IMPERIO CASSANOVA© (2 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]

XIV

El tiempo no sana las heridas, el alejarse de las personas que las causaron si las sana.

—Elliot Cassanova.

Narrado por Elliot Cassanova:

 
   Estoy harto.

   Estoy asqueado por todo lo que está pasando en mi vida.

    He tenido demasiada paciencia con Victoria y ella más que nadie, no se la merece.

    Ella y su madre han llegado a mi vida, como la mala suerte, arrasando con todo lo bueno que tengo.

    Quiero desaparecer del planeta. Creo que es allí donde voy a volver a tener paz de nuevo.

    Esta mujer de satanás, me ha apuñalado.

    Es que no entiendo que les pasa a ella y a su difunta madre.

    Es como si en mi frente hay un papel que dice "apuñalame, no sangro ni me duele".

    No intento sufrir más de lo que estoy sufriendo, así que utilizando la poca fuerza que tengo, más la que Dios me ha regalado, golpeo la mano de Victoria, haciendo que ella suelte el cuchillo, agarrandolo de inmediato y sacándolo de impulso.

    Lo más rápido que puedo, camino hacia mi escritorio y abriendo una de las gavetas, saco una venda blanca. Me coloco erguido y como no tengo camisa, me es más fácil colocarme la venda alrededor de mi cintura. 

    —¡Jasper! ¡Jasper! —grito muy bajo, pero esperando que me escuche.

    Victoria está en shock. Planeaba matarme, pero soy muy duro de aniquilar.

    —Patrón, ¿Qué le ha pasado? —me mira Jasper de abajo hacia arriba.—. ¿Esta perra fue quién le hizo eso? —me pregunta Jasper hablando despectivamente sobre Victoria.

    Con la fuerza que tengo, me levanto del escritorio y camino hacia donde está.

    —La próxima vez que te refieras a una mujer que esté en mi presencia como una perra, te pondré una pistola en la boca y te volaré los sesos. —agarro el cuello de su camisa para acercarlo a mi.—. No importa que tan mala sea una mujer, nunca te refieras a ella de esa manera porque no querrás que un hombre llame a tu hija de esa forma, si es que algún día tienes una.

    Jasper me mira sorprendido y puedo decir que anonadado por cómo lo he enfrentado.

    De inmediato baja su mirada, evitando mi mirada juzgadora.

    —Llévala al calabozo hasta que decida que tiempo estará allí.  —le ordeno a Jasper, que soltando el cuello de su camisa, se dirige rápidamente hacia donde está Victoria.

    Victoria abre los ojos asustada por lo que acabo de decir.

    Y lo que ella va a sufrir es una pequeña parte de lo que debería.

    —¿Calabozo? ¡Ni que lo creas, maldición! —grita ella enojada hasta más no poder—. ¿Qué te crees, cabrón? ¿Crees que puedes decir que hacer conmigo cuando se te venga en ganas? ¿Quién te crees te pregunté? —pregunta alzándome la voz gravemente.

   He perdido mi paciencia.

   Se acabó.

    —¿Sabes quién me creo? Soy Elliot Cassanova. El mafioso de Italia más peligroso. El que tiene a dos países de diferentes continentes en sus manos. ¿Sabes además quien soy? —me acerco a ella, todavía agarrándome el abdomen por la herida que tengo—. Soy el padre de nuestra hija y decido lo que es mejor para ella y al parecer la loca de su madre necesita un castigo para que piense dos veces antes de hacer una estupidez como la de intentar matarme.