Te deseo, con cada pensamiento, con latido de mi corazón. Mi cuerpo y mi alma te desean.
—Elliot Cassanova.
Elliot Cassanova:
Esta mujer tiene que estar loca, pero de remate.¿Qué violé a Victoria?
¿En que maldita mente cabe eso?
¿Acaso parezco un violador? No lo creo.
Rápidamente me levanto de la cama y alcanzo su teléfono, quitándoselo de la mano.
Cuando le arrebato el teléfono, ella me mira sorprendida.
—¡Eres un abusador! ¿Cómo te atreves a tocarme? —pregunta ella alterada acercándose a mí para golpearme en el pecho.
Pero lo que más me sorprende es que me abofetea.Ese bofetón ha sonado en toda la habitación.
Estoy sorprendido.
No obstante, me sorprendo más cuando ella intenta volver a abofetearme, pero no se lo permito. Sostengo su mano derecha y cuando ella intenta levantar la otra, también la intercepto.
—Escúchame bien lo que te voy a decir...
—No voy a escuchar ni una mierda. —me interrumpe—. La policía ya viene en camino.
¿La policía viene en camino?
Eso lo dudo mucho.
Tengo todas las redes de esta casa intervenidas. Ella, ni nadie puede llamar libremente a la policía porque mis hackers, se encargan de desviar y eliminar esas llamadas.
—No golpeo a las mujeres, ni le hago ningún tipo de daño. —suelto sus manos bruscamente—. Ella es mi mujer, mi esposa, por ende sería incapaz de hacerle daño. Así que te pido que cierres tu sucia boca y si ya terminaste tu trabajo, te puedes largar.
Ella se queda mirándome de una manera asustada.
—No te creo. —comenta quitándose el cabello que se ha colocado en su rostro—. Pareces un violador. —expresa cruzando sus brazos encima de su pecho.
—Y tu pareces de manicomio y no he dicho nada. —cruzo también mis brazos—. Lárgate. No te quiero ver aquí. —le ordeno.
—No me iré hasta que ella se levante y me haga creer que no la violaste.
¿En serio?
Me lleva la chingada.
La miro. Ella me mira y nuestras miradas deducen lo que pensamos.
Yo que estoy replanteandome el matarla y ella pensando en que si lastimé a Victoria.
De pronto escucho como Victoria tose fuertemente, así que me giro para ver cómo está.
—Victoria... —me acerco a ella lo más rápido que puedo y sentándome al lado de ella, coloco una mano en su frente para ver como está su temperatura.
Hace mucho tiempo que no me preocupaba por alguien que no fuera yo. Las veces que he estado herido ni siquiera me preocupo por mi mismo, porqué sé que voy a sanar rápidamente.
Victoria mueve despacio su mano izquierda y la extiende hacia mi para que la agarre.
Me acerco más a ella, colocando mi espalda en el espaldar de la cama.
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IMPERIO CASSANOVA© (2 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]
RomanceItaliano. Ex militar. Mafioso. Narcotraficante. La segunda mano del mafioso más temido en Italia; Enzo Rinaldi. Pero le falta algo, encontrar el amor. Y mientras él piensa que está muy lejos, una mujer mexicana testaruda y mal hablada, lo cautiva, p...