HISTORIAS DEL MBTI PARA LEER SI NO PUEDES DORMIR

CAPÍTULO 90

Echaré de menos a INFJ. No me atrevo a confesarle lo que siento porque sé que ella no siente lo mismo por mí. Cuando intento lanzarle una indirecta, me sale mal. Cada vez que intento expresarle mi amor, ella me hace preguntas. Cree que yo nunca la amaré. Seguramente quiere pensar eso porque ella tampoco me ama ni me amará. No quiero decírselo porque después de tantos años juntos, no quiero que nuestra amistad termine. He sido muy feliz con ella todos estos años.

Hace un año y medio, más o menos, que me di cuenta de que ella no era una simple amiga, que era algo más. INFJ es especial y la quiero mucho. Ojalá pudiera demostrárselo, pero es que no puedo. ENTP me ha estado apretando para que me declare, pero yo sé que es imposible. Él no sabe nada sobre el amor. Nunca ha tenido una novia de verdad ni ha sentido algo tan fuerte por alguien. El amor que siento por INFJ es demasiado, y ella nunca lo sabrá. El único que es consciente de ello soy yo.

Yo quería vivir con INFJ, tener una familia feliz... Pero todo esto se irá al garete porque yo soy un estúpido y nunca se lo diré. ¿Soy estúpido o realista? Venga ya, INTJ. INFJ será feliz con alguien más, eso ya lo sé yo. Puede que me visite de vez en cuando, pero seguro que no vendrá sola. Tendrá un marido y unos hijos medio bonitos. Y digo que serán medio bonitos porque se parecerán a la madre (bonita) y al padre que ni yo conozco (una persona horrible que me amargará la vida). Pero bueno, así es la vida. INFJ ni siquiera sabe que tendrá una familia. ¿Por qué me preocupo tanto por nuestro futuro? ¿Por qué tengo tanto miedo de perder a INFJ?

— INTJ, ¿me estás escuchando?

— Lo siento, estaba pensando en una cosa. ¿Has acabado?

— Sí.

— ¿Y qué era eso que tenías que decirme?

— Pues... eh... Oh, ya no me acuerdo. Bueno, seguro que no era nada importante, ja, ja. Ah, sí, cuando te he dicho que me dejases agua, eso es todo.

— Ya. ¿A qué hora quieres irte a dormir?

— No sé. Mañana nos despertaremos temprano. Yo me esperaré hasta las doce. Si tú quieres quedarte, puedes quedarte.

— ¿Qué vas a hacer aquí sola? Claro que me quedo. No me molesta en absoluto hacerte compañía.

— ¿Por qué nunca me di cuenta de lo mucho que me valorabas?

— Quizás porque te negabas a admitir que me importabas. ¿Cómo pudiste pensar eso? ¿Tú estás loca o qué?

— Es que nadie me lo ha dicho nunca a la cara.

— Eso es porque te tienen envidia. Créeme, INFJ, nadie puede superarte.

— Ja, ja.

— No te rías, que es verdad — le digo a INFJ mientras rodeo su cuerpo con mi brazo y la acerco a mí. ¿¡Por qué diantres he hecho esto!?

— Pues tú tampoco te rías si es tan serio el asunto — dice INFJ haciéndome cosquillas.

— INFJ, quita. No te aproveches de que esté riendo.

— Es que no lo haces a menudo, ¿sabes?

— INFJ, castigada. Esta noche duermes en el bosque.

— Oye, tú no puedes obligarme — dice dándome un codazo —. Además, ¿cómo me vigilarías si no duermes en la misma cabaña que yo?

— Pues también castigo a ENTP y lo pongo de vigilante.

— Eres malvado, INTJ. Oye, ¿no podríamos dormir en la misma cabaña? ISFP y ESFP son mis amigas, pero vosotros también. Y hoy es el último día.

— Eso estaría bien, pero según los profes no podemos dormir los chicos y las chicas en una misma cabaña.

— Qué tontería.

— Lo sé.

— Bueno, igualmente a ISFP no le parecería bien.

— Ya.

— INTJ, castigado. Tú te quedas aquí en el bosque — dice INFJ de repente tirándome al suelo.

— ¿Y quién va a vigilarme?

— Pues yo misma.

— Oh, qué castigo más grande. Tener que estar con INFJ toda la noche. Qué pena.

— Buen intento, pero no te escaparás — dice un poco sonrojada.

— ¿Pero por qué me castigas?

— Por ser una persona horrible — dice riendo mientras inmoviliza mis brazos contra el suelo.

— Al menos podrías apartar tu cabello de mi cara, que me molesta.

— Lo que pasa en realidad es que no quieres ver mi cara.

— Bueno, también. Fea.

— ¡Oye! Te voy a matar — dice con las manos en mi cuello como si quisiera ahogarme.

— Buenas, Ni-doms. ¿Qué hacéis? ¿Os dejo solos unos minutos y ya os estáis asesinando?

— INFJ me ha castigado.

— Porque él me ha castigado antes.

— ¿Y si castigamos a ENTP?

— Buena idea.

— Ni-doms, no sé qué está pasando, pero...

— ¡Castigado! — decimos INFJ y yo a la vez.

— ¿Castigado de qué? ¿Por qué?

— Te quedas aquí fuera a dormir. Por malo.

— ¿Pero qué he hecho, INTJ?

— Uy, de todo. Has hecho muchas cosas muy malas.

— ¿Pero quién vigila a ENTP?

— Mmm... ¿ISFP?

— INTJ, eres muy malo.

— Oh... qué bonito es el amor.

— ¿Y tú qué cantuseas, ENTP?

— Nada, INTJ, nada. Je, je. ¿Nos vamos a dormir?

— Sí. Buenas noches, ENTP.

— Pero espérame, que voy con vosotros.

— No, ENTP, tú te quedas aquí a dormir — dice INFJ.

— Oh, venga ya.

— Ja, ja. Chócala, INFJ.

INFJ me choca la mano y volvemos a nuestras respectivas cabañas. Al final hemos perdonado a ENTP, pobrecito.