de mis sueños, la quiero con tanta intensidad...

Ya he pedido otra botella. Vuelvo a la mesa con INFJ.

— Aquí tienen, señores.

— Gracias — dice INFJ. Es muy educada —. Ya estoy. Me voy a servir un poco de agua.

— Ya te la sirv... — me doy cuenta de que hemos cogido la botella al mismo tiempo. Yo aparto mi mano rápidamente.

— Ya me la sirvo yo... Eh...

— Vale... — digo rascándome el cuello. Qué situación más incómoda.

Ya hemos acabado de comer. Lo que me ha gustado más ha sido el segundo plato. A INFJ le ha encantado el postre. Salimos del restaurante.

— ¿Qué hacemos?

— No sé. Si quieres irte a tu casa...

— No, INTJ. Yo... quiero hacer algo contigo.

— ¿De verdad? — eso me ha pillado desprevenido. No lo tenía planeado.

— Ya tienes algo pensado, ¿no?

— INFJ, la verdad es que esta vez no. ¿Qué quieres que hagamos?

— ¿Y si vamos a... No. ¿Sabes qué? Creo que prefiero que volvamos a mi casa y nos quedemos allí. ENFP aún no estará. Alguien tiene que quedarse en casa para cuando vuelva. Y ella no puede saber que hemos ido a comer. Ya sabes..., antes le has dicho que no querías.

— Ya. Tienes razón, volvamos a tu casa. Se está mejor que aquí en la calle. Es verdad, tu casa es muy acogedora.

— Vale, vamos.